Bush y Putin vinculan el futuro escudo antimisiles a un nuevo desarme nuclear

El presidente de Estados Unidos -que ayer se desplaz¨® a Roma, donde hoy ser¨¢ recibido por el Papa en la residencia de Castelgandolfo-, declar¨® su inter¨¦s por alcanzar un nuevo acuerdo que reemplace al tratado de misiles antibal¨ªsticos ABM de 1972. Un tratado que responde al equilibrio de la guerra fr¨ªa y que, a juicio de Bush, debe ser superado. Sin embargo, Putin hab¨ªa mantenido hasta muy recientemente una firme posici¨®n de rechazo al escudo antimisiles. El presidente ruso hab¨ªa amenazado con retirarse de todos los acuerdos sobre armamento estrat¨¦gico firmados en el pasado si Bush segu¨ªa adelante en su plan de construir el escudo antimisiles, que, de hecho, violar¨ªa el tratado ABM. Incluso ha sugerido que Mosc¨² podr¨ªa responder a la ofensiva americana a?adiendo a su arsenal actual misiles de cabezas nucleares m¨²ltiples.

El clima entre ambos dignatarios parece haber cambiado radicalmente. Bush se describi¨® a s¨ª mismo y a su hom¨®logo ruso como 'j¨®venes l¨ªderes, que estamos interesados en forjar un mundo m¨¢s pac¨ªfico'. Putin, por su parte, dijo que la vinculaci¨®n de los dos temas, surgida de la entrevista, ha sido 'inesperada', pero reconoci¨® que ninguno de los dos pa¨ªses est¨¢ a¨²n preparado para entrar en detalles respecto al acuerdo. 'No estamos a¨²n preparados para hablar de los l¨ªmites del umbral o de n¨²meros concretos, pero un inter¨¦s com¨²n existe', dijo Putin en una rueda de prensa separada. 'Si las nuevas conversaciones van bien', a?adi¨® el presidente Putin, 'no tendremos que recurrir a ninguna de las opciones planteadas otras veces', a?adi¨® aludiendo a la amenaza de aumentar el potencial del arsenal ruso.

Los dos l¨ªderes han definido un calendario de negociaciones sobre el futuro marco de estabilidad estrat¨¦gica y est¨¢n, por lo tanto, de acuerdo con ligar la reducci¨®n de los arsenales nucleares y de defensa antimisiles, como Estados Unidos quer¨ªa. Los detalles se ir¨¢n desarrollando en posteriores encuentros. Bush y Putin tienen previsto encontrarse en octubre pr¨®ximo en Shanghai, en la reuni¨®n que celebra la APEC (la Asociaci¨®n de Pa¨ªses de la Costa Este del Pac¨ªfico). Al mismo tiempo, el inquilino de la Casa Blanca invit¨® formalmente a Putin a visitar Washington en fecha que ser¨¢ precisada m¨¢s adelante.

'Nos hemos puesto de acuerdo en encontrar un terreno com¨²n si es posible', dijo ayer Bush, 'y nos esforzaremos al m¨¢ximo por conseguirlo'. En un comunicado conjunto hecho p¨²blico poco antes de que los dos mandatarios abandonaran G¨¦nova, ambos l¨ªderes se?alaron que 'los grandes cambios que se operan en el mundo' les est¨¢n empujando a vincular las medidas de car¨¢cter defensivo con las de car¨¢cter ofensivo.

Cambio de actitud

Los observadores estadounidenses juzgaban ayer de gran importancia este principio de acuerdo y atribu¨ªan el ¨¦xito del encuentro entre el presidente ruso y el l¨ªder americano a un cambio de actitud en el primero, que ha moderado el lenguaje agresivo que ha mantenido hasta hace poco, en relaci¨®n a la propuesta estadounidense de desplegar el escudo antimisiles. Putin intenta controlar el debate sobre esta ambiciosa arma defensiva que, hasta ahora, ha sido manejado sobre todo por los principales l¨ªderes europeos.

La consejera de seguridad de Bush, Condoleezza Rice, viajar¨¢ a Mosc¨² para comenzar a elaborar el orden del d¨ªa de las futuras conversaciones. Todo apunta a que el presidente de Estados Unidos est¨¢ dispuesto a hacer concesiones unilaterales en la reducci¨®n del arsenal nuclear de Estados Unidos a cambio de obtener el visto bueno de Rusia a su proyecto defensivo.