Bush y Putin vinculan el futuro escudo antimisiles a un nuevo desarme nuclear

Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, George W. Bush y Vlad¨ªmir Putin, respectivamente, dieron ayer un inesperado paso hacia una nueva relaci¨®n estrat¨¦gica alejada de la guerra fr¨ªa al vincular el plan estadounidense de construir un escudo antimisiles con la reducci¨®n del arsenal nuclear de ambos pa¨ªses. 'Las armas ofensivas y las defensivas ser¨¢n discutidas como un todo', anunci¨® Putin en G¨¦nova tras la reuni¨®n que mantuvo con Bush al final de la cumbre de los ocho pa¨ªses m¨¢s desarrollados (G-8). Los dos cap¨ªtulos 'est¨¢n unidos estrechamente para crear un nuevo marco estrat¨¦gico en favor de la paz', a?adi¨® Bush.

Putin hab¨ªa considerado hasta ahora que el proyecto del escudo antimisiles de Bush supon¨ªa una violaci¨®n de los tratados sobre armas estrat¨¦gicas. Al aceptar negociar una reducci¨®n de los arsenales, Washington garantiza a Mosc¨² que no busca la superioridad nuclear, condici¨®n necesaria para que Putin acepte el sistema antimisiles de Bush. 'No estamos preparados todav¨ªa para hablar de n¨²meros concretos', precis¨® Putin. Por ello, ambos l¨ªderes han establecido un calendario de negociaciones. En octubre mantendr¨¢n una entrevista en Shanghai, y Putin viajar¨¢ posteriormente a Washington.

El acuerdo se produjo tras finalizar ayer en G¨¦nova la cumbre del G-8, sacudida por las manifestaciones de los grupos antiglobalizaci¨®n y por los enfrentamientos entre la polic¨ªa y grupos radicales, con un balance de un muerto y 300 heridos. Lo sucedido en G¨¦nova ha obligado a reducir el formato de las cumbres del G-8, que a partir de ahora se celebrar¨¢n en lugares aislados. La pr¨®xima ser¨¢ en Kananaskis, una peque?a localidad de las Monta?as Rocosas de Canad¨¢ con s¨®lo 350 plazas hoteleras.

Por otro lado, 15 espa?oles continuaban ayer detenidos por su participaci¨®n en las protestas de G¨¦nova.