Consumir a conciencia
Grupos de consumidores compran art¨ªculos ecol¨®gicos a peque?os productores aun a costa de pagar m¨¢s
'Si estoy en contra de las multinacionales, voy a la marcha antiglobalizaci¨®n y despu¨¦s me voy al supermercado y compro un producto hecho con el sudor de un obrero mal pagado, entonces me cargo todo el esfuerzo que hice en la protesta', asegura Albert Ferr¨¦, socio de la cooperativa de consumidores Germinal, situada en el n¨²mero 47 de la calle de Rossend Ar¨²s, en el barrio de Sants.
Esta cooperativa naci¨® en 1994, cuando varias personas se unieron para comprar productos elaborados siguiendo los principios que ellos proclaman: que el coste permita un salario digno para los agricultores y productores en general, que el proceso de producci¨®n sea respetuoso con el medio ambiente y que la mercanc¨ªa no contenga productos qu¨ªmicos.
Los promotores defienden un salario digno para los agricultores y el respeto por el ciclo natural
Hoy, s¨®lo en Barcelona y su ¨¢rea metropolitana funcionan siete centros de consumidores que re¨²nen a un total de 300 personas que compran tanto para familias numerosas como individualmente. En el resto de Espa?a hay 21 cooperativas m¨¢s. No forman parte de ning¨²n partido pol¨ªtico ni tienen lazos con ayuntamientos. No hay un m¨ªnimo de compra y cualquiera puede ser socio.
En los centros tienen todo tipo de productos: alimentos, art¨ªculos de limpieza y para la higiene personal, papel reciclable, y hasta ropa infantil hecha con algod¨®n y lino biol¨®gico.
Los productos que venden estas cooperativas son m¨¢s caros que los del supermercado. Las cooperativas no ganan dinero, pagan m¨¢s, pero lo prefieren para defender los productos naturales. 'Respetar los ciclos naturales y pagar dignamente a los productores encarece el producto final. Los productos agr¨ªcolas se pagan por debajo de su precio real. Si se les pagara como se debe a los agricultores, y se produjera respetando el medio ambiente, la fruta y la verdura no valdr¨ªan lo que valen', explica Albert Ferr¨¦.
'Los que compramos en estas cooperativas tenemos una ideolog¨ªa determinada y ponemos nuestras prioridades por delante. Tal vez iremos menos al cine o gastaremos menos en otras cosas, pero somos consecuentes con lo que pensamos', dice una compradora de la cooperativa de Ciutat Vella, formada por estudiantes y personas con salarios modestos.
Uno de los objetivos de estas cooperativas es bajar el coste de los productos ecol¨®gicos para volverlos accesibles y competitivos con los del resto del mercado. Afirman que eliminando el gasto de los intermediarios logran disminuir el precio para que sea s¨®lo un 25% m¨¢s caro que en las tiendas.
Pero adem¨¢s formar parte de una de estas agrupaciones lleva m¨¢s esfuerzo. Alguien debe encargarse de buscar los productos y llevarlos al local, repartirlos en las cajas de los socios, realizar el control de calidad, mantener la limpieza y organizar las cuentas, los cobros y los pedidos.
Este trabajo lo realizan, en grupos rotativos, los mismos afiliados. Seg¨²n Ferr¨¦, lleva alrededor de dos horas semanales. 'El participante anota lo que quiere adquirir. Calculamos y realizamos la compra total, y despu¨¦s separamos los productos frescos y los colocamos en las cajas de cada afiliado. Las conservas las ponemos en estantes, como si fuera un supermercado. Despu¨¦s vienen los socios, se llevan el producto y pagan', explica Ferr¨¦.
En Germinal el precio del producto es el del fabricante y se le agrega un plus que se utiliza para pagar el alquiler del local, la luz y los gastos de transporte. Para ser socio se debe abonar un dep¨®sito de 5.000 pesetas, que se devuelven cuando el asociado decide irse. Adem¨¢s se cobra una cuota de 500 pesetas mensuales, que se guardan en un fondo social para ser utilizada en los casos en que hay que pagar alg¨²n arreglo.
No todos los centros funcionan igual, pero tienen criterios similares. Como m¨ªnimo una vez al a?o, sus miembros realizan una reuni¨®n con los productores y verifican los procesos de producci¨®n. Y a veces, surgen problemas. 'Ten¨ªamos un proveedor de productos l¨¢cteos que tuvo una serie de conflictos. No pod¨ªa comprar m¨¢s vacas y se las financiamos con el fondo que hab¨ªamos juntado. Devolvi¨® el dinero directamente con yogures', dice Ferr¨¦.
En los ¨²ltimos a?os la gente que llega a estas cooperativas est¨¢ aumentando y se abren nuevos centros en los barrios. Llegan personas muy variadas, desde los que buscan comida sana hasta antiglobalizadores. Germinal proclama en sus folletos que est¨¢ contra el 'enriquecimiento basado en la destrucci¨®n del entorno y la opresi¨®n de los pa¨ªses del sur'.
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