Fraga intenta, con casi 79 a?os, su cuarta mayor¨ªa absoluta en Galicia

Las elecciones gallegas, la primera gran cita del nuevo curso pol¨ªtico, se presentan como las m¨¢s re?idas desde que Fraga gan¨® por primera vez, en 1989. Las encuestas son un¨¢nimes al pronosticar que el PP cuenta con grandes posibilidades de revalidar la mayor¨ªa absoluta, pero tambi¨¦n revelan que su electorado da muestras de cansancio y que la victoria podr¨ªa depender de un estrecho margen.

Al PP s¨®lo le vale la mayor¨ªa absoluta, porque ninguno de los otros dos partidos, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el PSdeG-PSOE, est¨¢ dispuesto a prestarle apoyo. De hecho, tras las ¨²ltimas elecciones municipales de 1999, ambos suscribieron un pacto para gobernar donde el PP no dispon¨ªa de mayor¨ªa. La posibilidad de un resultado electoral re?ido ha otorgado gran importancia al voto de los emigrantes, que supone el 10% del total del electorado. En anteriores comicios, los residentes ausentes apoyaron de modo masivo al PP, por lo que en esta ocasi¨®n sus adversarios se han volcado en hacer campa?a en los pa¨ªses de Am¨¦rica que cuentan con una nutrida colonia gallega para contrarrestar los frecuentes viajes oficiales de Fraga.

Si vence de nuevo, Fraga, nacido el 23 de noviembre de 1922, acabar¨ªa su mandato con casi 83 a?os. No hay en la historia reciente un caso comparable al del presidente gallego y fundador del PP, 'el decano de los pol¨ªticos espa?oles', como suele recordar ¨¦l mismo. A las ¨²ltimas elecciones catalanas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, acudi¨® con 69 a?os y su edad ya dio pie a cierto debate. Tras los comicios, Pujol se apresur¨® a designar a Artur Mas como sucesor para despejar incertidumbres. No es el caso de Fraga, quien insin¨²a que su deseo es 'morir en la plaza, como los grandes toreros', y que no se da la menor prisa en elegir delf¨ªn.

Inc¨®gnitas

La edad de Fraga y su indecisi¨®n para despejar las inc¨®gnitas sobre el futuro traspaso de poderes pueden convertirse en el principal obst¨¢culo de los populares, que, por lo dem¨¢s, inician la carrera electoral con una ventaja confortable (tienen 42 de los 75 diputados del Parlamento gallego). De hecho, la oposici¨®n trata de situar esas cuestiones en el centro del debate electoral. El pasado viernes, en Buenos Aires, el l¨ªder del BNG, Xos¨¦ Manuel Beiras, no se recat¨® en proclamar que el presidente de la Xunta 'est¨¢ gravemente enfermo' y en acusarle de 'fraude' por ocultarlo a la opini¨®n p¨²blica. Los mensajes del PSdeG son m¨¢s sutiles, pero insisten en presentar a Fraga como un pol¨ªtico 'agotado en lo personal y en lo pol¨ªtico'. El candidato socialista, Emilio P¨¦rez Touri?o, ha emplazado al l¨ªder del PP a que aclare qui¨¦n ser¨ªa su sucesor ante la eventualidad de que no pudiese agotar su mandato. Pero Fraga dice encontrarse 'mejor que nunca' y, pese a una reciente operaci¨®n de hernia discal y un desgaste de cadera que limita sus movimientos, no ha renunciado a su ya legendaria hiperactividad. Sus asesores de imagen se afanan en presentarle vigoroso y casi juvenil. Se propaga que en una reciente jornada de pesca en la r¨ªa de Arousa captur¨® ¨¦l s¨®lo 40 kilos. El propio presidente presumi¨® hace unos d¨ªas ante los periodistas de haber abatido un corzo y el pasado viernes apareci¨® en p¨²blico en un acto con jubilados vestido de modo inusitadamente informal: polo de listas, pantal¨®n de ch¨¢ndal y zapatillas deportivas.