Metamorfosis del sueldo

Los nuevos responsables de la Caja General de Ahorros de Granada han sido francos y no han cedido al universo de la especulaci¨®n y el rumor -donde todo se deshace y rehace al albur de los chismosos- las ganancias de sus dos primeros directivos. La asamblea de la caja va a modificar esta tarde los estatutos para que la vicepresidencia primera tenga car¨¢cter ejecutivo y consecuentemente el catedr¨¢tico Manuel Mart¨ªn Rodr¨ªguez pueda percibir un sueldo de 16 millones de pesetas brutas anuales, uno menos que el que cobrar¨¢ el presidente, el hasta ahora parlamentario andaluz del PSOE y responsable de finanzas del partido Antonio Claret Garc¨ªa.

Eso s¨ª, en todos los casos la informaci¨®n ha ido seguida de un importante matiz: diecis¨¦is y diecisiete millones, para una caja de ahorros media, son cifras muy moderadas. En realidad, los sueldos de presidentes y vicepresidentes en cajas como la de Granada oscilan entre los 25 y los 30 millones. Con esta precisi¨®n no s¨®lo queda amortiguada la sorpresa que produce comprobar c¨®mo un diputado socialista ha mudado el sueldo de 7 a 17 millones, y un catedr¨¢tico el suyo por el estilo, sino que causa en quien escucha o lee un complejo sentimiento de solidaridad y admiraci¨®n filantr¨®pica hacia ambos directivos y s¨®lo en el fondo, muy al fondo, un poco de envidia o resentimiento.

La comparaci¨®n, como se sabe, es uno de los artificios de la ret¨®rica que, bien empleada, consigue sorprendentes resultados. Si se compara, en efecto, el sueldo de diputado con el de presidente de la caja asoma cierto malestar, pero si el s¨ªmil es con lo que podr¨ªan percibir y no perciben despierta la conmiseraci¨®n. El rumor, por ejemplo, atribuye a Braulio Medel, presidente de Unicaja, una cotizaci¨®n de 50 millones anuales (aunque hay almas justas que le deducen quince). Con estos datos en la mano, a uno le entra gana de abrazar a los directivos de La General e incluso regalarles, para la muda, una sandalias franciscanas y una tela de saco con los agujeros de las mangas. Pero si fu¨¦semos m¨¢s all¨¢ y comprob¨¢ramos lo que ganan los directivos de Caja Madrid o La Caixa, habr¨ªa que hacer una suscripci¨®n para obsequiarles a los de Granada para su ajuar un jerg¨®n de farfolla.

Ahora bien, la comparaci¨®n tambi¨¦n admite otros extremos menos beneficiosos: los que est¨¢n por abajo. Las cajas son entidades semip¨²blicas que generan miles de millones de ganancias. En buena l¨®gica parece justo pagar con la misma generosidad los sueldos de qui¨¦nes producen tantos r¨¦ditos. Ahora bien, el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa cobra alrededor de 11 millones de pesetas. Eso s¨ª, sus r¨¦ditos son de otra naturaleza: a ¨¦l le corresponde gobernar los intereses, la salud y el procom¨²n de millones de electores, una tarea que le confiere a Manuel Chavese, comparativamente con los directivos de las cajas peor pagados, una aureola de santo.

Salvo, claro est¨¢, que sigamos la comparaci¨®n por abajo y descendamos hasta los pobres de pedir que viven o, mejor, sobreviven con un esfuerzo sobrecogedor y no escapan aterrados por la ventanilla de la vida.