Poco toro y mucha guita
El encierro de N¨²?ez anovillado, sin raza, sin casta, sin presencia ni fuerza, y del tama?o aproximado de un carret¨®n, hizo exclamar a un aficionado: 'Ya se sabe, las figuras, poco toro y mucha guita'.
Los de don Joaqu¨ªn resultaron ser ese producto de crianza ganadera especial para figuras,sin emoci¨®n, aborregados y tontos.
Manuel Caballero, torero lucido con otra clase de ganado, cuando le sale el toreo artista se despega en exceso, abusa de pico, sosea, se deja enganchar los enga?os en demas¨ªa, poni¨¦ndose cursi como para dar la importancia que su torete primero no ten¨ªa. En su segundo hizo un bis de 75 pases insulsos para finalizar con el tres en uno. Con la espada, un pinchauvas.
N¨²?ez / Caballero, Tom¨¢s, Morante
Toros de Joaqu¨ªn N¨²?ez, anovillados,, justos de fuerza; 4?, ovacionado. Manuel Caballero: dos pinchazos, estocada trasera tendida -aviso- y dobla el toro (silencio); dos pinchazos y estocada trasera contraria (ovaci¨®n y saludos). Jos¨¦ Tom¨¢s: estocada ladeada (oreja); pinchazo y estocada delantera ca¨ªda (silencio). Morante de la Puebla: pinchazo -aviso-, media, rueda de peones y dos descabellos (silencio); dos pinchazos, estocada ca¨ªda, dos descabellos -aviso- y tres descabellos (silencio). Plaza de Santander, 24 de julio. 4? corrida de feria. Casi lleno.
Jos¨¦ Tom¨¢s, el deseado, no tanto como para llenar la plaza, ante su bobo primero fundament¨® su faena sobre la mano izquierda, pisando buen sitio, queriendo poner la emoci¨®n que le faltaba al novillete. Sin sentimiento. En su haber, la variedad con la que iniciaba y terminaba sus series, cambios por la espalda, faroles y molinetes de salida.
A peor
En su segundo fue a peor, ausente, perdido, sin sitio, enganchado, arrollado, todo dentro de un silencio inconcebible, sin una protesta. Parece pesarle ya la temporada. Su apat¨ªa, su falta de confianza acarrean la p¨¦rdida de personalidad que le llev¨® a ilusionar al aficionado. Incluso una voz femenina le increp¨®: 'Tom¨¢s, si no lo veo no lo creo'. Esto produjo divisi¨®n de opiniones en los tendidos. Unos rieron la gracia confirmando la situaci¨®n y otros, los m¨¢s fieles seguidores del torero, le animaron con sus aplausos. No preocuparse, repite hoy.
Morante de la Puebla qued¨® in¨¦dito con su famoso capote, aunque lo intent¨® con el que cerr¨® festejo. En su primero, distante con la derecha y perdido con la izquierda. Enganchado y embarullado en ambos casos. En su segundo, desastroso en un intento de faena sin ton ni son. Finaliz¨® su actuaci¨®n pegando un sainete con la espada.
Ayer, al contrario que la esperanzadora resurrecci¨®n de los torrestrellas, el personal sali¨® bostezando de la plaza, por insoportable tost¨®n que ofrecieron los toros y los desacertados artistas que compon¨ªan el cartel. Como la esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde, los que padecen tomasitis velan armas esperanzadoras para hoy.
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