Duras cr¨ªticas por los fallos en la seguridad
Los grandes estrategas que han dise?ado el dispositivo de seguridad de la cumbre del G-8 de G¨¦nova debieron de pasar la jornada de ayer reflexionando sobre los errores cometidos. El primero de todos deriva de la divisi¨®n de la ciudad en dos ¨¢reas: la Zona roja, aislada y protegida por muralas de acero de casi cinco metros de altura, y una m¨¢s amplia Zona amarilla, trazada a su alrededor, que era accesible a transe¨²ntes y manifestantes.
Mientras el grueso de los 20.000 polic¨ªas desplegados en G¨¦nova se concentraba en tapar hasta la m¨¢s m¨ªnima fisura para evitar cualquier posibilidad de acceso de los manifestantes a la Zona roja (un n¨²cleo de cuatro kil¨®metros cuadrados en torno al Palacio Ducal, donde los l¨ªderes de las siete naciones m¨¢s poderosas del mundo m¨¢s Rusia estuvieron reunidos poco m¨¢s de dos horas), la Zona amarilla qued¨® a merced de los grupos violentos. 'No ha habido la atenci¨®n que esper¨¢bamos', dijo ayer el alcalde de G¨¦nova, Giuseppe Pericu, haci¨¦ndose eco del malestar de los habitantes de la ciudad. 'La Zona roja ha estado muy protegida, pero los grupos violentos han podido actuar fuera de ella'.
Ayer eran visibles los efectos de la batalla campal mantenida entre manifestantes y fuerzas de polic¨ªa y carabineros a lo largo del viernes, la jornada que se sald¨® con la muerte de un manifestante. Las calles y plazas en torno a la estaci¨®n de Brignole, que discurren desde las colinas hasta el malec¨®n del puerto, estaban sembradas de cascotes. Eran visibles las concecuencias de la guerra en las sucursales bancarias, las tiendas, los veh¨ªculos aparcados. Los cubos de basura, papeleras y otros objetos del mobiliario urbano fueron la principal munici¨®n de los grupos de anarquistas Black Block (Bloque Negro).
El viernes, d¨ªa de apertura de la cumbre, y ayer, la Zona roja era un infierno de controles, chequeos y direcciones prohibidas, pero, m¨¢s all¨¢ de las murallas de malla met¨¢lica, los manifestantes violentos se volvieron a adue?ar de G¨¦nova, con resultados devastadores.
Los partidos de la coalici¨®n de centro-izquierda El Olivo, en la oposici¨®n, pidieron la dimisi¨®n del ministro del Interior, Claudio Scajola, m¨¢ximo responsable del dispositivo de seguridad.
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