Licencia para aburrir
En 1965, cuando la cadena NBC estren¨® la serie El superagente 86, no pod¨ªa sospechar que 31 a?os m¨¢s tarde TVE-1 emitir¨ªa una mala imitaci¨®n titulada Agente 700. Al igual que aqu¨¦lla, Agente 700 es una parodia de James Bond. En lugar de 007..., 700. ?Lo pillan?
El protagonista es Josema Yuste, que pone su versatilidad al servicio de un personaje soso e intenta soportar unos di¨¢logos de humor polvoriento. ?La trama? Peque?as intrigas con personajes t¨®picos, en este caso un asesino a sueldo llamado Cha-chacal (?lo pillan?), el primer francotirador ciego que tira de o¨ªdo, dispuesto a atentar contra el presidente Bush. La serie (estrenada el pasado viernes) tiene el m¨¦rito de ser breve e insiste en esas risas enlatadas que no hacen sino recordarte la poca gracia de los chistes. Si los italianos supieron reinterpretar el western y convertirlo en spaghetti-western, los responsables de Agente 700 se apuntan a la paella-sitcom, un g¨¦nero que, fugazmente, consigue provocarnos una media sonrisa que no es consecuencia de su ingenio, sino de la simpat¨ªa que despierta su escandalosa falta de ambici¨®n.
Si en El superagente 86 la organizaci¨®n criminal se llamaba KAOS, aqu¨ª se llama KASPA, algo que no deber¨ªa pasar por alto ning¨²n cr¨ªtico malvado que se precie. Los actores son, como casi siempre, lo mejor. La ex Las Virtudes Sirvent capea su personaje de M-30, una amarujada agente con poderes, y Andr¨¦s Resino, tan espl¨¦ndido en aquel papel de villano de El s¨²per, cumple aqu¨ª con su funci¨®n de jefe de un Yuste que, pese a los disfraces, no logra arrancarnos, ya no digo las carcajadas que de su curr¨ªculo cabr¨ªa esperar, sino ni siquiera unas m¨ªseras sonrisas. Agente 700, sin embargo, entretiene precisamente porque no aspira a nada y apela a nuestras indulgentes tragaderas.
Que el presidente Aznar asome en forma de voz de interfono nos permite albergar ciertas esperanzas, la posibilidad de que en el futuro surja alg¨²n destello de humor eficaz. Pocos medios, cierta veteran¨ªa formal y, en el primer cap¨ªtulo, una suma de desprop¨®sitos que nos devolvieron el encanto de la a?eja mala televisi¨®n de toda la vida, de cuando lo que echaban s¨®lo se pod¨ªa aguantar porque era lo ¨²nico que daban y no exist¨ªa el bendito sea mando a distancia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.