JACK BRUCE ROMPE EL SILENCIO CON UN DISCO EN SOLITARIO

En un hotel madrile?o, Jack Bruce se somete con un suspiro al ritual de la entrevista. Bruce, escoc¨¦s de 58 a?os, tiene una relaci¨®n de antagonismo con la prensa musical brit¨¢nica y estadounidense. Todav¨ªa duele que Cream, su grupo m¨¢s popular, se desintegrara en 1968 bajo la artiller¨ªa pesada del cr¨ªtico John Landau, actual fact¨®tum de Bruce Springsteen. La hostilidad de Bruce hacia la cr¨ªtica musical ha sido pagada con la misma moneda: est¨¢ ausente de algunas de las recientes enciclopedias del rock. 'Ya me he dado cuenta, aunque prefiero no ver en ello una vendetta personal. Supongo que tiene que ver con mis circunstancias vitales y profesionales: resido en Italia, he grabado con sellos europeos. Y lo que no ocurre en Londres, ya sabes, no existe. Yo lo intento compensar con mi p¨¢gina en Internet, donde hasta escribo un diario'.

Los que ignoran su trayectoria posterior a Cream se est¨¢n perdiendo una de las obras m¨¢s ricas de entre las desarrolladas por los supervivientes de los sesenta: su personal¨ªsima voz ilumina introspectivos discos en solitario y ha sido requerida por francotiradores como Michael Mantler, Carla Bley, Anton Fier o Kip Hanrahan, su actual productor y colaborador principal. 'S¨¦ que tengo un instrumento ¨²nico en mi garganta. De ni?o, yo cant¨¦ incluso bajo la batuta de Benjamin Britten, aunque mi estilo actual est¨¢ muy marcado por las particularidades de los versos de mi primer letrista, el poeta Pete Brown. Pero soy esencialmente un bajista. Un bajista de blues y jazz. Cantar y tocar un Warwick sin trastes requiere una concentraci¨®n que no puedes mantener eternamente'.

Su bajo est¨¢ presente en intensos discos de John McLaughlin, Frank Zappa y Tony Williams. Pero la fusi¨®n jazz¨ªstica no es su ¨²nica carta; un incisivo Jack Bruce defiende sus grupos de rock. 'No soy un esnob. Me voy feliz de gira con Ringo Starr y no me importar¨ªa trabajar con Christina Aguilera, vaya voz. He formado tr¨ªos con Robin Tower, Gary Moore, Leslie West; he tenido bandas con Mick Taylor o Clem Clempson. Si Cream aport¨® algo fue la libertad para improvisar a partir del blues, aprovechando los recursos de la amplificaci¨®n. Hab¨ªamos probado el ¨¢cido y necesit¨¢bamos fuertes experiencias sensoriales. El rock duro es muy visceral, impacta tanto en los m¨²sicos como en el p¨²blico'.

Su nuevo disco, Shadows in the air (Sanctuary / Dock), cuenta con Dr. John y tres guitarristas de primera: Gary Moore, Vernon Reid y Eric Clapton. 'Circula el rumor de que Eric, Ginger y yo nos llevamos mal. Lo que ocurre es que siempre nos hemos negado a reformar Cream, a pesar de los millones que nos ofrecen. Personalmente, yo tengo reverencia por todo lo que hacen los dos. Eric est¨¢ en un momento espl¨¦ndido y no me creo nada eso que dice de retirarse. Puede que baje el ritmo de actuaciones, pero estamos en esto para toda la vida, igual que los jazzmen'.

Shadows in the air contiene nueve temas in¨¦ditos y seis canciones a?ejas de Bruce. Y revela una querencia insospechada: los ritmos latinos.

'Es algo que yo ten¨ªa dormido: en los a?os cincuenta hab¨ªa en el Reino Unido muchas orquestas que tocaban en bailes de sal¨®n, como la de Edmundo Ros. No sonaba aut¨¦ntico, pero me prepar¨® para mi contacto con los m¨²sicos hispanos de Nueva York'.

La br¨²jula de Jack Bruce apunta ahora hacia el Caribe. 'Mi plan es que Shadows in the air sea la primera parte de una trilog¨ªa viajera. El segundo o tercer disco, dependiendo de la situaci¨®n pol¨ªtica, se grabar¨¢ en La Habana. Horacio y Changuito dicen que es urgente mostrar que la m¨²sica cubana es mucho m¨¢s que los se?ores de Buena Vista'.