A medio dedo del bronce
Manolo Mart¨ªnez logra el mejor puesto de la historia de un lanzador espa?ol, pero se queda a dos cent¨ªmetros de la medalla
Pocas veces se ha visto tanta desolaci¨®n en el atletismo espa?ol por un cuarto puesto. Menos a¨²n en el lanzamiento de peso, especialidad tan orillada que pr¨¢cticamente no exist¨ªa. Pero as¨ª son las cosas cuando aparece un fen¨®meno que desbarata todas las teor¨ªas pesimistas y se enfrenta inter pares a los mejores. Manolo Mart¨ªnez, que se da?¨® su dedo anular en su tercer intento, se qued¨® a dos cent¨ªmetros del bronce y no pudo ocultar su frustraci¨®n. No import¨® la evidencia de su progresi¨®n: en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000 fue el sexto, con 20,55 metros, entonces r¨¦cord espa?ol. Su mejor tiro en Edmonton fue de 20,91, marca honorable que no le sirvi¨® para superar al finland¨¦s Arsi Harju, con 20,93.
Vista su actuaci¨®n con perspectiva, el ¨²nico posible reproche a Mart¨ªnez es su dificultad para lograr un lanzamiento en los l¨ªmites de su plusmarca nacional (21,24 metros). Sin embargo, los r¨¦cords son excepci¨®n, no norma, por lo que se le puede dar un notable. Entre los Juegos y los Mundiales ha mejorado casi medio metro, palabras mayores. Tampoco puede sentirse frustrado en una competici¨®n que dio la victoria al estadounidense John Godina, el mejor de los ¨²ltimos diez a?os. Otro ilustre, el tambi¨¦n norteamericano Adam Nelson, fue segundo, con 21,24, fuera de los m¨¢rgenes que hab¨ªa marcado en su serie. Ese tiro fue inmediatamente despu¨¦s del mejor de Mart¨ªnez, que no se recuper¨® en sus dos ¨²ltimos.
Mart¨ªnez pareci¨® liberarse despu¨¦s de su primer lanzamiento. Con 20,78 metros, se coloc¨® en una posici¨®n ideal para mejorar poco a poco en los cinco tiros posteriores. Pero la serie no le funcion¨® bien. 'En el segundo tiro se me revent¨® la mano', explica, 'y no quiero disculpas, pero afecta'. Hizo nulo en el segundo y lo mismo le sucedi¨® en el tercero. Para entonces, estaba clara la victoria de Godina y la derrota del joven surafricano Janus Robberts, que hab¨ªa impresionado en la serie matinal de clasificaci¨®n y que ahora sal¨ªa eliminado con unas marca mediocre. En el cuarto intento, Mart¨ªnez respir¨® por fin: 20,91. 'Intent¨¦ lanzar t¨¦cnicamente bien, sin forzar la mano, que es lo menos importante'. Estaba cerca de sus mejores lanzamientos de la temporada y figuraba en la tercera posici¨®n. La medalla era posible. Ten¨ªa por delante al inalcanzable Godina, con 21,88, y al campe¨®n ol¨ªmpico, Harju, con 20,93. Pero entonces se descolg¨® Nelson con un tiro de 21,24 metros que oblig¨® a Mart¨ªnez a remar contra la marea.
No hubo reacci¨®n en los dos ¨²ltimos intentos. Durante toda la prueba, el espa?ol hab¨ªa permanecido aislado de sus rivales. Caminaba arriba y abajo con gesto abstra¨ªdo, sin mirar a la grada del fondo, donde Carlos Bur¨®n, su entrenador, ocultaba la tensi¨®n con una actitud impasible. Mart¨ªnez no pareci¨® impresionado por la dificultad de sus dos ¨²ltimos lanzamientos. Continu¨® su rutina. De vez en cuando, botaba un poco y efectuaba un tiro imaginario, como si repasara una y otra vez la pel¨ªcula t¨¦cnica. Ten¨ªa un desaf¨ªo posible: s¨®lo dos cent¨ªmetros le separaban de Harju. Tendr¨ªa que conseguirlo en apenas 1,6 segundos, pues la secuencia de cada lanzamiento es de 80 cent¨¦simas. Hac¨ªa calor, circunstancia que no le gusta, y la tensi¨®n era evidente. Estaba ante uno de los sue?os de su vida. No lo hizo realidad y no pudo ocultar su decepci¨®n. Se alej¨® con gesto serio de la zona de lanzamientos, tir¨® la mu?equera al suelo y se sent¨® en un banco. All¨ª permaneci¨® inerme durante varios minutos. En la grada, Bur¨®n tambien guardaba silencio. S¨®lo despu¨¦s de un largo rato hizo un comentario: 'Esperaba algo mejor'. 'Yo me voy muy satisfecho', dijo ayer Mart¨ªnez.
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