El Gobierno pedir¨¢ en su mandato de la UE apoyo a las ONG para 'aislar a los violentos'

M¨¢s de 60 reuniones internacionales, entre seminarios, foros regionales, consejos informales, cumbres trasatl¨¢nticas y consejos europeos se celebrar¨¢n en los cuatro puntos de la geograf¨ªa espa?ola entre enero y julio de 2002. Pero cinco de ellas concentran las preocupaciones del Gabinete, porque su relevancia es la adecuada para atraer a un movimiento antiglobalizaci¨®n que ha tomado este tipo de evento como centro de sus manifestaciones, con la excrecencia lamentable de unos comandos de guerrilla urbana que nadie piensa que vayan a desaparecer f¨¢cilmente.

Inaugura este calendario de riesgo la cumbre de primavera de los jefes de Gobierno de los Quince, en Barcelona, el 15 y 16 de marzo; el Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Finanzas (ECOFIN), menos espectacular pero susceptible de concentrar protestas por su contenido, se reunir¨¢ en Oviedo, entre el 12 y 14 de abril; diez d¨ªas m¨¢s tarde, en Valencia, ser¨¢ el turno de la Conferencia Euromediterr¨¢nea; para el 17 y 18 de mayo est¨¢ convocada en Madrid la cumbre de la UE con Latinoam¨¦rica y el Caribe, que concentrar¨¢ a 50 jefes de Estado o de Gobierno; por ¨²ltimo, el 21 y 22 de junio volver¨¢ a reunirse, en Sevilla, el Consejo Europeo.

Una llamada Unidad de Apoyo, integrada por un director general y seis vocales asesores, organiza desde la Presidencia del Gobierno estos eventos principales y otra media docena de reuniones m¨¢s. La Unidad administra un presupuesto de 8.000 millones de pesetas para financiar alquileres de sedes y obras de acondicionamiento, desplazamientos, las comunicaciones de las delegaciones y de la prensa, e incluso su manutenci¨®n y el alojamiento del jefe de cada delegaci¨®n y de dos colaboradores. Pero el presupuesto de seguridad, que se prev¨¦ sustancioso, va aparte. Ser¨¢ financiado directamente por el Ministerio del Interior, que, debido a esa circunstancia, requerir¨¢ fondos adicionales para el pr¨®ximo a?o.

Espa?a puso gran insistencia el pasado mes de diciembre en Niza en conservar las sedes de toda las reuniones correspondientes a su semestre europeo, a pesar de que el Consejo reunido en aquella localidad francesa decidi¨® terminar con el h¨¢bito de la itinerancia y otorgar de modo permanente a B¨¦lgica la organizaci¨®n de al menos dos de las cuatro cumbres anuales de la UE. En aquel momento, una reuni¨®n europea era sin duda la ocasi¨®n perfecta para el desarrollo de una ciudad, pero con el estallido de la violencia, las cumbres han empezado a ser un regalo envenenado.

Los organizadores del semestre espa?ol conf¨ªan, de hecho, en que los excesos de Gotemburgo y G¨¦nova hayan tenido que ver con el protagonismo que tuvo en ambas reuniones el presidente de Estados Unidos, George Bush, y que durante el semestre espa?ol las aguas vuelvan al cauce normal europeo, tradicionalmente m¨¢s tranquilo.

No est¨¢ previsto que los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a las cumbres espa?olas se alojen en bases ni otras instalaciones militares, como ocurri¨® en G¨¦nova, sino en hoteles. En Barcelona, en los que hay al final de la Diagonal, ya que las reuniones se celebrar¨¢n en el Palacio de Congresos vecino; en Valencia, la sede ser¨¢ el nuevo Museo de las Artes y las Ciencias y los hoteles tampoco est¨¢n lejos; en Madrid, la cumbre latinoamericana se celebrar¨¢ en el Palacio Municipal de Congresos, junto al Parque Juan Carlos I, mientras los alojamientos se encuentran en el eje de la Castellana; la sede sevillana ser¨¢ el Palacio de Congresos, tambi¨¦n hacia las afueras, pero los hoteles ser¨¢n los del centro. En Oviedo, todav¨ªa se busca sede.

'Existe una preocupaci¨®n razonable. Interior est¨¢ evaluando la situaci¨®n y ha nombrado un coordinador para temas de la presidencia europea que trata tambi¨¦n con las autoridades auton¨®micas cuando es necesario', indica una fuente del Gobierno.

La misma fuente reconoce que las polic¨ªas europeas, incluida la espa?ola en los sucesos de Barcelona del pasado junio, han dado muestras de inexperiencia para afrontar este tipo de conflictos callejeros, muy infrecuentes en los ¨²ltimos 20 a?os. El 13 de julio se celebr¨® en Bruselas un Consejo de Justicia e Interior orientado precisamente a remediar esos fallos.

Con esas informaciones, se pondr¨¢ en marcha la medida preventiva m¨¢s b¨¢sica: la reintroducci¨®n temporal de los controles en las fronteras interiores, que suspende el derecho de libre circulaci¨®n sancionado por los acuerdos de Schengen y permite impedir la entrada de sujetos sospechosos.

'En este asunto, el riesgo de cualquier actuaci¨®n contundente es que enseguida se acusa al Gobierno de vulnerar la libertad de manifestaci¨®n, que nadie pone en duda', afirma una fuente gubernamental. De ah¨ª, la reiterada voluntad de recurrir al di¨¢logo y la esperanza de que las ONG cooperen con las autoridades para marginar a los violentos. Se estudian iniciativas, pero todav¨ªa no hay nada concreto. El ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, ha puesto alg¨²n l¨ªmite al desarrollo de ese di¨¢logo, al afirmar que la representatividad del movimiento antiglobalizaci¨®n no es nunca comparable con la de un Gobierno electo.