'No he dejado el miedo atr¨¢s', dice el concejal v¨ªctima de la 'kale borroka'
Juan Francisco Eransus repite insistentemente una frase como ejemplo del deterioro de la vida personal de cualquier cargo p¨²blico amenazado por el terrorismo: 'Huyes permanentemente de ti mismo y te vas aislando paulatinamente de los dem¨¢s. Lo haces sin darte cuenta y as¨ª ni puedes vivir ni puedes servir a los ciudadanos'.
Eransus era hasta anteayer un joven comprometido activamente con su pueblo, la localidad navarra de Villava, de 10.000 habitantes. Soltero, de 28 a?os, licenciado en Econ¨®micas, concejal de UPN e hijo del ya fallecido alcalde de Villava Hilario Eransus, era el encargado de la comisi¨®n de Hacienda.
Juantxo, como todo el mundo le conoce, y su familia soportaban insultos, amenazas, pintadas. El pasado 4 de agosto, los proetarras atacaron la tintorer¨ªa de la familia con un artefacto explosivo casero. Fue la gota que colm¨® el vaso. Eransus, quien vive encima de la tintorer¨ªa y fue de los primeros en ver los efectos del ataque, no pod¨ªa soportar por m¨¢s tiempo la permanente presi¨®n de los violentos. Sencillamente, no pod¨ªa compaginar sus tareas pol¨ªticas y una vida personal cada vez m¨¢s complicada. El pasado lunes dimiti¨®.
'Vas huyendo de ti mismo'
'No es tanto la consecuencia de un hecho puntual como la bomba', se?alaba ayer a EL PA?S, 'sino la constataci¨®n de que vas cambiando de h¨¢bitos, vas abandonando lugares y actividades que te son propias, dejas de ver a ciertos amigos o personas cercanas por prevenci¨®n y, al final, descubres que est¨¢s huyendo de ti mismo, de tu propia vida y de tu pueblo y as¨ª no se puede seguir'.
Afirma que no ha 'dejado el miedo atr¨¢s' tras su dimisi¨®n, pero reconoce que siente un alivio personal. 'Nadie puede saber qu¨¦ pasa por las cabezas de los etarras, pero la tensi¨®n era demasiado grande como para continuar as¨ª'. Al joven le fastidia que su pueblo haya pasado de ser conocido como la localidad natal de Miguel Indur¨¢in a un referente de la kale borroka en Navarra.
'S¨®lo me sent¨ªa tranquilo cuando me iba de Villava. Era una sensaci¨®n agobiante. Sin darte cuenta empezaba a evitar pasar por ciertos lugares y recorridos, renunciaba a mis costumbres, limitaba mi libertad como persona'. 'En el fondo', prosigue el ya ex edil, 'hu¨ªa de mi propia vida y de mi gente y as¨ª no pod¨ªa ni trabajar en condiciones en beneficio de mis vecinos ni desarrollar una vida personal o profesional m¨ªnimamente digna y decid¨ª renunciar'. 'Ahora', confiesa con cierta resignaci¨®n, 'comienzo a notar una mayor tranquilidad'.
El pleno municipal formalizar¨¢ ma?ana su renuncia. Y Juantxo ya no asistir¨¢ a la sesi¨®n.
[La diputada socialista Gemma Zabaleta propondr¨¢ la pr¨®xima semana crear una ponencia en la Comisi¨®n Institucional del Parlamento vasco que estudie la situaci¨®n de los ediles en Euskadi. 'Tenemos que mejorar la situaci¨®n de los concejales', declar¨® a este peri¨®dico, informa Pedro Gorospe].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.