Marcas estratosf¨¦ricas

Greene gan¨® su serie con 9,88 segundos, a nueve cent¨¦simas del r¨¦cord mundial. Pero las noticias fueron excelentes en todas las dem¨¢s series. Tim Montgomery confirm¨® que est¨¢ en disposici¨®n de apurar al plusmarquista mundial. Logr¨® una marca de 9,92s, a pesar de que se retuvo mucho en los ¨²ltimos veinte metros. Otro estadounidense, Bernard Williams, el m¨¢s prometedor de la nueva generaci¨®n, gan¨® su serie con 9,95s. Pero el nombre de sprinter del futuro se anunci¨® en la tercera serie. Con s¨®lo 18 a?os, el brit¨¢nico Mark Lewis-Francis gan¨® con 9,97s, r¨¦cord mundial j¨²nior. Nadie tan joven ha causado tanta sensaci¨®n en los 100 metros. Lo anunci¨® el pasado a?o Donovan Bailey: "Mark Lewis ser¨¢ el campe¨®n ol¨ªmpico en Atenas". Por ahora, el atleta de Birmingham es un adelantado a su edad.

Greene es la clase de atleta que desborda confianza en sus posibilidades. Con el ego que se espera en el m¨¢s r¨¢pido del mundo, parece un escal¨®n por encima de todos los rivales que encontrar¨¢ en la final de hoy. En los ¨²ltimos cuatro a?os ha ganado todo: dos veces campe¨®n mundial, campe¨®n ol¨ªmpico, plusmarquista de la distancia. Su efecto comienza a ser disuasorio porque nadie ha logreado aproximarse a sus tiempos en las grandes finales. Greene tiene sentido de la oportunidad y sus adversarios lo saben. En las ¨²ltimas semanas ha ganado las principales pruebas del Gran Prix, a pesar de una tendinitis en la rodilla que le impidi¨® competir en algunas reuniones. Medio cojo, hab¨ªa sido el ¨²nico capaz de bajar de forma consistente de los 10 segundos. No dispone de la mejor marca de la temporada porque en Oslo ocurri¨® un milagro. Tim Montgomery, el liviano y t¨ªmido compa?ero de entrenamiento de Marion Jones, venci¨® con 9,84 segundos, lo que le convierte en el segundo atleta m¨¢s r¨¢pido de la historia, despu¨¦s de Greene.