Condit no sabe, no contesta

El congresista Gary Condit, de 53 a?os, compareci¨® por primera vez p¨²blicamente en televisi¨®n para, en una entrevista de media hora, no aclarar las sombras que envuelven la misteriosa desaparici¨®n de la becaria Chandra Levy, de 24 a?os. Casi 24 millones de hogares estadounidenses siguieron la entrevista.

El pol¨ªtico dem¨®crata californiano reconoci¨® que mantuvo con ella 'una estrecha relaci¨®n' desde octubre del a?o 2000 hasta el pasado mes de abril, pero se neg¨® a dar m¨¢s detalles. A una bater¨ªa de preguntas sobre si hab¨ªa discutido con ella, si sab¨ªa qu¨¦ le hab¨ªa pasado, si sab¨ªa de alguien que quisiera causar da?o a Levy o si ¨¦l mismo la hab¨ªa matado, respondi¨® siempre con un estricto 'no'.

Condit apareci¨® a la defensiva, evasivo y fr¨ªo. Hab¨ªa dudas sobre la capacidad interrogadora de la periodista, Connie Chung, una veterana especializada en los ¨²ltimos a?os en entrevista a famosos, pero la informadora pregunt¨® todo lo que hab¨ªa que preguntar. Si acaso, y tras ver c¨®mo se desarrollaba el interrogatorio, podr¨ªa haber preguntado a Condit por qu¨¦ decidi¨® dar una entrevista en la que no pensaba decir nada.

La desaparici¨®n se ha relacionado con una presunta discusi¨®n entre ambos en la que Levy lleg¨® a aludir a un presunto suicidio. Condit se neg¨® tantas veces como se le pregunt¨®, y fueron numerosas, a entrar en detalles sobre la relaci¨®n. Aleg¨® que hab¨ªa dado toda la informaci¨®n a los encargados de la investigaci¨®n y que no ten¨ªa por qu¨¦ hacerlo en televisi¨®n. Se agarr¨® una y otra vez a la muletilla de que quer¨ªa defender su intimidad, la de su familia (mujer y dos hijos mayores) y los deseos de discreci¨®n presuntamente manifestados por la familia Levy.

Condit dijo no tener motivos para pensar que Levy estaba embarazada y neg¨® haber hablado con ella de matrimonio y de tener familia. ?sa es la alegaci¨®n que hizo una t¨ªa de la becaria, a la que, presuntamente, Chandra hab¨ªa revelado todos los detalles de la relaci¨®n. El congresista declar¨® que la vio por ¨²ltima vez en su apartamento el 24 de abril y habl¨® con ella durante un minuto el 29. Nadie la ha visto desde el 30 de abril. Seg¨²n ¨¦l, Levy estaba de buen humor -a pesar de haber perdido la beca que la hab¨ªa llevado a Washington en una carrera que pensaba dedicar al FBI u otros servicios secretos- y le anunci¨® que se volv¨ªa a California en tren, un viaje de cuatro d¨ªas que no le hizo a ¨¦l sospechar nada cuando ella no respondi¨® a una posterior llamada telef¨®nica suya.

El pol¨ªtico qued¨® como un hombre que dice lo m¨ªnimo para salir del paso y, aun as¨ª, sacado con sacacorchos. Para sus cr¨ªticos -que son muchos, acerbos y dispuestos a estirar el caso indefinidamente-, el mutismo es prueba de que algo oculta. ?l manifest¨® repetidamente que ha colaborado desde el principio con la polic¨ªa, que le ha interrogado en cuatro ocasiones y ha registrado de arriba abajo su apartamento, y se mostr¨® sorprendido de que uno de los responsables de la investigaci¨®n declarara en una oportunidad que Condit no colaboraba como debiera. La polic¨ªa ha se?alado que Condit no es sospechoso de la desaparici¨®n.

En un posterior programa, el abogado de la familia Levy acus¨® a Condit de no decir todo lo que sabe.