El colegio que tendi¨® 'puentes'
Jabili est¨¢ deseando que comience el curso. Tiene ocho a?os y la primera vez que pis¨® un colegio lo hizo en Almer¨ªa, lejos de su Marruecos natal, pa¨ªs que abandon¨® con su madre hace ya cuatro a?os para reunirse con su padre, empleado en un almac¨¦n. Es una ni?a despierta y entusiasta que disfruta con las matem¨¢ticas y los juegos en el patio.
'En el colegio estoy muy bien, tengo muchos amigos. Y mis maestros me ense?an mucho', explica la peque?a, que no pierde ocasi¨®n para elogiar a su maestro: 'Don Miguel es muy cari?oso y muy bueno con todos'. Desde que entr¨® en el colegio San Fernando, en el barrio de El Zapillo, en Almer¨ªa, -este curso iniciar¨¢ 3? de Primaria- jam¨¢s tuvo que sortear obst¨¢culos de adaptaci¨®n o convivencia. 'Nunca ha habido problemas', explica Najat, su madre.
Tambi¨¦n el profesorado del colegio Jos¨¦ Salazar, en El Ejido, observa una buena convivencia. 'El curso pasado tuve a una ni?a marroqu¨ª de segundo. Es dif¨ªcil explicar de qu¨¦ modo se volcaron sus compa?eros espa?oles. Hab¨ªa momentos en los que pensaba que la pod¨ªan abrumar, siempre pendientes de ella'. Para el profesor Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa L¨®pez, que lleva varios cusos en el aula puente, refleja la integraci¨®n escolar.
El Jos¨¦ Salazar, con 35 a?os de existencia, es el m¨¢s antiguo de El Ejido. Actualmente tiene 464 alumnos. Un 9% ser¨¢n este curso hijos de inmigrantes frente al 7% del anterior. Tienen una larga experiencia con ellos. Su director Jer¨®nimo Pomares recuerda como comenzaron a adentrarse en la educaci¨®n intercultural: 'No sab¨ªamos qu¨¦ hacer, empezaban a llegar inmigrantes y se les met¨ªa en las aulas de educaci¨®n especial. Entonces algunos profesores nos iniciamos en el tema de la interculturalidad a la par, aunque sin saberlo, que otro grupo del colegio Las Lomas, de Roquetas', rememora Pomares.
El germen de las ATAL (o aulas puente) reside en la improvisaci¨®n, la imaginaci¨®n y la falta de medios del profesorado que comenz¨® a encontrarse con caras de otros pa¨ªses en los pupitres de un d¨ªa para otro.
Tanto la direcci¨®n como el profesorado del Jos¨¦ Salazar presumen de trabajar en un centro donde reina la armon¨ªa entre sus alumnos. 'Nunca hemos detectado problemas de convivencia, ni quejas de padres de alumnos espa?oles. Aunque haya clases con inmigrantes, eso no repercute en el ritmo lectivo', afirma Pomares.
La asociaci¨®n de padres del Jos¨¦ Salazar refrenda la opini¨®n de Pomares, aunque su presidente, Manuel Garc¨ªa, se queja de la nula implicaci¨®n de los padres extranjeros en la asociaci¨®n y considera, adem¨¢s, que 'los inmigrantes tienen m¨¢s apoyos educativos que los espa?oles'. Una afirmaci¨®n de la que discrepa el director del centro: 'Aqu¨ª se trata igual a todo el mundo'. Pomares a?ade que, por el mantenimiento de la ATAL, el colegio recibe una mayor financiaci¨®n.
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