Una norma que llega tarde y tras una sanci¨®n a Espa?a

El 13 de mayo del a?o pasado expir¨® el plazo dado por la Uni¨®n Europea para que todos los Estados miembros incorporaran a su legislaci¨®n una directiva sobre normas de protecci¨®n de la poblaci¨®n frente a las fuentes radiactivas.

El Gobierno espa?ol no s¨®lo dej¨® pasar ese plazo sin cumplir las disposiciones europeas, sino que ha esperado todav¨ªa un a?o m¨¢s para hacerlo, lo que le ha valido una sanci¨®n.

Finalmente, el pasado 26 de julio, el BOE publicaba el Reglamento sobre Proteccion Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes. Su ¨¢mbito de aplicaci¨®n es extenso: 'La explotaci¨®n de minerales radiactivos, producci¨®n, tratamiento, manipulaci¨®n, utilizaci¨®n, posesi¨®n, almacenamiento, transporte (..) y eliminaci¨®n de sustancias radiactivas'. El Reglamento establece un periodo de adaptaci¨®n de seis meses, por lo que no entrar¨¢ en vigor hasta enero de 2002.

En sus disposiciones establece multas comprendidas entre las 500.000 y los 500 millones de pesetas por incumplir los criterios de protecci¨®n. Bien es verdad que, como los equipos con material radiactivo utilizados en las obras son instalaciones de segunda o tercera categor¨ªa, las sanciones econ¨®micas se reducen en todos sus tramos a la mitad.

El accidente m¨¢s grave ocurrido en Espa?a asociado a las radiaciones ionizantes se produjo en diciembre de 1990 por una aver¨ªa en el acelerador de electrones que General Electric ten¨ªa instalado en el hospital Cl¨ªnico de Zaragoza. El percance, ocasionado por fallos en la manipulaci¨®n del acelerador, se considera el m¨¢s grave de los sufridos en tratamientos radiol¨®gicos hospitalarios de Europa. Un exceso de radiaci¨®n provoc¨® la muerte de 23 enfermos de c¨¢ncer, aunque el Insalud s¨®lo reconoci¨® una relaci¨®n de causa efecto en 10.