El metro del futuro
Suspensi¨®n de l¨ªneas (la 9 y la 2), estaciones cerradas (Nuevos Ministerios), accesos cerrados (Usera) y probabilidad de cerrar otros (Arturo Soria, Conde de Casal, Simancas, Garc¨ªa Noblejas).
Teniendo en cuenta que todo lo que sea mejorar las instalaciones y la apertura de nuevas estaciones es, en principio, positivo, surgen, sin embargo, preguntas: ?por qu¨¦ todo esto coincide en el tiempo?
?No ser¨ªa mejor realizar las obras de una en una y as¨ª no perjudicar a los usuarios? ?Por qu¨¦ tanta prisa? ?Es que hasta ahora no eran necesarias esas obras? ?Es que ahora a Metro le sobra el dinero? ?Por qu¨¦ construir una l¨ªnea r¨¢pida al aeropuerto sin hacer parada en un barrio necesitado de metro como Pinar del Rey?
?Por qu¨¦ si la mayor¨ªa de los usuarios del metro lo utilizan para ir a trabajar no se construyen l¨ªneas que unan barrios y trabajadores a sus centros de trabajo en vez de la l¨ªnea del aeropuerto? ?Por qu¨¦ se gastan miles de millones en un canal privado de televisi¨®n?
Algo es evidente: Metro no tiene dinero para hacer las ampliaciones, y entonces, ?c¨®mo lo consigue? Por una parte (l¨ªnea 8), de fondos de la Uni¨®n Europea, y por otra (metrosur), endeud¨¢ndose con bancos por cientos de miles de millones, hipotecando hasta la recaudaci¨®n de las taquillas.
Pero no se conforma con gastar el dinero p¨²blico (de todos, aunque parezca que lo pagan ellos cuando inauguran estaciones), sino que act¨²an como una empresa privada para obtener dinero, aumentan los ingresos subiendo las tarifas de manera abusiva y reducen costes de varias formas: por un lado, ajustando la oferta a la demanda (las famosas encuestas del n¨²mero de viajeros), tanto que lleva a reducir el n¨²mero de trenes a niveles insoportables, y, por otra, firmando un pacto con varios sindicatos que implica que en los pr¨®ximos cuatro a?os los empleados de Metro no tendr¨¢n subida salarial, ya que el aumento del sueldo s¨®lo se produce como consecuencia de un aumento de la productividad y es motivado por el ahorro ocasionado por la misma. Esto lo notar¨¢n los usuarios en un empeoramiento de la calidad del servicio, en principio en metrosur, y en un futuro pr¨®ximo en todo Metro, ya que el n¨²mero de empleados para atenderles disminuir¨¢ en un 50% aproximadamente (de hecho, en el metrosur no habr¨¢ taquillas).
Si entre todos no ponemos remedio, dentro de poco en las estaciones s¨®lo habr¨¢ m¨¢quinas y vigilantes con uniformes paramilitares. ?Ese mundo feliz es el que queremos para el futuro? Si a esto le a?adimos que en ese pacto para los pr¨®ximos cuatro a?os se va a dividir el Metro por l¨ªneas, que funcionar¨¢n de manera independiente unas de otras, tenemos el cuadro perfecto para la privatizaci¨®n, empezando por las m¨¢s rentables.
O sea, que primero se gasta, con prisa, nuestro dinero en infraestructuras, trenes, canales de televisi¨®n, etc¨¦tera, para luego venderlo todo, por cuatro pesetas y media, a un empresario privado que se forrar¨¢ (ya que no tendr¨¢ que hacer ninguna inversi¨®n) gracias al esfuerzo de todos los usuarios y empleados.
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