'Huida al para¨ªso', imagen viva de la emigraci¨®n kurda

No fue ayer el mejor d¨ªa de la competici¨®n oficial del encuentro donostiarra. Hubo -adem¨¢s de la pel¨ªcula china La sonrisa de la mariposa, que es un cuento policiaco algo retorcido, pero de corto alcance, que est¨¢ correctamente dirigido por He Jianjuin, y que no levant¨® ninguna polvareda de entusiasmo- dos pel¨ªculas en el concurso, la argentina La fuga y la suiza Huida al para¨ªso, cuyo cotejo no elev¨® el nivel de las calidades hasta ahora alcanzado.

De ah¨ª que los atractivos y las discusiones de la jornada de ayer tuvieran que alzarse de las proyecciones de lujo y de las secciones paralelas. Concretamente, la gente acudi¨® en masa a la llamada del gran escaparate del vel¨®dromo de Anoeta, donde -siguiendo las huellas que dej¨® hace unos d¨ªas la versi¨®n integral de Apocalypyse now- se present¨® Moulin Rouge, filme que se dio a conocer en el ¨²ltimo Festival de Cannes, que es interpretado por Nicole Kidman y Ewan McGregor y que ha sido dirigido por el australiano Baz Luhrmann.

El primoroso trabajo que Luhrmann ha hecho en la banda sonora de Moulin Rouge da lugar a un delicioso y brillant¨ªsimo collage de muchas y muy c¨¦lebres m¨²sicas pop de las ¨²ltimas d¨¦cadas, argucia sonora que est¨¢ alcanzando una resonancia que la habilidosa, mareante y tramposa ret¨®rica visual desplegada por las im¨¢genes del filme no se merece, por lo que conviene distinguir, dentro de esta astuta obra, entre sus m¨¢gicas sonoridades y sus habilidosas y enga?osas oquedades cinematogr¨¢ficas.

Documento vivo

El peque?o filme suizo Huida al para¨ªso narra, de forma muy sencilla y austera, con presupuesto artesanal y un reparto de alrededor de una veintena de int¨¦rpretes no profesionales, algunos de los cuales parecen recrearse a s¨ª mismos, la historia de la emigraci¨®n a Suiza de una familia del Kurdist¨¢n turco, que ha tenido que padecer en su pa¨ªs una salvaje persecuci¨®n dentro de ese inmenso, inacabable genocidio que convierte a esta tierra en un escenario de desolaci¨®n absoluta.

Hay captura del horror y del absurdo del mundo de ahora en el largo y exasperante proceso burocr¨¢tico que exige la integraci¨®n de los miembros de esta familia -perseguida en su pa¨ªs a causa de su cultura y su etnia- en la sociedad suiza, proceso y absurdo que les conduce finalmente a ocupar un piso, en una barriada de Berna, donde van a seguir siendo gente cercada a causa de su cultura y su etnia. El destino de este pu?ado de kurdos errantes, gente fatalmente encerrada dentro del infierno de un cerco de hostilidad sin salida, destila as¨ª una suave y amarga imagen de la tragedia cotidiana de toda emigraci¨®n. Y es una tragedia a la que el director Nino Jacusso y los rostros que maneja logran dar -sin caer en el menor ¨¦nfasis y sin incurrir en las facilidades del manique¨ªsmo- una delicada emoci¨®n de documento vivo y veraz.

En el polo opuesto al de la simplicidad e inmediatez del humilde filme suizo est¨¢ la, estupendamente producida y elaborada, pel¨ªcula argentina La fuga, a la que Eduardo Mignogna, su escritor y director, da el destello de barniz de su buen estilo y su demostrada solvencia, pero de manera que su dominio del oficio de hacer pel¨ªculas parece esta vez enred¨¢rsele como una mara?a entre los ojos, de manera que conduce al espectador a la contemplaci¨®n de una especie de indescifrable galimat¨ªas, un relevo de relatos entrelazados en el que no resulta nada f¨¢cil orientarse y s¨ª, en cambio, lo es perder el hilo de la inteligibilidad. Lo mejor del filme es su largo reparto, en el que sorprende que la escasa presencia en pantalla de Miguel ?ngel Sol¨¢ se convierta en una poderos¨ªsima presencia indirecta, de manera que este excepcional actor parece seguir all¨ª, en la pantalla, incluso cuando no est¨¢ en ella.