Duval logra su primer gran triunfo
El estadounidense, de 29 a?os, se destac¨® de un nutrido grupo de aspirantes con 'birdies' en los hoyos 11 y 13
Al final David Duval gan¨® el Open Brit¨¢nico m¨¢s re?ido que se recuerda, en un campo tan dif¨ªcil que logr¨® acabar con Tiger Woods con desconcertante facilidad. El americano, de 29 a?os, consigui¨® su primer triunfo en el m¨¢s antiguo de los cuatro campeonatos grandes, con tres golpes de ventaja sobre el sueco Niclas Fasth y cuatro sobre un grupo de seis jugadores, entre ellos Miguel ?ngel Jim¨¦nez, que acabaron con seis bajo par. Sergio Garc¨ªa, tras un recorrido s¨®lido de 70 golpes, qued¨® noveno con -5.
Tras un maravilloso d¨ªa de golf el s¨¢bado en Royal Lytham and Saint Annes el recorrido de ayer comenz¨® como un marat¨®n en el que quedan diez kil¨®metros y un pelot¨®n de 23 jugadores se disputan el primer puesto. Y todo tipo de jugadores, j¨®venes y veteranos, desconocidos y famosos, representando a once pa¨ªses. A las tres y media de la tarde, faltando lo que se podr¨ªa llamar el equivalente en el golf de cinco kil¨®metros, los jugadores de menos renombre (con la notable excepci¨®n del sueco Fasth) hab¨ªan perdido velocidad, pero todav¨ªa quedaban ocho en el pelot¨®n. Duval y Fasth estaban con -7 golpes, pero Jim¨¦nez y Garc¨ªa iban pegados a otros ilustres como Ernie Els, que llevaba -6.
De repente, como suele ocurrir en las carreras, un corredor se dispar¨®. Y los dem¨¢s se quedaron donde estaban, incapaces de cambiar de velocidad. Duval, que hab¨ªa hecho birdies en el seis y el siete, de repente hizo dos m¨¢s en el 11 y en el 13 y ah¨ª se acab¨® el torneo. Con una frialdad de campe¨®n, jam¨¢s cambiando de expresi¨®n, Duval hizo el par en cuatros hoyos seguidos, los temibles 15, 16, 17 y 18.
Hasta cuando avanzaba entre las multitudes, entre tanta gente como en un partido de f¨²tbol, en el magn¨ªfico escenario del ¨²ltimo hoyo, con la casa club de trasfondo, no se inmut¨®. Los labios no delataban ninguna sonrisa y las gafas de sol que siempre lleva puestas en el campo, debido a un problema ocular, le daban aquel aspecto algo siniestro que le caracteriza.
El hombre de hielo, como le han llamado, estaba metido en ese t¨²nel del que habla Tiger Woods, ese estado de concentraci¨®n absoluta, que requieren algunos jugadores de golf para poder competir a su mejor nivel. S¨®lo cuando entr¨® el ¨²ltimo putt (podr¨ªa haber fallado dos m¨¢s y todav¨ªa hubiera ganado) se permiti¨® por fin una sonrisa y cuando habl¨® con la prensa poco despu¨¦s reconoci¨® que s¨ª, que hab¨ªa sido el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida profesional.
Hasta ayer por la tarde Duval hab¨ªa sido el Colin Mongomerie europeo. El mejor jugador que nunca hab¨ªa ganado un grande. El pobre Montgomerie, que hab¨ªa estado en el primer puesto los primeros dos d¨ªas y que hab¨ªa despertado tantas expectativas patri¨®ticas en un pa¨ªs que acababa de sufrir la ignominia de perder por segunda vez consecutiva al cricket contra Australia, se hundi¨® ayer. Una vez m¨¢s la presi¨®n fue demasiada y no estuvo a la altura del reto que se le planteaba.
Que era exactamente lo que se dec¨ªa de Duval, que encima muchos en Estados Unidos consideraban condenado a vivir eternamente en la sombra de Tiger Woods. En los cuatro grandes anteriores al de ayer, Duval hab¨ªa comenzado el ¨²ltimo recorrido con buenas posibilidades de ganar. Tres de las cuatro veces gan¨® Woods; dos veces Duval qued¨® segundo.
Por eso, tras ganar ayer, casi las primeras palabras de Duval al ser preguntado que sent¨ªa fueron, 'un gran alivio'. Sin las gafas, con una sonrisa amplia, el estadounidense dijo que se sent¨ªa especialmente orgulloso de haber ganado en un campo tan exigente, 'donde cualquier error, por m¨¢s peque?o que sea, se magnifica y donde no puedes perder la concentraci¨®n por un instante'.
El que s¨ª perdi¨® la concentraci¨®n, y de manera catastr¨®fica, fue el caddy del gal¨¦s Ian Woosnam. Woosnam, ganador del Masters de Augusta, hab¨ªa estado jugando tan mal este a?o que le hab¨ªa dicho a amigos que estaba pensando retirarse del golf profesional. Royal Lytham fue su resurrecci¨®n. Jug¨® magn¨ªficamente el s¨¢bado y empez¨® ayer entre los cuatro primeros, con -6. Tras hacer un birdie en el primer hoyo descubri¨® que su caddy hab¨ªa cargado quince palos. Los reglamentos dicen que s¨®lo se pueden llevar 14. Con lo cual fue penalizado con dos golpes y un -7 se convirti¨®, sin pegar una bola, -5. An¨ªmicamente destrozado -'fue una pesadilla', dijo despu¨¦s- logr¨® recuperarse para acabar tercero con -6, uno por detr¨¢s de Fasth, que tiene la misma edad que Duval y s¨®lo ha ganado un torneo en toda su vida, el Open de la Isla de Madeira en el a?o 2000.
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