Los inmigrantes de Barcelona duermen a cubierto gracias a sindicatos y ONG
El Gobierno dice que har¨¢ 'un esfuerzo' para alojar a los africanos, pero no lo concreta
M¨¢s de 200 subsaharianos durmieron anoche en los locales de CGT. El sindicato los ofreci¨® temporalmente a los inmigrantes expulsados el lunes de la plaza de Catalunya, donde pernoctaban desde mayo, en una reuni¨®n en la que varias ONG plantearon adem¨¢s convocar una acampada reivindicativa ante la Delegaci¨®n del Gobierno. La propuesta se desestim¨® finalmente y el sindicato cedi¨® su sede de la Via Laietana a los inmigrantes.
De esta forma, despu¨¦s de tres d¨ªas sin apenas dormir ni comer, los subsaharianos evitaron pasar una nueva noche al raso, mientras las administraciones segu¨ªan culp¨¢ndose mutuamente de la situaci¨®n de este colectivo. A ¨²ltima hora de la tarde, el Ayuntamiento, la Generalitat y la Delegaci¨®n del Gobierno se reunieron para abordar conjuntamente la cuesti¨®n. La presi¨®n de sindicatos, ONG, organizaciones vecinales, partidos y el S¨ªndic de Greuges (el Defensor del Pueblo en Catalu?a) forz¨® el encuentro, que se sald¨® con graves discrepancias. La Generalitat y el ayuntamiento formaron un frente reclamando la aplicaci¨®n del Reglamento de Extranjer¨ªa, que fija una partida para atenci¨®n de casos especiales sin posibilidad de regularizaci¨®n. Pero el subdelegado del Gobierno, David Bonet, tras reconocer que hab¨ªa despachado con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se?al¨® que no dispon¨ªa de ninguna partida al efecto y que no estaba autorizado a negociar nada. La reuni¨®n acab¨® con el compromiso de volver a hablar a lo largo de hoy, pero sin fijar una convocatoria oficial.
El s¨ªndic, Anton Ca?ellas, que intervino en el conflicto a instancias del presidente del Parlament, Joan Rigol, reclam¨® a la alcald¨ªa de Barcelona, a la Subdelegaci¨®n del Gobierno y a la Secretar¨ªa para la Inmigraci¨®n una soluci¨®n negociada al conflicto. El defensor del pueblo catal¨¢n puso en tela de juicio la actuaci¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, pues, a su juicio, no deb¨ªa haber desalojado a los inmigrantes de la plaza de Catalunya 'sin haber ofrecido alguna alternativa de alojamiento'. Ca?ellas agrega, sin embargo, que el Ministerio del Interior no puede inhibirse del problema, ya que 'si la situaci¨®n [de estancia irregular en Espa?a] se prolonga en el tiempo', la administraci¨®n responsable de regularizar a los extranjeros 'debe colaborar con [la instituci¨®n] responsable en materia de servicios sociales'.
Ca?ellas se sum¨® a las cr¨ªticas de SOS Racismo, de partidos de izquierda y de sindicatos a la nueva Ley de Extranjer¨ªa por generar efectos 'perversos' como los que sufren estos subsaharianos. La mayor¨ªa no tiene documentaci¨®n, pesa sobre ellos una orden de expulsi¨®n y aseguran que proceden de Sierra Leona y Ghana, pa¨ªses con los que Espa?a no ha firmado ning¨²n acuerdo de repatriaci¨®n.
La alcaldesa accidental de Barcelona, Imma Mayol (IC-V), reclam¨® la creaci¨®n en Barcelona de un centro de migraci¨®n, un equipamiento que, de acuerdo con la nueva Ley de Extranjer¨ªa, depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y tiene por funci¨®n la atenci¨®n, acogida e intervenci¨®n social de inmigrantes. Aunque el consistorio se comprometi¨® a ofrecer comida a los subsaharianos, s¨®lo garantiz¨® alojamiento a los que se hallen en una 'situaci¨®n de extrema necesidad' e insisti¨® en que el Gobierno 'debe asumir la asistencia social' del colectivo. Esta opini¨®n no era compartida por la Delegaci¨®n del Gobierno, que reiter¨® que la atenci¨®n social primaria 'corresponde a los servicios sociales de los ayuntamientos'.
El ministro de la Presidencia, Juan Jos¨¦ Lucas, destac¨®, sin embargo, a la cadena COPE, la necesidad de tratar este asunto con 'una dosis de humanismo pero tambi¨¦n de legalidad' y subray¨® que la aplicaci¨®n del Reglamento de la Ley de Extranjer¨ªa debe hacerse 'tambi¨¦n con un sentido de autodefensa, porque si las mafias advierten que Espa?a es un terreno abonado para entrar en Europa, no entrar¨¢n 200, sino que ma?ana ser¨¢n 200.000 o dos millones'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.