Las turoperadoras asumen las reclamaciones de los pasajeros que volaron ocho horas encharcados en or¨ªn

Las turoperadoras Pullmantur y Club de Vacaciones, que fletaron el vuelo Punta Cana (Rep¨²blica Dominicana)-Madrid del mi¨¦rcoles pasado con los 300 pasajeros amotinados porque tuvieron que viajar ocho horas con charcos de or¨ªn en el avi¨®n, asumir¨¢n las quejas y reclamaciones de los clientes. El director del operador tur¨ªstico Pullmantur, Alfonso L¨®pez, explic¨® ayer a Efe que el problema hab¨ªa sido causado por un atasco en uno de los cuatro ba?os del aparato, contratado a la compa?¨ªa portuguesa Euro Atlantic Airways, a la que Spanair prestaba s¨®lo los servicios de asistencia en tierra: el embarque de los pasajeros, la facturaci¨®n del equipaje y, en caso de ser necesario, el traslado de los viajeros en furgoneta hasta el avi¨®n por las pistas. Spanair difundi¨® ayer un comunicado confirmando este hecho.

L¨®pez, que pide excusas a los pasajeros por las molestias causadas, indic¨® que el problema no fue detectado a tiempo y aleg¨® la imposibilidad de desmontar el inodoro antes de reemprender el vuelo de regreso. El director comercial de Pullmantur, Amadeu Franquet, a?adi¨® que el atasco en el inodoro se produjo porque alg¨²n pasajero del vuelo anterior, incumpliendo las normas de uso, hab¨ªa arrojado dentro tres compresas sanitarias. Adem¨¢s, Franquet resalt¨® que el propio presidente de la Rep¨²blica portuguesa, Jorge Sampaio, ha requerido en varias ocasiones los servicios de Euro Atlantic Airways.

Pullmantur y Club de Vacaciones atender¨¢n las reclamaciones que los pasajeros cursen a trav¨¦s de sus agencias de viajes, seg¨²n L¨®pez. El director, que reiter¨® que no pod¨ªa responsabilizarse a Spanair de lo ocurrido, asegur¨® que el avi¨®n contratado a la compa?¨ªa portuguesa desde la segunda semana de julio hasta final de septiembre cuenta con todos los permisos de vuelos comunitarios.

L¨®pez a?adi¨® que ning¨²n pasajero llegado a Rep¨²blica Dominicana en el vuelo anterior que efectu¨® el avi¨®n advirti¨® ni los malos olores ni las pulgas que, seg¨²n algunos de los 300 viajeros afectados el el viaje posterior, les picaron en las piernas durante el trayecto.