Ba?o en seco
Le llaman pie de atleta para que no parezca tan asqueroso, pero la denominaci¨®n correcta es ti?a podal. Se suele pillar en duchas, saunas y otros para¨ªsos artificiales. En la farmacia me recomiendan que, cada 12 horas, me aplique en la zona afectada una soluci¨®n de clotrimazol, un antimic¨®tico de amplio espectro. 'Es uno de los riesgos habituales de las piscinas', a?ade la farmac¨¦utica. En el Mosby, el diccionario preferido de los hipocondriacos, puede leerse que la ti?a podal es una 'infecci¨®n f¨²ngica cr¨®nica, superficial, localizada en el pie, especialmente en la piel existente entre los dedos en las plantas'. Ten¨ªa previsto viajar hasta Roses y visitar la piscina del hotel Almadraba Park, un ejemplo solvente de piscina de agua salada junto a la cual puede saborearse un excelente men¨²-piscina, esa forma gastrol¨²dica que permite a los adictos no alejarse del agua. Es un caso curioso. Una piscina junto al mar, formando una especie de redundancia po¨¦tica de horizonte artificial sobre horizonte fet¨¦n. Puede parecer il¨®gico, pero la mayor densidad de piscinas se da cerca del mar. El viaje queda pospuesto, pues, por razones de salud y porque, adem¨¢s, est¨¢ lloviendo a c¨¢ntaros, aunque ni el chaparr¨®n m¨¢s intenso podr¨¢ borrar los recuerdos que guardo de aquel rinc¨®n de mundo (tan buenos como los de la piscina del hotel Sa Punta, en la playa de Pals, un poco m¨¢s grande y con agua todav¨ªa m¨¢s fr¨ªa).
El 'chulopiscinismo' que practica Alain Delon es de alto nivel. Sabe llevar gafas de sol y meter tripa cuando conviene
Mi pie infectado necesita dos d¨ªas de reposo que invierto en viajar mentalmente al universo en constante expansi¨®n de las piscinas. Hoy me ha llegado el v¨ªdeo que compr¨¦ por Internet (www.alapage.com) de la versi¨®n original de La piscine, largometraje dirigido por Jacques Deray en 1968, el a?o en el que ocurri¨® casi todo. No tiene ning¨²n m¨¦rito: en casi todas las pel¨ªculas salen piscinas, sobre todo en las pornogr¨¢ficas. En este caso, se trata de un thriller er¨®tico-sentimental en el que Romy Schneider interpreta a una madura mujer a la que le gusta que le rasquen y azoten la espalda. Alain Delon, por su parte, da vida a un chulopiscinas que, de tan existencialista, acaba ahogando a su amigo Maurice Ronet, a cuya hija Jane Birkin, dicho sea de paso, se ha beneficiado la noche anterior. La piscina, situada en un jard¨ªn de Saint-Tropez, es el espacio dram¨¢tico alrededor del cual se desarrolla la acci¨®n y permite presenciar un desfile de bikinis, b¨®xers estampados y alg¨²n que otro decepcionante top-less. El chulopiscinismo que practica Delon es de alto nivel. Sabe llevar gafas de sol, meter tripa cuando conviene, andar como si acabase de bajarse de un imaginario caballo y encender un cigarrillo sin que se le apague la llama del encendedor. Tiene una elegancia de barrio, m¨¢s cercana a la imperfecci¨®n arrogante de Robert de Niro cuando, en la piscina del Bronx de Toro salvaje, le tira los tejos a una rubia de bote que a la perfecci¨®n cl¨¢sica de un, pongamos, Greg Louganis. ?Que qui¨¦n es Greg Louganis?
Louganis es uno de los mejores saltadores de trampol¨ªn de toda la historia. Naci¨® el 29 de enero de 1960. Sus padres, un samoano y una irlandesa de 15 a?os seg¨²n algunas fuentes y un samoano y una sueca de 16 seg¨²n otras, dieron a luz a un hijo que fue adoptado por un griego y registrado con el nombre de Gregory Efthimious Louganis, Greg para los amigos. Las biograf¨ªas m¨¢s amarillas dicen: 'Debido a sus or¨ªgenes samoanos y a una dislexia, fue considerado retardado y sufri¨® todo tipo de prejuicios raciales. Para huir de este trauma comenz¨® a abusar de las drogas y del alcohol'. En su autobiograf¨ªa, titulada Breaking the surface, Louganis cuenta su versi¨®n y habla abiertamente de su homosexualidad y de su compromiso a favor de los enfermos del sida, que le llev¨® a hacer p¨²blica su condici¨®n de seropositivo. Cuando compet¨ªa, recuerdo haberle visto por televisi¨®n (juegos ol¨ªmpicos de Los ?ngeles y de Se¨²l), sonriendo, relajado, escuchando m¨²sica a trav¨¦s de sus walkman, con una beat¨ªfica expresi¨®n que, una vez en lo alto del trampol¨ªn, cuando levantaba los brazos de espaldas al agua para realizar uno de sus incre¨ªbles saltos, le convert¨ªan, m¨¢s que en chulopiscinas, en un ¨¢ngel. Porque esa es la diferencia entre los unos y los otros: la calidad de sus saltos. Desde hace tiempo, los trampolines est¨¢n mal vistos en las piscinas. Son fuente de accidentes y, por prudencia, se han ido retirando. La modalidad m¨¢s extendida en esta especialidad ya lo dice todo: triple salto mortal. Incluso Louganis se peg¨® un golpe en la cabeza en los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l y dej¨® tras de s¨ª una terrible estela de sangre seropositiva. 35 minutos m¨¢s tarde, tras hab¨¦rsele aplicado tres puntos de sutura, regres¨® a la piscina para ganar, no faltar¨ªa m¨¢s, otra medalla de oro.
Hoy, aprovechando este par¨®n f¨ªsico-climatol¨®gico en el camino, tambi¨¦n culmino mis pesquisas sobre construcci¨®n de piscinas. ?Es muy dif¨ªcil construirse una piscina? ?Cu¨¢nto cuesta? ?Hay que endeudarse? ?Se tarda mucho? La respuesta a todas estas y a muchas m¨¢s preguntas es la misma que, con invariable retint¨ªn de superioridad, todas las fuentes consultadas me han repetido hasta la saciedad y no puede ser m¨¢s decepcionante y previsible: depende. Hay que joderse con el 'depende'. Depende de si tengo terreno donde instalarla. Depende de qu¨¦ tipo de terreno. Depende de las medidas de la piscina. Depende de la calidad del agua. Depende de si la quiero de gunite, encofrado o fibra de vidrio-poliester, con revestimiento de loseta o apertura telesc¨®pica, con escaleras o duchas, descalcificador o limpiafondos autom¨¢tico. Depende de la prisa que tenga en que me la construyan. Entre las muchas virguer¨ªas que me ofrecen como posibilidad para esta hipot¨¦tica piscina que no construir¨¦ para ahorrarme la disuasoria ambig¨¹edad del depende, me llama la atenci¨®n el lasernett, una barrera laser para piscinas que dispara una alarma cada vez que un ni?o se acerca al agua. Deber¨ªan instalar algo parecido en todos los vestuarios y disparar las alarmas cada vez que se acerca la molesta y humillante ti?a podal.
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