Galardonadas dos espa?olas en el Concurso Europeo de J¨®venes Investigadores
Una dorada le dice a su m¨¦dico: 'Doctor, me inclino a la derecha cuando nado, me siento d¨¦bil'. El pez m¨¦dico responde: 'Veo en su radiograf¨ªa que sus otolitos no han cristalizado correctamente. ?Creci¨® usted en una piscifactor¨ªa?'. Son los personajes de la tira c¨®mica creada por las catalanas Clara Coll y Francina Sintas, de 18 y 19 a?os, para resumir el objetivo de su trabajo de investigaci¨®n sobre los otolitos -huesecillos en el o¨ªdo interno de los peces-, con el que han ganado uno de los premios de la 13 edici¨®n del Concurso Europeo para J¨®venes Cient¨ªficos, organizado por la Comisi¨®n Europea y celebrado la pasada semana en Bergen, Noruega.
'Las mentes frescas de los chicos, la creatividad y la profundidad de sus trabajos nos han impresionado', dijo Pauline Slosse, de la Universidad Libre de Bruselas, presidenta del jurado. Creatividad desde luego no falt¨®. El sal¨®n donde los 95 participantes de entre 15 y 20 a?os, de 31 pa¨ªses, expon¨ªan sus trabajos sobre inteligencia artificial, biotecnolog¨ªa o f¨ªsica, estaba lleno de objetos poco habituales en una muestra cient¨ªfica: mu?ecas con agujas de acupuntura, una enorme maqueta de avi¨®n, un cochecito rob¨®tico...
Uno de los tres primeros premios, de 5.000 euros -831.930 pesetas-, fue para un programa que analiza im¨¢genes de sat¨¦lite y distingue, por ejemplo, las nubes de lluvia de las de nieve. Su creador est¨¢ invitado ya a dar una conferencia en un centro meteorol¨®gico alem¨¢n. Coll y Sintas, que eligieron su tema simplemente porque en su pueblo, Arenys de Mar (Catalu?a), se fabrica bisuter¨ªa con los otolitos, se llevaron un premio de 400 euros -66.554 pesetas- y una visita de dos semanas al Instituto Polar Noruego. Otros premios inclu¨ªan estancias en la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y en el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias.
Pero el certamen fue adem¨¢s un foro sobre un problema cuya gravedad dieron por sentada los adultos: el creciente desinter¨¦s de los j¨®venes por la ciencia. Cuatro premios Nobel reflexionaron: 'Ahora la gente se preocupa m¨¢s por el dinero. Cuando ¨¦ramos m¨¢s j¨®venes hab¨ªa grandes misterios en el universo y la ciencia ten¨ªa un gran impacto en la sociedad. Se hablaba de todo lo nuclear, el transistor se acababa de inventar...', dijo Gerardus t'Hooft, nobel de f¨ªsica 1999. Harold Kroto sigui¨® en la l¨ªnea nost¨¢lgica: 'Antes se aprend¨ªa mucho arreglando cosas que se estropeaban. Ahora lo que se rompe se tira, no se puede desarmar'. Achilleas Mitsos, director general de Investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, tambi¨¦n cree que los j¨®venes 'est¨¢n cada vez menos interesados por la ciencia'.
Los chicos no parec¨ªan tan seguros. 'A mis amigos y a m¨ª nos encanta abrir ordenadores', murmuraba uno. Otros recordaban, si se les preguntaba, que tambi¨¦n se habla mucho hoy de la clonaci¨®n, por ejemplo.
En Espa?a, si la vena cient¨ªfica juvenil se mide por la participaci¨®n en este concurso, hay que valorar un factor de ¨ªndole pr¨¢ctica: los propios organizadores espa?oles admiten que 'tenemos problemas para darlo a conocer. Y es dif¨ªcil que los profesores se impliquen, porque para ellos supone mucho m¨¢s trabajo y no reciben ninguna compensaci¨®n'. El certamen europeo es una final para ganadores de los concursos nacionales. En Espa?a se han celebrado ya 14 ediciones, en las que se observa 'un desequilibrio en la participaci¨®n por comunidades', con una gran ventaja a favor de Catalu?a.
Un segundo grupo espa?ol formado por Domingo Guinea, ?ngel L¨®pez y Rafael Mel¨¦ndez, de la Universidad Pontificia de Comillas, lleg¨® a la final europea. Su programa Amuser emplea herramientas de inteligencia artificial para producir melod¨ªas adaptadas al gusto personal del usuario, aunque en el futuro podr¨ªa convertirse en un programa para mejorar distintos procesos ingenieriles.
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