La fiesta de Comediants vence a la acrobacia china en el estreno de 'Bi'

Un encuentro de culturas. Una visi¨®n de Oriente desde la ¨®ptica occidental, desde el prisma de la l¨²dica, colorista y an¨¢rquica fiesta mediterr¨¢nea, signo de identidad de Comediants. As¨ª es Bi. Dos mundos, dos miradas, el nuevo espect¨¢culo del grupo teatral catal¨¢n, que, tras su presentaci¨®n el pasado 26 de julio en Pek¨ªn, se estren¨® en Espa?a en la noche del pasado jueves en el Festival de Peralada (Girona). Un estreno que evidenci¨® el gran poder contaminante de la fiesta mediterr¨¢nea sobre el met¨®dico y disciplinado arte de acrobacia china en un final en forma de pasacalle con todos los artistas.

Peralada fue la salida de la larga gira que Comedants inicia con su espect¨¢culo por diversas poblaciones espa?olas. Ma?ana y pasado les llevar¨¢ a Sagunto, antes de recalar en noviembre y durante dos meses en el Mercat de les Flors de Barcelona. Un punto de inicio que puso en evidencia el todav¨ªa necesario rodaje de Bi, un espect¨¢culo de contrastes culturales que, pese a su fren¨¦tico ritmo, no siempre consigue mantener la tensi¨®n a lo largo de las dos horas ininterrumpidas que dura.

Dividido en cinco partes, Bi arranca en el fren¨¦tico mundo occidental, que Comediants refleja con sombras chinescas a trav¨¦s de los ventanales de la fachada de un edificio. y donde la banda sonora de fondo -la m¨²sica de Ezequiel Guillem Saki interpretada en directo acompa?a en todo momento el espect¨¢culo- es el ruido de despertadores, secadores de pelo, la televisi¨®n y los tel¨¦fonos m¨®viles. En busca de tranquilidad, la troupe de payasos -augusto (Joan Montany¨¨s); clown (Oriol Boixader), la bailarina payasa (Mariona Blanca)- y m¨²sicos -Adri¨¤ Bauz¨® (flauta, saxo y tenora), Eugeni Gil (acorde¨®n y guitarra), Gisele L¨®pez (violinista) y Carme S¨¢nchez (cantante)- enfilan un viaje a China en busca de un mundo en el que reina el equilibrio. Al final del recorrido, aparece una China en construcci¨®n representada por un gran andamio en el que 11 obreros (los 11 acr¨®batas de la Escuela de Acrobacia de Qiqihaer) practican sus matutinos ejercicios de tai chi. A partir de entonces, las habilidades de los acr¨®batas protagonizan la segunda y la tercera parte del espect¨¢culo, mientras se inicia una historia de amor entre uno de los chinos y la payasa bailarina.