El Madrid s¨ª gana sin Zidane
El equipo de Del Bosque derrota al Roma con una hora de buen juego, pero sufre un tramo final angustioso
No estaba Zidane y el Madrid gan¨®. Y, llegando de menos a m¨¢s, hasta convenci¨® en su estreno europeo, salvo en el ¨²ltimo cuarto de hora. Sin la estrella que ha obligado a reajustar el viejo dibujo del equipo, sin el sancionado Zidane, Del Bosque aprovech¨® la ausencia del franc¨¦s para dar entrada a McManaman y recuperar los trazos t¨¢cticos del curso pasado -el 4-4-2, con doble pivote-. Y el Madrid estuvo inicialmente m¨¢s ordenado, colocado de forma m¨¢s coherente, y acab¨® m¨¢s atrevido y claro que en sesiones pasadas. Gan¨® en el Ol¨ªmpico y a?adi¨® picante al debate: ante un Roma que decepcion¨® y sin Zidane dej¨® su mejor actuaci¨®n del curso.
Aunque el del arranque fue un Madrid m¨¢s bien espeso, el orden que gener¨® su alineaci¨®n le facilit¨® las cosas para acometer su primera aventura de la noche: cerrarle las puertas a Totti, una pesadilla permanente. Goza el h¨¦roe romano de libertad geogr¨¢fica para aparecer por cualquier sitio del campo, lo que, por imprevisible, agranda su condici¨®n de amenaza. El Madrid se aplic¨® en taparle las salidas, en complicarle la respiraci¨®n en cuanto asomara con la pelota. No hab¨ªa un vigilante especial para Totti, porque no era posible determinar la zona del c¨¦sped que iba a pisar, pero todos y cada uno de los jugadores blancos le reconoc¨ªan como el gran peligroso.
ROMA 1| REAL MADRID 2
Roma: Pelizzoli; Zebina, Samuel, Zago; Caf¨² (Balbo, m. 82), Emerson, Assun?ao (Cassano, m. 61), Candela; Totti; Batistuta y Montella (Lima, m. 46). Real Madrid: Casillas; M¨ªchel Salgado, Hierro, Karanka, Roberto Carlos; Makelele, Flavio; Figo, Ra¨²l, McManaman; y Guti (Iv¨¢n Campo, m. 87). Goles: 0-1. M. 50. Figo, con un gran lanzamiento de falta directa que sorprende a Pelizzoli. 0-2. M. 63. Cabezazo de Guti tras un centro medido de Figo. 1-2. M. 73. Totti, de penalti cometido por Karanka sobre Zebina. ?rbitro: Graham Poll (Inglaterra). Amonest¨® a Karanka y Guti, por el Real Madrid; y a Emerson, por el Roma. Lleno. Unos 75.000 espectadores en el Estadio Ol¨ªmpico de Roma.
Y con todo, en el primer tramo, gan¨® Totti. No pudo el italiano desbordar, pero casi siempre se las apa?¨® para perfilarse de tal forma que pudiera centrar a gusto. Sus roscas profundas, buscando la mayor¨ªa de las veces los desmarques a contraespalda de Batistuta, fueron el gran dolor de cabeza del Madrid. La ventaja blanca fue que Fernando Hierro, pese a dos o tres errores de c¨¢lculo, estuvo lo suficientemente entonado como para imponer su ley en el ¨¢rea.
Totti, tambi¨¦n Caf¨² por la banda derecha, represent¨® lo mejor del Roma, un equipo que se junta coordinadamente cuando no tiene la pelota, que achica el campo, y que se separa a toda velocidad cuando lo recupera, que agranda la zona de juego pegando gente a la banda. Que funciona como equipo. De alguna manera, tambi¨¦n funcion¨® ayer como tal el Madrid, aunque no es su costumbre.
Tras un comienzo horroroso, rebosante de pases al contrario y p¨¦rdidas de bal¨®n, el Madrid acert¨® a discutirle al Roma el gobierno del partido. Le cost¨®, porque Flavio y Makelele insistieron en su falta de jerarqu¨ªa para manejar el juego en su parcela m¨¢s importante. Pero entre la movilidad de Ra¨²l (especialmente atrevido ayer), Figo y Guti y el agradecido trabajo de McManaman, de constante ida y vuelta, tratando de exprimir los agujeros que dejaba Caf¨² en sus subidas, el Madrid consigui¨® meter en algunos aprietos al Roma. Y en dos ocasiones, de los gordos. Primero Ra¨²l, al que Zago priv¨® debajo de la l¨ªnea de gol la culminaci¨®n de una maniobra sublime, y despu¨¦s, justo antes del descanso, Guti, que desperdici¨® con un tirito flojo y cruzad¨ªsimo un mano a mano largo con Pelizzoli.
El Roma tambi¨¦n tuvo sus ocasiones (especialmente un c¨®modo remate de cabeza de Totti que, a un metro de la porter¨ªa, sali¨® misteriosamente fuera), pero fue de m¨¢s a menos, justo lo contrario de lo que le sucedi¨® al Madrid. Fabio Capello lo interpret¨® tambi¨¦n as¨ª y arroj¨® m¨¢s precauciones sobre la segunda mitad: retir¨® a Montella, un delantero, y dio a entrada a Lima, un centrocampista. Es decir, su 3-4-3 inicial pas¨® a ser un 3-5-2. Pero la medida no le suaviz¨® el partido.
Casi al contrario, elev¨® la determinaci¨®n del Madrid, que reconoci¨® el temblor del rival y se sinti¨® m¨¢s autorizado a tirar hacia adelante. Pelizzoli le tendi¨® al Madrid la mano definitiva comi¨¦ndose un lanzamiento de falta de Figo con pinta de parable. El tiro era preciso pero lejano. El Madrid trat¨® de manejar el 1-0 con mucha posesi¨®n de pelota. Al Roma le cost¨® estirarse. Sobre todo, porque Totti, obligado a jugar de punta-punta por la salida de Montella, ya no result¨® tanto enigma para un Madrid que lleg¨® a crecerse por momentos. Pero toda su autoridad estuvo a punto irse al garete tras un error de c¨¢lculo de Karanka, que atropell¨® de mala manera a Zebina. Totti acert¨® con el penalti y el duelo dio un brusco giro. El Madrid pas¨® un calvario hasta el final, con Casillas a pleno rendimiento y el travesa?o de cara, como en un remate de Balbo que escupi¨® la madera.
El pitido final result¨® un alivio para el Madrid, que obviando el ¨²ltimo tramo, cerr¨® su estreno europeo gust¨¢ndose m¨¢s de lo que se preve¨ªa tras su err¨¢tico inicio de temporada. Con una victoria en Roma ante el campe¨®n italiano. Y todo con las armas del a?o pasado (menos Helguera) y sin Zidane, el mejor futbolista del mundo al que no se le encuentra acomodo. El debate est¨¢ servido.
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