'Est¨¢ en debate cu¨¢ndo iniciar el tratamiento en los ni?os seropositivos'
Atacar al virus cuanto antes o esperar para evitar los efectos secundarios del tratamiento y las resistencias. Ese es el dilema. 'Sigue siendo motivo de debate cient¨ªfico cu¨¢ndo iniciar el tratamiento antirretroviral en los ni?os seropositivos. La opini¨®n m¨¢s extendida es que hay que individualizar el abordaje terap¨¦utico, pues con el tiempo se est¨¢n empezando a observar en ellos algunos de los efectos secundarios hallados en los adultos, como la lipodistrofia, una alteraci¨®n del metabolismo que causa una distribuci¨®n irregular de la grasa corporal, de tal modo que ¨¦sta se acumula en el abdomen y la espalda, y se pierde en las zonas perif¨¦ricas, como brazos, nalgas y piernas', afirma Mar¨ªa ?ngeles Mu?oz-Fern¨¢ndez, del servicio de Inmunolog¨ªa del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid.
'Es muy importante que toda embarazada se haga la prueba de confirmaci¨®n del VIH'
'Hay que practicar la prueba de resistancias para individualizar la terapia'
Seg¨²n esta especialista, es de suma importancia practicar en cada caso la prueba de resistencias del virus de la inmudeficiencia humana (VIH) una vez establecido el diagn¨®stico de seropositividad, que permite comprobar en el ni?o qu¨¦ cepas transmitidas por la madre se han hecho resistentes y a qu¨¦ f¨¢rmacos. As¨ª, con los resultados de este test (todav¨ªa no generalizado en todos los hospitales espa?oles), se elige el tratamiento.
Para esta bi¨®loga, autora del libro Estudio de resistencias antirretrovirales en el ni?o: del laboratorio a la cl¨ªnica que acaba de publicarse (editorial Ananda Publishers) y cuyo pr¨®logo ha sido escrito por Federico Mayor Zaragoza, ex director de la UNESCO, es fundamental que exista una comunicaci¨®n fluida entre los cl¨ªnicos, que atienden a los pacientes, y los investigadores, que estudian los avances en el laboratorio, 'sin olvidar que el ni?o no es s¨®lo un adulto con menos talla, sino un ser en continuo desarrolllo y crecimiento cuya fisiopatolog¨ªa es diferente'.
Hay m¨²ltiples diferencias entre los adultos seropositivos y los reci¨¦n nacidos contagiados por la madre. Mientras que en el primer caso se suele ignorar el momento de contraer la infecci¨®n, en el segundo caso s¨ª se conoce. 'Aunque tanto adultos como ni?os', aclara, 'suelen ser tratados con una combinaci¨®n de al menos tres f¨¢rmacos antirretrovirales, en los peque?os destaca la dificultad para reducir la carga viral a niveles indetectables. El sistema inmunol¨®gico del ni?o es inmaduro y a menudo no es capaz de controlar la replicaci¨®n del VIH. No obstante, esta inmadurez favorece una mayor producci¨®n de c¨¦lulas v¨ªrgenes que contribuyen a reparar el sistema inmune deteriorado. La capacidad de regeneraci¨®n celular es mayor en los ni?os, hecho por el que se ve compensada su inmadurez inmune'.
Al aumentar la supervivencia infantil con la terapia antirretroviral, el sistema inmunol¨®gico del peque?o va madurando y ejerciendo su control sobre la replicaci¨®n viral. Actualmente se ha observado que las terapias m¨¢s eficaces alcanzan en casi la mitad de los ni?os seropositivos la inhibici¨®n deseada de la replicaci¨®n viral, es decir, el descenso hasta niveles indetectables.
El pron¨®stico de los ni?os espa?oles con VIH es 'bastante bueno', a juicio de Mu?oz-Fern¨¢ndez, porque 'si, desde 1983, en que empezaron a ser tratados los ni?os, hasta hace s¨®lo unos a?os mor¨ªa un alto n¨²mero de peque?os infectados entre los dos y los cinco a?os, los tratamientos actuales impiden que la enfermedad progrese y evolucione cl¨ªnicamente y que pr¨¢cticamente no fallezca ninguno'.
Otra de las diferencias del ni?o VIH positivo con respecto al adulto es el problema del cumplimiento terap¨¦utico. Por ejemplo, cuando est¨¢ al cuidado de los abuelos por haber muerto sus padres de sida. A veces, los cuidadores se despistan o no les despiertan para darles la medicaci¨®n. A veces, los responsables ocultan el problema del peque?o e impiden que lleve las pastillas al colegio. Muchos de los propios pacientes ignoran que est¨¢n infectados, porque la familia o quienes est¨¢n a su cargo no se lo han contado.
'Es muy duro para un ni?o decirle que tiene el VIH y que adem¨¢s se lo ha contagiado su madre. En los hospitales espa?oles trabaja un equipo multidisciplinar para preparar al peque?o y a la familia e ir haci¨¦ndoselo comprender a partir de los ocho a?os de edad', subraya Mar¨ªa ?ngeles Mu?oz-Fern¨¢ndez.
Es muy importante, seg¨²n destaca, que toda embarazada se haga la prueba de confirmaci¨®n del VIH porque, si ¨¦sta es positiva, un tratamiento adecuado durante la gestaci¨®n evitar¨¢ que transmita el virus a su hijo. Actualmente, en Espa?a, como en el resto de los pa¨ªses desarrollados, se ha logrado que s¨®lo entre un 1% y un 2% de beb¨¦s de madres seropositivas sean contagiados. Los actuales tratamientos previenen del contagio al beb¨¦, ya sea durante la gestaci¨®n o en el parto, y no resultan terat¨®genos, es decir, no causan da?o fetal o malformaciones cong¨¦nitas. A todos los beb¨¦s nacidos de mujeres de seropositiva se les realizan varias pruebas de detecci¨®n del VIH.
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