Semilla rojiblanca en el f¨²tbol femenino
El Atl¨¦tico de Madrid cede su escudo y sus camisetas a un equipo de mujeres con directiva propia
'Antes ni me molestaba en ver los resultados del Atl¨¦tico, y ahora veo sus partidos y me alegro cuando gana'. Es la nueva contradicci¨®n que ha entrado a formar parte de la vida de Pamela L¨®pez, una joven estudiante de Periodismo de 19 a?os, socia del Real Madrid desde 1994. Pamela y otras 35 chicas han conseguido que el Atl¨¦tico de Madrid plante una semilla en el f¨²tbol femenino y que ellas no se queden en la calle, despu¨¦s de que el Coslada decidiese dar de baja el pasado 3 de julio a este equipo, que figuraba el a?o pasado en la m¨¢xima categor¨ªa nacional.
Se han dado de alta en la competici¨®n como Atl¨¦tico F¨¦minas con dos equipos, el A y el B. El primero va a disputar sus partidos, desde el pr¨®ximo 30 de septiembre, dos categor¨ªas por debajo de lo que lo hizo la temporada pasada, puesto que ha de empezar de cero. Una norma de la federaci¨®n madrile?a impide que un club segregue un equipo de otro sin que afecte a toda la estructura.
De momento, el Atl¨¦tico de Madrid no las ha integrado en su organigrama, pero les ha prestado el escudo y les ha cedido la ropa que el a?o pasado utilizaban varios equipos cadetes al cambiar la marca de su equipaci¨®n. Ellas se han ocupado de suplir la publicidad de la camiseta por un patrocinador propio, y tienen su propia directiva. Se entrenan y van a jugar en el campo de f¨²tbol del polideportivo municipal de Vic¨¢lvaro, tras conseguir que otro club, La Uni¨®n, les ceda las horas de entrenamiento de dos equipos que se han tenido que dar de baja.
Las promotoras de la idea han sido la entrenadora, Mar¨ªa Vargas, y la portera de las dos ¨²ltimas temporadas, Lola Romero, que abandona con 34 a?os su puesto entre los palos y se coloca detr¨¢s de una mesa y delante de un ordenador para hacer las funciones de presidenta. 'Me tuvieron de 10 a 15 d¨ªas sin dejarme respirar', comenta V¨ªctor Parra, coordinador del f¨²tbol base del Atl¨¦tico, quien a?ade: 'Pero son encantadoras y se han machacado todo el trabajo. El compromiso ha surgido por la ilusi¨®n que est¨¢n demostrando'.
Sin embargo, el club del Vicente Calder¨®n no quiere asumir riesgos innecesarios y s¨®lo la seriedad y la constancia de las chicas har¨¢ que alg¨²n d¨ªa formen parte de su estructura. 'Lo que hemos hecho este a?o es un acto social; nos hubiera gustado poder ayudarles m¨¢s, pero con la intervenci¨®n judicial y el equipo en Segunda no estamos en una buena situaci¨®n. Lo que tienen que pensar es que esto es una prueba para ellas y que en un futuro pueden ser el equipo femenino del Atl¨¦tico de Madrid', apostilla Parra.
Y es que el club de Jes¨²s Gil est¨¢ escarmentado de una anterior aventura en el f¨²tbol femenino. Fue en 1989 y Vargas, la actual entrenadora, que jug¨® en aquel Atl¨¦tico cuando ten¨ªa 26 a?os, lo cuenta con resquemor: 'Alguien, que ahora est¨¢ en la c¨¢rcel por otros asuntos, quiso aprovecharse de la buena voluntad del Atl¨¦tico. Despu¨¦s de hacer un equipo que era pr¨¢cticamente la selecci¨®n nacional y con un presupuesto de 64 millones de pesetas, surgieron los problemas, que el club ataj¨® en la pretemporada: mand¨® a paseo a este se?or y cort¨® el suministro. Jugamos como Atl¨¦tico Villa de Madrid, ganamos la Liga, pero ya no recibimos el dinero que ¨ªbamos a cobrar y los viajes planificados para hacerse en avi¨®n fueron en coches particulares'. Con este grupo de chicas se form¨® una temporada despu¨¦s el Oroquieta Villaverde, equipo que ha dominado en la d¨¦cada de los noventa en el f¨²tbol femenino espa?ol.
Ofrecer y no pedir
Lo de ahora es distinto, y as¨ª lo recalca Romero, la presidenta: 'Al Atl¨¦tico hemos llegado ofreciendo y no pidiendo, y eso es lo que ha hecho que tenga una buena aceptaci¨®n. S¨®lo quer¨ªamos el nombre y que nos prestasen su ropa, ya que la financiaci¨®n la hemos conseguido nosotras'. No es mucho lo que puede costar hacer felices a 36 jugadoras durante una temporada. El a?o pasado, el Coslada se gast¨® 2,7 millones de pesetas en los dos equipos. Este a?o, Romero ha conseguido que una marca de lencer¨ªa femenina les subvencionara una cantidad menor, pero en un 100%.
La presidenta es una joven empresaria que tiene 25 empleados en su negocio de panader¨ªas y pasteler¨ªa, y que ha decidido aprovechar su olfato como gestora para no dejar sin jugar a 36 chicas: 'Prefiero sufrir 36 veces yo, antes que una vez cada una de ellas'. Para Romero ha sido determinante la uni¨®n que existe entre todas las chicas: 'Podr¨ªan haber ido a diferentes clubes y estar en categor¨ªas superiores, pero se llevan muy bien despu¨¦s de que casi todas hayan estado cinco a?os juntas. Son m¨¢s que un equipo de f¨²tbol'.
Ahora ya s¨®lo queda que Pamela supere su contradicci¨®n deportiva, que se olvide de que ha llegado a ser antiatl¨¦tica y que asuma que algunos amigos y amigas del Madrid la llamen 'chaquetera'. Aunque ella no tiene traumas y ya lo empieza a remontar: 'Cuando juego, se me olvida que soy del Madrid y s¨®lo pienso en defender el escudo del Atleti'.
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