Que caigan los otros
El vicepresidente Rato parece haber tomado el mando de las operaciones en la estrategia del Gobierno y el PP respecto al esc¨¢ndalo de Gescartera. En v¨ªsperas de que se constituya la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria, ha trasladado a los pr¨®ximos las consignas para una defensa ordenada de posiciones. Las ideas centrales son que se trata de una estafa privada, sin implicaciones pol¨ªticas; que las instituciones p¨²blicas de supervisi¨®n estuvieron en su lugar al detectar el fraude (con la ¨²nica duda de si lo hicieron pronto o tarde); y que la actitud del actual Gobierno impulsando la investigaci¨®n parlamentaria contrasta con la resistencia de los socialistas frente a sus propios esc¨¢ndalos cuando gobernaban.
Si es o no una estafa, con las consiguientes responsabilidades penales, es algo que corresponde establecer a los tribunales, no al Gobierno ni al Parlamento. A ¨¦ste le compete indagar las responsabilidades pol¨ªticas, es decir, investigar si ha habido acciones u omisiones de responsables p¨²blicos que han posibilitado o favorecido el fraude. Concretamente, la investigaci¨®n deber¨¢ esclarecer: a) si hubo intervenciones de personas pr¨®ximas al Gobierno destinadas a dar credibilidad a Gescartera a la hora de captar clientes; b) si los organismos de supervisi¨®n fueron negligentes, hasta que el agujero se hizo descomunal; c) si hubo informaci¨®n privilegiada en favor de algunos inversores que retiraron a tiempo su dinero.
Lo m¨¢s interesante es el cruce entre los tres aspectos: si hubo negligencia en el control porque hab¨ªa habido intervenciones de personas pr¨®ximas al poder como conseguidores o avalistas de Gescartera, y si hubo informaci¨®n privilegiada en favor de las personas (o entidades) que hab¨ªan confiado en ese aval de personas pr¨®ximas al Gobierno. Se trata, en definitiva, de averiguar si el enga?o intentado por los gestores de Gescartera, en el que tanto insiste Rato, fue posible porque alguien ten¨ªa inter¨¦s en dejarse enga?ar.
Las comisiones parlamentarias de investigaci¨®n, en la medida en que establecen responsabilidades pol¨ªticas, forman parte de los mecanismos de control del Ejecutivo. Constituye una perversi¨®n del sistema de contrapesos establecido por la Constituci¨®n convertirlas en una forma de exigencia retrospectiva de responsabilidades a la oposici¨®n. Intentarlo transmite una imagen de inseguridad en las propias razones y matiza la consigna de llegar hasta el final. Caiga quien caiga, siempre que sea de los otros.
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