Lecciones
Don Ram¨®n Carande, esa figura legendaria de paseante por las calles de Sevilla, lo repet¨ªa una y mil veces: 'La educaci¨®n, ¨¦sa es la clave de un pa¨ªs moderno, y dentro de la educaci¨®n la educaci¨®n primaria, la base de todo lo que viene despu¨¦s'. El gran historiador y humanista no hac¨ªa sino subrayar lo que fue el fundamento de su propia formaci¨®n, el regeneracionismo y el institucionismo de Giner de los R¨ªos. Me ha venido a la memoria el consejo de don Ram¨®n al leer en el dominical de este peri¨®dico la entrevista con la vicealcaldesa de Par¨ªs Anne Hidalgo. Con dos a?os lleg¨® a Francia desde su Andaluc¨ªa natal, una gota min¨²scula en aquella ola inmigratoria de espa?oles con una mano delante y otra detr¨¢s. Cuarenta a?os despu¨¦s ha alcanzado el segundo puesto representativo en una ciudad como Par¨ªs que no conoc¨ªa un gobierno de izquierda desde hace cien a?os. ?Clave de esa promoci¨®n personal? La escuela, la integraci¨®n a trav¨¦s de la ense?anza de todas las razas, religiones, extracciones sociales y procedencias en un proyecto republicano unificador. Su madre andaluza lo condensa perfectamente cuando recuerda que coincidieron en el liceo con las hijas del patr¨®n de la f¨¢brica donde trabajaba el padre de Anne. Una imagen vale m¨¢s que mil palabras.
En estos momentos de segundas modernizaciones, de reflexiones sobre el Estatuto y la funci¨®n del Estado auton¨®mico en la Europa comunitaria sigo recordando a Carande y al papel de la escuela para formar una comunidad democr¨¢tica e igual en derechos pr¨¢cticos. Frente al discurso gubernamental que se ha quedado anclado en la gesti¨®n de un presupuesto mec¨¢nico, repetitivo, la educaci¨®n sigue siendo la clave de cualquier modernizaci¨®n. Conviene recordar que aqu¨ª se sigue financiando con dinero p¨²blico una escuela concertada que ampl¨ªa y profundiza la diferencia social, se transfiere el impuesto p¨²blico destinado a la Iglesia cat¨®lica para fondos de especulaci¨®n financiera y no conocemos todav¨ªa un emigrante de segunda generaci¨®n que haya llegado a concejal de una ciudad. Cuando las tres cosas anteriores se modifiquen podremos hablar, esta vez s¨ª, de segunda modernizaci¨®n. O primera.
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