Hospitalizada la reina madre inglesa en v¨ªsperas de su 101? cumplea?os

'No hay motivo para alarmarse', declar¨® sir Alistair Aird, secretario privado de la reina madre, quien asegur¨® que ¨¦sta asistir¨¢ a los actos previstos para celebrar el pr¨®ximo s¨¢bado el 101 aniversario de su nacimiento. La reina Isabel mantuvo a lo largo del d¨ªa su agenda tal y como estaba prevista.

El pasado martes, los portavoces de la reina madre explicaron que se encontraba muy d¨¦bil y achacaban ese estado a un golpe de calor como consecuencia del tiempo excepcionalmente estival con que el Reino Unido ha despedido la ¨²ltima semana de julio. Pero ayer su debilidad se mantuvo y los m¨¦dicos consideraron conveniente someter a la anciana reina madre a una transfusi¨®n de sangre para combatir la anemia detectada por los an¨¢lisis a que hab¨ªa sido sometida. La madre de Isabel II entr¨® en el hospital por su propio pie, ayud¨¢ndose como siempre de dos bastones pero sin necesitar apenas el auxilio de su s¨¦quito.

La reina madre ha gozado siempre de una salud de hierro, apenas puesta en cuesti¨®n por accidentes como el que sufri¨® en noviembre de 2000, al caer en su residencia de Clarence House y fracturarse la clav¨ªcula. Sufre los males que aquejan a cualquier anciano de su edad y en los ¨²ltimos a?os ha ingresado varias veces en el hospital Rey Eduardo VII para que le implantaran pr¨®tesis en la cadera o someterse a una operaci¨®n de cataratas.

Los brit¨¢nicos tienen adoraci¨®n por la reina madre, cuya simpat¨ªa y popularidad contrasta con la frialdad de trato de su hija, la reina Isabel. El a?o pasado, la reina madre celebr¨® sus 100 a?os de vida. Por primera vez desde hac¨ªa 54 a?os, la madre y sus dos hijas acudieron juntas al palco real del Covent Garden, donde asistieron a una representaci¨®n de ballet.

[La popularidad adquirida por la reina madre durante sus 70 a?os de servicio destaca frente a los altibajos en la relaci¨®n de la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos con el resto de la familia real. Despu¨¦s de que su marido ascendiera inesperadamente al trono en 1936, fue ella quien mantuvo unida a la familia real, trabajando sin descanso para mantener su reputaci¨®n y popularidad mientras ca¨ªan las barreras del viejo orden y de las clases, seg¨²n recuerda Reuters. Entre sus gestos m¨¢s recordados, su permanencia en Londres durante los bombardeos alemanes.]