'LA POBREZA CARECE DE BELLEZA, PERO TE ENSE?A A VIVIR'
Hace siete meses, Jes¨²s S¨¢enz, un economista curtido en el movimiento asociativo, lo dej¨® todo para explorar la miseria de la Rep¨²blica Dominicana. Ahora quiere llegar a Hait¨ª.
Cuando le dijeron que se iba a la Rep¨²blica Dominicana, pens¨® que le estaban tomando el pelo. Poco despu¨¦s, Jes¨²s S¨¢enz, economista malague?o de 32 a?os, descubri¨® el reverso de las postales de arena n¨ªvea y cocoteros que env¨ªan miles de turistas desde la isla. Lo que vio no le gust¨®, pero se qued¨® enganchado. Ahora cumple siete meses como coordinador del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) en el pa¨ªs, y confiesa que tiene ganas de invadir Hait¨ª, la naci¨®n vecina y la m¨¢s pobre del mundo.
S¨¢enz defiende que 'la pobreza carece en absoluto de belleza'. 'Ves gente que vive en medio de la mierda, con todo tipo de carencias, explotada, ego¨ªsta, que asume como normales cosas que a nosotros nos parecen censurables, como los abusos policiales o el pillaje', argumenta.
S¨¢enz comenz¨® su labor en Los Mina, un enorme barrio marginal de Santo Domingo donde mueren las esperanzas de las miles de personas que emigran de las zonas rurales. 'All¨ª trabajamos desde la creaci¨®n de infraestructuras y programas de salud, hasta la concesi¨®n de microcr¨¦ditos o la ayuda a mujeres maltratadas', explica, 'pero pronto nos dimos cuenta de que si nos limit¨¢bamos a esto, Los Mina terminar¨ªa convirti¨¦ndose en un reclamo para la gente que vive a¨²n peor. As¨ª que extendimos nuestro trabajo a esas zonas'.
De este modo pasaron a los bateyes, las m¨ªseras aglomeraciones de chamizos donde habitan los cortadores de ca?a de los latifundios. 'En estos lugares se cometen abusos tremendos', cuenta. 'Una pr¨¢ctica muy com¨²n es contratar haitianos que cruzan la frontera ilegalmente y, cuando llega el d¨ªa de pago, llamar a la polic¨ªa para que los deporte'. En la actualidad, el MPDL est¨¢ extendiendo sus proyectos hacia la frontera con Hait¨ª donde, aparte de estar todo por hacer, se puede trabajar en la prevenci¨®n del hist¨®rico rechazo de la poblaci¨®n dominicana hacia el negro haitiano, algo que al economista Jes¨²s S¨¢enz le preocupa enormemente.
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