'El Museo Guggenheim es cada vez m¨¢s contenido que edificio'
PERFIL.
Alicia Mart¨ªnez V¨¦lez (Santander, 1959) se siente profesionalmente afortunada. Tras dar clases en una academia y apasionarse por los libros en una editorial del grupo Tim¨®n, llev¨® las publicaciones y la tienda del Museo Thyssen y ahora es directora de comunicaci¨®n e imagen del Guggenheim.
Alicia Mart¨ªnez V¨¦lez ha vivido 15 a?os en Madrid siempre so?ando con regresar al norte, a Cantabria. Tal era su empe?o que contagi¨® a su marido, madrile?o, en la ilusi¨®n por el mar, las monta?as verdes y 'la calidad de vida de los lugares peque?os'. Sin embargo, no era tarea f¨¢cil encontrar otro trabajo en ese norte ansiado que igualara la calidad y la proyecci¨®n del que ten¨ªa en Madrid en el Museo Thyssen. Sin embargo, desde junio de 1997, dirige el departamento de comunicaci¨®n e imagen del Museo Guggenheim.
Pregunta. ?C¨®mo consigui¨® embarcar a toda la familia en su traslado?
Respuesta. Nosotros siempre viv¨ªamos con la ilusi¨®n de dar el salto al norte, pero perdiendo lo menos posible. Mi marido tuvo un gesto muy generoso. Para m¨ª era una estupenda oportunidad profesional, pero ¨¦l se ven¨ªa sin nada. Fue una de las decisiones m¨¢s importantes de nuestra vida, lo hicimos y nos ha salido bien.
P. ?Cu¨¢les fueron sus comienzos profesionales?
R. Estudi¨¦ Magisterio y mi primer trabajo fue en una academia de idiomas en Madrid. Despu¨¦s trabaj¨¦ en una editorial del grupo Tim¨®n y all¨ª empec¨¦ a relacionarme con el mundo de los libros, que me apasionan.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® la primera vez que vio el Guggenheim?
R. Nunca lo olvidar¨¦. Ven¨ªa del aeropuerto por el puente de Deusto e iba mirando hacia el otro lado y de repente me gir¨¦ y me qued¨¦ sobrecogida. Me impactaron las dimensiones del edificio, el dise?o tan atrevido, y a¨²n m¨¢s la arquitectura interior. Los que trabajamos en el Museo Guggenheim somos unos privilegiados. El edificio es fant¨¢stico, pero lo realmente magn¨ªfico es el proyecto.
P. ?De qu¨¦ se encarga su departamento?
R. Llevamos las relaciones con la prensa, la gr¨¢fica en las exposiciones y la publicaci¨®n de los cat¨¢logos y los libros. Adem¨¢s, tambi¨¦n nos encargamos de la tienda.
P. ?Cu¨¢ntas personas trabajan a su cargo?
R. Tengo cerca de 30 personas en las tres diferentes ¨¢reas.
P. Los cat¨¢logos se han convertido en un objeto buscado por los visitantes.
R. Ahora entra dentro de los esquemas del visitante el ir a ver una exposici¨®n y comprar el cat¨¢logo de la misma.
P. ?C¨®mo vive las noticias que se publican sobre el museo?
R. El Guggenheim ha generado muchas noticias de todo tipo. En 2000 fueron m¨¢s de 8.000 informaciones. Nos gusta mucho que hablen de nosotros y hablen bien y cuando hablan mal, claro que nos disgusta, pero lo asumimos. En un proyecto de esta envergadura no todas las opiniones son favorables.
P. ?Ha generado m¨¢s noticias en los medios el edificio de Frank Gehry o las exposiciones?
R. Este tema ha sido siempre un poco controvertido. Al principio se hablaba m¨¢s del edificio, de su arquitectura. Con el paso del tiempo el Guggenheim sigue siendo edificio, pero empieza a ser m¨¢s contenido.
P. Se ha dicho que la grandiosidad del edificio se come a las exposiciones que contiene.
R. ?sta es una cr¨ªtica infundada que escuchamos constantemente. En estos cuatro a?os hemos tenido exposiciones de una dimensi¨®n impresionante. Como la de Richard Serra, la de China, Robert Rauschenberg, la de Chillida, entre otras. Son muestras de una gran envergadura.
P. Tambi¨¦n hubo cr¨ªticas con exposiciones como El arte de la motocicleta o la de Giorgio Armani, recientemente clausurada.
R. El Guggenheim es un nuevo concepto de museo, en el que tienen cabida todas las manifestaciones de la cultura. Nosotros vamos a seguir por esa l¨ªnea, que es acertada y espero que con el tiempo la gente llegue a entenderlo.
P. ?Qu¨¦ destacar¨ªa usted del Museo Guggenheim?
R. La versatilidad de los espacios, c¨®mo cambia su fisonom¨ªa, c¨®mo de una exposici¨®n a otra, en el mismo a?o; se tiene la sensaci¨®n de entrar cada vez en un museo distinto.
P. ?No le gustar¨ªa recalar en alg¨²n peque?o museo?
R. Para mi vida privada me gustan mucho los sitios peque?os, pero en la profesional me gustan grandes proyectos, que tengan una cierta dimensi¨®n. Que tengan mucho de reto.
P. ?En qu¨¦ museo del mundo le apetecer¨ªa trabajar?
R. Me gusta mucho el MOMA de Nueva York.
P. ?Cu¨¢ntas veces ha tra¨ªdo a sus hijos a ver el Guggenheim?
R. Muchas. Y les gusta mucho.
P. Pero el Guggenheim no es un museo para ni?os.
R. Yo creo que s¨ª. Hay muchas exposiciones que son fant¨¢sticas para ellos, como Nam June Paik, que est¨¢ ahora, o la colecci¨®n Panza, que invitaba a interactuar con las obras. Hay muchas obras de arte contempor¨¢neo que te permiten interactuar y eso para los ni?os es magn¨ªfico.
![Alicia Mart¨ªnez, la pasada semana, en su lugar de trabajo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AACRC3NYLHTMI7JD6CCK5JM6YI.jpg?auth=5ca22dfa0d67f066336d1bcf01859fa67d03527fd1b46e1a41b8ec88546cd63c&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.