Una testigo desmiente a la acusada en el 'caso Wanninkhof' y dice que sali¨® la noche del crimen
Versiones contradictorias sobre la ropa de Roc¨ªo ponen en duda circunstancias de su muerte
Una camarera del restaurante ubicado frente a la casa de la acusada en el caso Wanninkhof contradijo ayer la declaraci¨®n de Dolores V¨¢zquez -quien ante el jurado afirm¨® que la noche del crimen s¨®lo falt¨® de su casa para comprar cigarrillos y tirar la basura- al testificar que la propia sospechosa, al adquirir el tabaco, le coment¨® que 'sali¨® a correr para despejarse'. Buena parte de la sesi¨®n se consumi¨® en el debate sobre la ropa que llevaba Roc¨ªo aquella noche. Testimonios contradictorios ponen en duda las circunstancias en que se produjo su muerte.
La camarera declar¨® que la propia acusada, al pedirle el tabaco, le coment¨® que su madre, que est¨¢ impedida, hab¨ªa estado todo el d¨ªa muy inquieta, raz¨®n por la que sali¨® a correr 'para despejarse'. Seg¨²n esta testigo, V¨¢zquez llevaba ropa de deporte y ten¨ªa la 'cara descompuesta'. A lo largo de su declaraci¨®n, la trabajadora del restaurante manifest¨® que d¨ªas despu¨¦s de la desaparici¨®n de la joven, vio salir 'llamas, no humo' por la chimenea de la vivienda de la imputada, algo que le llam¨® la atenci¨®n. Seg¨²n su testimonio, cuando el personal del establecimiento le pregunt¨® a V¨¢zquez qu¨¦ hab¨ªa pasado, contest¨® que 'meti¨® fuego para quitar oll¨ªn'.
No fue la ¨²nica testigo que puso en entredicho la declaraci¨®n de la acusada. La propietaria del restaurante dijo ante el jurado que los hu¨¦spedes que seg¨²n la acusada llegaron el s¨¢bado -el d¨ªa del crimen- en realidad no aparecieron hasta las 11.00 del d¨ªa siguiente. Aquel d¨ªa se casaba un conocido por lo que el vecindario recuerda bien las fechas. Seg¨²n esta testigo, la imputada le coment¨® que estaba 'agotada' porque la madre no hab¨ªa podido dormir bien aquella noche y que como sus familiares llegaron a mediama?ana del domingo casi no hab¨ªa tenido tiempo de echarse un rato. Estas afirmaciones vuelven a desmontar su coartada, que ya el viernes fue puesta en entredicho por un testimonio similar. Cabe recordar que, en cambio, una sobrina y dos conocidas han sustentado la versi¨®n de la acusada al declarar que s¨ª tuvo hu¨¦spedes el 9 de octubre de 1999.
Buena parte de la sesi¨®n de ayer se consumi¨® en el debate sobre las prendas que llevaba Roc¨ªo cuando desapareci¨®. Hay hasta tres versiones distintas. El novio dijo que iba con una camiseta de tirantes color burdeos y la madre de ¨¦ste que se puso una rebeca con cremallera encima de una prenda blanca. Sin embargo, cerca del cad¨¢ver aparecieron unas bolsas con una camiseta blanca y una sudadera oscura sin cremallera. Estas ¨²ltimas prendas ten¨ªan los orificios de las pu?aladas que recibi¨® la joven. La discusi¨®n sobre la ropa no es anecd¨®tica ya que si la v¨ªctima se la cambi¨® podr¨ªan variar la hora y las circunstancias del crimen que se han barajado hasta el momento.
Ayer tambi¨¦n testific¨® una vidente que bajo juramento declar¨® que la imputada fue a su consulta el 14 de abril de 1999 -seis meses antes del crimen- y le coment¨® que quer¨ªa volver con su pareja pero que uno de sus hijos se opon¨ªa. Conforme su declaraci¨®n, la acusada incluso le dijo que esa persona se llamaba Roc¨ªo y que 'Alicia (su madre) llorar¨ªa l¨¢grimas de sangre'. El jurado, que en los ¨²ltimos d¨ªas ha formulado preguntas muy pertinentes a casi todos los testigos, no hizo ning¨²n interrogante a la vidente. El juicio deb¨ªa haber terminado ayer, seg¨²n las previsiones, pero dado el retraso que acumulan las sesiones se desconoce cu¨¢ndo finalizar¨¢.
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