Amus¨¢tegui, un todoterreno que acab¨® en la banca
Cuando la calma de agosto tranquiliz¨® las aguas revueltas que se hab¨ªan precipitado alarmantemente en el BSCH, ya entonces Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui sab¨ªa que sus d¨ªas como copresidente de la entidad estaban contados. Todo qued¨® pendiente de acontecimientos tras la reuni¨®n del 2 de agosto en Santander entre Emilio Bot¨ªn (el otro copresidente) y ?ngel Corc¨®stegui (vicepresidente y consejero delegado). Un apret¨®n de manos que lo dejaba todo a la expectativa. El descanso veraniego, la lejan¨ªa de Madrid y tambi¨¦n ese culebr¨®n en el que se ha convertido el esc¨¢ndalo de Gescartera, alejaron de la actualidad las peleas internas en el BSCH.
Alguien, sin embargo, se encarg¨® de apelar al santoral, de tanta costumbre en este pa¨ªs: 'Veremos qu¨¦ pasa para despu¨¦s de la Virgen'. Y pas¨®. S¨®lo un d¨ªa despu¨¦s de esa festividad. No ha habido que esperar al consejo ordinario de septiembre -el pr¨®ximo previsto- para abordar la cuesti¨®n. Ayer, 16 de agosto, en Madrid, se produjo la dimisi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui. Y de paso, dicen algunos que por exigencia de ¨¦ste, la del vicepresidente Santiago Foncillas, que ha sido uno de sus ¨ªntimos amigos y cuya marcha estaba prevista para octubre por cumplir 72 a?os. Es, sin duda, lo mejor para que el banco inicie el curso lo m¨¢s ligero posible tras las vacaciones, como quer¨ªa Bot¨ªn.
El deseo de Amus¨¢tegui era aguantar como copresidente hasta la pr¨®xima junta de accionistas de marzo, cumpliendo as¨ª los pactos de fusi¨®n. Pero los acontecimientos le han superado. Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui de la Cierva pone fin as¨ª, a los 69 a?os y siete meses antes de lo previsto, a una carrera que en su mayor parte ha estado ligada a la Administraci¨®n p¨²blica. Abogado del Estado, este gaditano de El Puerto de Santa Mar¨ªa, hijo de marino que se qued¨® hu¨¦rfano de padre siendo ni?o (tiene un hermano gemelo que es presidente de Vallehermoso, sociedad ligada al banco) fue vicepresidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) -creado por Claudio Boada con las empresas petroqu¨ªmicas del antiguo INI y embri¨®n de la actual Repsol- y presidente de Campsa, a cuyo despacho se trasladaba en moto, de las que es un gran apasionado, hasta que las medidas de seguridad se lo impidieron.
Un banquero poco corriente
Nunca ha sido un banquero al uso -al estilo de Bot¨ªn, por ejemplo, que naci¨® si¨¦ndolo-, pero ha sabido adaptarse a las circunstancias, sin crear problemas al poder establecido, y a cualquier reto tanto como presidente de banco como de la el¨¦ctrica Uni¨®n Fenosa, cargo que mantiene en la actualidad. Tiene una capacidad enorme para romper la tensi¨®n y provocar las risas de los asistentes en las reuniones. Y, si se trata de pasar la pelota al ejecutivo de turno cuando en una rueda de prensa se le pregunta por algo que no domina, es un maestro.
Lleg¨® al sector bancario de la mano de Boada, al que, tras el paso por el INH, se le encarg¨® salvar el antiguo Banco Hispano Americano. Despu¨¦s, con Boada ya en retirada hacia la jubilaci¨®n, Amus¨¢tegui se puso, por primera vez, al frente de una organizaci¨®n y tom¨® las riendas de las negociaciones con el viejo le¨®n de ?guilas, Alfonso Esc¨¢mez, para la fusi¨®n con el Banco Central. Aquello dar¨ªa lugar al Banco Central Hispano (BCH). La integraci¨®n no fue precisamente un camino de rosas; pero Amus¨¢tegui mostr¨® una gran habilidad para formar equipos. Con el apoyo incondicional del Banco de Espa?a, incorpor¨® a ?ngel Corc¨®stegui (al que le gusta llamar 'el ¨¢ngel bueno') y sacaron adelante un banco casi roto.
Luego vendr¨ªa el acercamiento de Bot¨ªn, a quien, interesado en que el Banco Santander ganara tama?o, no le import¨® compartir la presidencia con Amus¨¢tegui en el nuevo BSCH, que se convirti¨® en la primera fusi¨®n del euro el 15 de enero de 1999. Los dos presidentes prometieron un proceso pac¨ªfico (no quer¨ªan repetir las experiencias anteriores del BCH y del BBV, de las que los propios Amus¨¢tegui y Corc¨®stegui hab¨ªan sido testigos). Se han esforzado en transmitir la cordialidad que, como aseguran los copresidentes, existe entre ellos; pero, quiz¨¢ por las desavenencias en segundos niveles, no han podido evitar el conflicto. El pacto de San Juan, que a finales de junio aceler¨® la integraci¨®n de las marcas del grupo bancario, fue un cierre en falso de la crisis. Un mes despu¨¦s la marcha de Luis Abril, director general de comunicaci¨®n, impuesta por Bot¨ªn al perder la confianza, abr¨ªa la herida. Fue, en palabras de personas cercanas al banquero c¨¢ntabro, 'una decisi¨®n ejemplarizante'. Pero posiblemente apuntaba m¨¢s a Amus¨¢tegui que a Abril. El caso es que se vislumbr¨® claramente que la soluci¨®n para pacificar las cosas pasaba por el abandono de Amus¨¢tegui.
'Yo har¨¦ lo que sea bueno para el banco', asegur¨® ¨¦ste tras unos d¨ªas de enorme tensi¨®n, en los que se lleg¨® a poner en manos de abogados la posibilidad de que iniciase acciones legales contra la entidad alegando incumplimiento del pacto de fusi¨®n. Lo bueno para el banco ha sido su dimisi¨®n. Ahora ser¨¢ s¨®lo Bot¨ªn el que controle las riendas.
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