Cheney tom¨® el control de la situaci¨®n tras los ataques terroristas

Dick Cheney, vicepresidente y hombre fuerte de la Administraci¨®n de George Bush, confirm¨®, durante la crisis, ser el hombre imprescindible del Gobierno estadounidense. En ausencia de Bush, el pasado martes, asumi¨® el control en Washington. Adem¨¢s, fue Cheney quien pidi¨® al presidente que ordenara el derribo de cualquier avi¨®n que se dirigiera hacia Washington sin atender las ¨®rdenes de desviar su rumbo.

'La gente dice que es una decisi¨®n horrorosa. Lo es', asegur¨® Cheney el pasado domingo cuando le preguntaron en un programa de televisi¨®n sobre la petici¨®n que le hizo a Bush de derribar el pasado martes cualquier avi¨®n sospechoso. Y a?adi¨®: 'Me preocup¨® cuando me informaron de que un avi¨®n sin identificar se dirig¨ªa hacia la capital. No estaba preocupado por mi decisi¨®n. Estaba preocupado por la vida de americanos inocentes'. El vicepresidente no fue visto en p¨²blico hasta el domingo, cuando acudi¨® al programa de la cadena de televisi¨®n NBC Meet the Press a exponer el punto de vista de la Casa Blanca sobre la crisis que vive EE UU. Su ausencia fue un llamativo vac¨ªo durante toda la semana, porque Cheney, que trabaj¨® con Bush padre, hab¨ªa mostrado sobradamente ser el cerebro de la Administraci¨®n de Bush hijo. Cheney, de 60 a?os y con tres operaciones de coraz¨®n, es el vicepresidente con m¨¢s influencia que ha conocido la Casa Blanca. Su estatura pol¨ªtica se ha agigantado con la crisis.

En su comparecencia en televisi¨®n, el vicepresidente tambi¨¦n anunci¨® que no tiene dudas de la implicaci¨®n en los atentados de Osama Bin Laden y de la funci¨®n de Afganist¨¢n como valedor del islamista radical, aunque dijo no tener certeza de que Bin Laden est¨¦ en Afganist¨¢n.

El pasado martes, tras los atentados, unos agentes de los servicios secretos se presentaron ante ¨¦l: 'Se?or, hay que salir inmediatamente'. Los agentes se lo llevaron a un centro de control subterr¨¢neo en la Casa Blanca, seg¨²n reconoci¨® el vicepresidente en televisi¨®n. All¨ª, Cheney asumi¨® el control tras hablar con Bush, a quien inst¨® a no volar hacia Washington desde Florida, adonde el presidente hab¨ªa acudido a promocionar la educaci¨®n. 'Retrase su retorno', le dijo, 'no sabemos lo que est¨¢ pasando aqu¨ª, pero parece que nos quieren atacar'. Cheney tambi¨¦n dio al presidente las l¨ªneas del discurso que deb¨ªa pronunciar esa noche, con la idea de que tan responsables de los atentados son los terroristas como sus c¨®mplices: los pa¨ªses que les dan refugio.El vicepresidente orden¨® la evacuaci¨®n del Gobierno y puso bajo protecci¨®n al presidente de la C¨¢mara de Representantes, Dennis Hastert, tercero en el mando tras el presidente y el vicepresidente. Cheney trabaj¨® desde el Centro Presidencial de Operaciones de Emergencia, en comunicaci¨®n con el Air Force One, el avi¨®n presidencial, y recibiendo informaci¨®n y dando ¨®rdenes a la CIA, al Pent¨¢gono y a otras entidades. 'Estaba en situaci¨®n de ver todo lo que ocurr¨ªa, recibir informaciones y tomar decisiones', afirm¨® Cheney.

Ante la amenaza de ataque a la Casa Blanca, los servicios de seguridad le pidieron que abandonara el centro de mando subterr¨¢neo. 'Me negu¨¦', cont¨® Cheney. 'Si me hubiese marchado, todo el sistema hubiera quebrado'. Con el presidente en la Casa Blanca, Cheney fue trasladado el jueves a Camp David para mantener su distancia f¨ªsica de Bush.