Motos inseguras sin seguro

Las empresas privadas de seguros han dado la espalda a las motos de baja cilindrada. Aducen que no les salen rentables, porque su elevado n¨²mero de accidentes abulta la factura de las indemnizaciones. La resistencia a asegurar ciclomotores ha disparado las contrataciones del Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros y ha provocado la subida de las p¨®lizas. Y est¨¢ relacionada con el aumento de los conductores que circulan sin seguro. Tr¨¢fico estima que un 12% de ciclomotores circulan sin el seguro obligatorio. Un estudio de los Mossos d'Esquadra en Catalu?a lo eleva al 24%.

No es cuesti¨®n de rascarse el bolsillo. Ni pagando. Un menor de 20 a?os que quiera asegurar su nuevo ciclomotor -de hecho, est¨¢ obligado a ello-, que no quiera suscribir otro tipo de p¨®liza a?adida y que carezca de v¨ªnculos previos con una aseguradora no tiene nada que hacer con el sector privado, al que nada le fuerza a asumir riesgos que no desea.

'Es el mercado', alegan fuentes de una compa?¨ªa consultada. Sin embargo, la Mutua Panadera Valenciana se ha convertido (vox populi) en una de las pocas que nadan contra corriente.

En los ¨²ltimos cuatro a?os, el precio del seguro de un ciclomotor se ha disparado. Si en 1997 bastaban entre 15.000 y 20.000 pesetas para tener el seguro en orden, hoy las cifras pueden llegar a superar ampliamente las 100.000 pesetas anuales. Seg¨²n la compa?¨ªa, el tipo de veh¨ªculo y el perfil del conductor, los precios pueden llegar a ser incluso siete veces superiores a los de hace cuatro a?os.

Jaime Varela, presidente de la patronal de aseguradoras Unespa, considera 'injusta' la idea que ha ido calando en la opini¨®n p¨²blica de que las compa?¨ªas act¨²an 'caprichosamente'. 'La gente suele preguntarse c¨®mo por un veh¨ªculo que le ha costado 250.000 pesetas tiene que pagar 70.000 por el seguro. No se trata de asociar el precio del seguro al del ciclomotor, sino a la protecci¨®n de la vida humana', subraya.

En cuanto a los precios, Varela recuerda que las empresas buscan 'el m¨¢s ajustado a las circunstancias' a partir de una segmentaci¨®n del colectivo de veh¨ªculos y, sobre todo, de sus conductores, con la consiguiente distinci¨®n de grupos de riesgo. 'Es frecuente que el conductor del velomotor sea gente joven con una conducci¨®n arriesgada, y el riesgo todav¨ªa es mayor cuando se trata de personas que hacen muchos kil¨®metros como los mensajeros', se?ala.

Uno de los elementos que m¨¢s han tenido que ver, tanto en la subida de los precios como en el abandono de la actividad, aparte de otros como las crecientes indemnizaciones fijadas por los jueces, ha sido el pacto, 'que todos parecen olvidar', de Unespa con la Seguridad Social (SS) hace tres a?os. En virtud de este pacto, las aseguradoras se comprometieron a pagar siempre a la Seguridad Social por los da?os personales del conductor si aqu¨¦lla se compromet¨ªa a asistirles en caso de accidente. El acuerdo pretend¨ªa resolver el frecuente desamparo de un conductor accidentado con un seguro a terceros (que no le cubre el da?o personal sufrido) y al que, en caso de accidente de circulaci¨®n, la SS no le cubr¨ªa la asistencia.

En 2001, la situaci¨®n se ha corregido: aunque se mantiene el principio de pagar a la SS por la asistencia en urgencias del conductor, las compa?¨ªas se reservan el derecho a reclamar los pagos tras descubrir al culpable del accidente.

Miguel ?ngel Bail¨®n, de la corredur¨ªa de seguros por Internet puntoseguro.com, resume d¨®nde ha desembocado esta situaci¨®n: 'Si alguien quiere asegurar su ciclomotor, le decimos que se dirija al Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros'. El Consorcio, dependiente de Econom¨ªa, acepta la solicitud, previa exigencia, por escrito, de dos negativas de empresas privadas.

La posici¨®n de la Administraci¨®n sobre el tema apunta hacia la libertad de contrataci¨®n de las empresas y, en caso de que se extinga la oferta privada para los seguros de las motos o para quienes no puedan permitirse p¨®lizas prohibitivas, recuerda que existe el Consorcio de Compensaci¨®n. Buscar un seguro a todo riesgo, en el caso de los ciclomotores, es buscar una aguja en un pajar. Aunque, seg¨²n Unespa, son los consumidores los que no suelen pedirlo.