Las 'testigos protegidas' facilitan el final de 20 redes de proxenetas
Las meretrices trabajaban en clubes de alterne de la regi¨®n y en la Casa de Campo
El grupo de ex prostitutas que decidi¨® denunciar ante la Brigada de Extranjer¨ªa a sus proxenetas us¨® varios m¨¦todos para escapar de sus opresores. Algunas acudieron en busca de ayuda a las ONG que las atienden cada noche en la Casa de Campo, y estos organismos las remitieron a la polic¨ªa. Otras burlaron las f¨¦rreas medidas de control de los clubes de alterne donde ejerc¨ªan la prostituci¨®n y, bien por sus propios medios o con la ayuda de alg¨²n cliente, consiguieron llegar a la comisar¨ªa.
A partir de ah¨ª, la polic¨ªa las interrog¨® para situar los clubes donde trabajaban. La mayor¨ªa, seg¨²n fuentes policiales, no sab¨ªa ni siquiera la ciudad donde se encuentra el local. Frases como 'al llevarnos en coche pasamos por un r¨ªo' o 'el bar tiene luces de ne¨®n rojas' son las que llevaron a los agentes a descubrir d¨®nde estaban los clubes donde las mujeres eran explotadas. Los agentes, haci¨¦ndose pasar por clientes, hicieron una primera inspecci¨®n. El paso siguiente fue pedir autorizaci¨®n a un juez para entrar y detener a los mafiosos.
Despu¨¦s de ofrecerse a delatar a los proxenetas ante la polic¨ªa y la Guardia Civil, alrededor de 100 de estas mujeres que entraron irregularmente en Espa?a se han acogido durante el ¨²ltimo a?o y medio a la Ley de Protecci¨®n de Testigos y a la Ley de Extranjer¨ªa. Si su declaraci¨®n sirve para desbaratar una organizaci¨®n o para reforzar las acusaciones contra sus integrantes, los jueces les dan definitivamente la condici¨®n de testigos protegidas.
El hecho de convertirse en testigos protegidas garantiza a las inmigrantes el anonimato y su regularizaci¨®n a trav¨¦s del art¨ªculo 59 de la Ley de Extranjer¨ªa: 'El extranjero (...) sin documentaci¨®n o documentaci¨®n irregular (...) y v¨ªctima (...) de explotaci¨®n en la prostituci¨®n (...) podr¨¢ quedar exento de responsabilidad administrativa y no ser¨¢ expulsado si denuncia a las autoridades competentes a los autores o cooperadores de dicho tr¨¢fico'.
El anhelo de escapar Sin embargo, el 90% de las testigos protegidas, seg¨²n fuentes policiales, ignoraba en el momento de denunciar a los traficantes de seres humanos que su situaci¨®n pod¨ªa regularizarse si colaboraban con la justicia en el desmantelamiento de estas redes. Seg¨²n esas fuentes, lo que mueve a estas personas a testificar contra sus explotadores es el anhelo de escapar de las redes que las tienen explotadas. Su deseo de huir de la esclavitud a la que est¨¢n sometidas es tan fuerte que estas mujeres logran superar el miedo que les infunden los mafiosos y olvidar la falsa advertencia que ¨¦stos les hacen respecto a que, si les denuncian, la polic¨ªa les recompensar¨¢ a ellas con la expulsi¨®n.
Despu¨¦s de ratificar la denuncia, la Brigada de Extranjer¨ªa traslada a las mujeres a pisos de acogida de organismos como la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n a la Mujer Prostituta (Apramp), que tiene un piso en el centro de Madrid y en septiembre va a abrir otro espec¨ªfico para mujeres v¨ªctimas de las mafias; o bien a congregaciones religiosas como las oblatas, que tienen un centro de acogida en Carabanchel. Ni el Ministerio de Justicia ni el de Interior tienen partidas econ¨®micas espec¨ªficas para el plan policial de protecci¨®n de testigos, as¨ª que el futuro de estas mujeres depende de la atenci¨®n que les ofrecen ¨¦stas y otras organizaciones no gubernamentales. Pero alguna ONG ya ha advertido de que est¨¢ 'desbordada' y que no puede afrontar toda la demanda.
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