El Deportivo derrota al Udinese en otro alarde de firmeza

El Deportivo prolong¨® su invicta marcha de pretemporada con la firmeza que no ha abandonado al conjunto de Javier Irureta desde que regres¨® al tajo. A falta de que se recuperen algunos futbolistas b¨¢sicos -Mauro Silva, Djalminha y Fran- , Irureta tira de una plantilla en la que casi todas las piezas parecen intercambiables, lo que permite cualquier sustituci¨®n sin que se resienta la eficacia del conjunto. Un grupo sin fisuras en el que, adem¨¢s, siempre hay alguien que descolla. Anoche fue Trist¨¢n, en su mejor versi¨®n: h¨¢bil, elegante y expeditivo.

En un ambiente desangelado por las gradas semivac¨ªas, el Deportivo prosigui¨® su intachable pretemporada ante un equipo de la clase media italiana que present¨® las dificultades que ya se preve¨ªan. El Udinese est¨¢ entrenado por un ingl¨¦s (Roy Hodgson) y tiene una plantilla multinacional en la que no faltan ni espa?oles (Luis Helguera, hermano del madridista Iv¨¢n, fue titular anoche). La mezcla se nota en algunos rasgos del equipo, que, aun sin abandonar el rigor t¨¢ctico y las preocupaciones defensivas, presenta algunos aderezos poco italianos: presiona desde arriba y, cuando tiene la pelota, no renuncia a elaborar el f¨²tbol.

No le falt¨® al Udinese cierto desenfado en los minutos iniciales, cuando el Deportivo parec¨ªa m¨¢s contagiado por la frialdad del ambiente. Pero los italianos malgastaron su oportunidad - Pav¨®n, solo ante Molina, remat¨® por encima del larguero-, mientras el Deportivo volvi¨® a exhibir su contundencia. La primera vez que el conjunto local logr¨® superar a la defensa italiana, Trist¨¢n hall¨® el gol, excelente por el cabezazo del delantero y por el impecable centro de Amavisca, quien se ha enganchado al equipo con enorme naturalidad.

El gol cort¨® de ra¨ªz las alegr¨ªas del Udinese, que nunca perdi¨® la organizaci¨®n ni cej¨® en su laborioso empe?o, pero asumi¨® que su papel era inevitablemente menor. Tampoco es que el Deportivo se diese a la fiesta -el color lo pusieron apenas los alardes de Trist¨¢n- pero le bast¨® con una exhibici¨®n de oficio. Imperturbable, el grupo de Irureta se dedic¨® a controlar el partido y, aunque le falt¨® profundidad, por momentos logr¨® desesperar al Udinese con su capacidad para esconder el bal¨®n. Irureta hasta se permiti¨® contar con futbolistas que se quedar¨¢n fuera de la plantilla. Y, aun as¨ª, el equipo se mantuvo inalterable.