El pueblo tuvo su lugar en la catedral
Mette-Marit Tjessem, con su vestido de novia y ya con el apellido del pr¨ªncipe heredero, encarn¨® ayer el marcado talante de proximidad al pueblo llano que cultiva la Casa Real noruega. No s¨®lo ella le puso rostro a esta voluntad de acercamiento. A iniciativa de la pareja de novios, entre los 800 invitados que asistieron a la ceremonia se encontraban 40 conciudadanos normales y corrientes mezclados con el m¨¢s alto copete europeo. Entre ellos se contaban marginados sin hogar de los que se han hecho cargo distintas organizaciones no gubernamentales (ONG) y entidades caritativas vinculadas a la Iglesia. Tambi¨¦n figuraban personas con alguna discapacidad f¨ªsica, por decisi¨®n de la alcald¨ªa de Kristiansand, peque?a localidad al sur del pa¨ªs de donde procede la novia y que reclam¨® su correspondiente cuota a la hora de confeccionar la lista de invitados.
Algunos de los elegidos aparecieron, sonrientes, en las televisiones noruegas mostrando su 'satisfacci¨®n' por tener su lugar en la Catedral de Oslo, aunque fuera unos bancos m¨¢s all¨¢ de invitados como la reina do?a Sof¨ªa de Espa?a y el pr¨ªncipe Felipe de Borb¨®n; los reyes de los belgas, Alberto y Paola; los grandes duques de Luxemburgo, Enrique y Mar¨ªa Teresa; los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia; los reyes de Dinamarca, Heinrich y Margarita, o el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra en representaci¨®n de la casa real brit¨¢nica.
Seg¨²n los organizadores, es la primera vez que en una boda real se ve un gesto como el de Haakon y Mette-Marit. 'Con esta iniciativa se quiere decir: eh, esto no es un acto para cuatro privilegiados de las altas esferas, y me parece muy bien', comentaba en la avenida Karl Johan Linda, tras ver pasar a la novia y confesarse inicialmente esc¨¦ptica con la boda y hoy reconvertida en firme partidaria de Mette-Marit. Mientras, a pocos centenares de metros del Palacio Real, las famosas 212 esculturas de Vigeland, que representan el ciclo de la vida y las emociones, recordaban a noruegos y for¨¢neos que la gente y los sentimientos son iguales en todo el mundo.
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