El 'factor H'

Hace un a?o justamente, Roberto Heras sonre¨ªa como nunca. El ciclista bejarano ganaba la Vuelta arrasando; encandilaba a todos los aficionados, que ya le ve¨ªan ganando un Tour; dejaba a su equipo de toda la vida, el Kelme, para irse con los norteamericanos del US Postal despu¨¦s de que su l¨ªder m¨¢ximo, Lance Armstrong, se enamorase de ¨¦l en el Tour; empezaba a tocar dinero medido en d¨®lares; dejaba su B¨¦jar de toda la vida y a su chica de toda la vida para irse a vivir a Barcelona. Adi¨®s, pueblo; hola, gran ciudad... Lo cambiaba todo, su interior y su exterior, pero anunciaba que segu¨ªa siendo el mismo. Renunciaba a intentar ganar el Tour a cambio de ayudar a Armstrong, pero era una apuesta razonable. Ya llegar¨ªa su momento. Tambi¨¦n hace un a?o so?aba con ganar otra Vuelta, y otra, todas seguidas.

Ayer, en Albacete, antes de salir pitando para Cuenca, tambi¨¦n sonre¨ªa, pero de otra manera.

Es muy dif¨ªcil, y lo sabe, que vuelva a ganar la Vuelta este a?o; tambi¨¦n es muy dif¨ªcil que consiga alg¨²n triunfo que le refuerce la moral. Oye a su alrededor, siempre que se vuelve, siempre a su espalda, las t¨ªpicas habladur¨ªas de los sabiondos, los 'ya lo sab¨ªa yo' y 'ya dec¨ªa yo que sin el Kelme no iba a ser nada y que no hay que cambiar de vida tan radicalmente'. Lo oye y dice: 'Para nada me arrepiento de este cambio'. Este a?o no es de transici¨®n, un duro periodo de adaptaci¨®n a otra vida, a otras ambiciones. 'Es, sencillamente, un a?o de mala suerte, el a?o en el que m¨¢s desgracias he sufrido'.

La temporada ha sido un desastre hasta ahora para Heras, hace un a?o el mejor ciclista espa?ol y ahora uno m¨¢s de los que hay por ah¨ª. Empez¨® tarde a centrarse en el ciclismo despu¨¦s de lo azaroso y desagradable de su divorcio con el Kelme; se concentr¨® en el Teide en marzo y alcanz¨® el punto de forma suficiente para estar a punto de ganar la Vuelta a Arag¨®n. Ah¨ª se acab¨® casi todo. Ayud¨® a Armstrong a ganar el Tour, pero s¨®lo lo pudo hacer con todas sus fuerzas en dos tramos de subida, en Pla d'Adet y Luz Ardiden. Eso ocurri¨® porque se cay¨®, por culpa de un compa?ero, en la contrarreloj por equipos y se dio un golpe en la rodilla, justamente en la derecha, el lugar en el que una insidiosa tendinitis le hab¨ªa tenido cojeando medio curso, le hab¨ªa impedido correr la Cl¨¢sica de los Alpes y hab¨ªa puesto en duda su buena forma para el Tour. Con la rodilla destrozada, Heras pudo acabar el Tour, pero en agosto tuvo que tomar una decisi¨®n radical: 'Tuve que escayolarme la rodilla y estar totalmente inm¨®vil durante diez d¨ªas. Ten¨ªa una infecci¨®n generalizada y la lesi¨®n corr¨ªa el riesgo de degenerar en una artritis'.

Esa decisi¨®n le cost¨® llegar a la Vuelta, a su carrera, corto de forma. 'Pero no renuncio a nada. Soy el ¨²nico que va a m¨¢s', dice, ya ubicado en el tercer puesto del podio, a 2m 20s del l¨ªder, el factor H que puede inmiscuirse en el duelo entre Sevilla y Casero. 'A Sevilla le tiene que afectar el factor Tour: ninguno de los que lo han hecho a tope ha aguantado aqu¨ª; Casero est¨¢ m¨¢s fresco. Y a m¨ª el tercer puesto podr¨ªa valerme, dada la temporada que he sufrido, pero esperemos a ver qu¨¦ pasa el s¨¢bado'.

Heras ya no es el chiquillo desconocido de 23 a?os que asombr¨® a todo el mundo ganando a Tonkov en la subida al Morredero en la Vuelta de 1997. Tampoco es el encarnizado rival del Chava Jim¨¦nez en las monta?as de la Vuelta de1998. Ni el escalador espa?ol que ganaba la etapa del Mortirolo el d¨ªa de junio de 1999 en el que Pantani recib¨ªa la expulsi¨®n del Giro que iba a cambiar su vida. Heras es, y ¨¦l lo cree firmemente, algo m¨¢s. 'Una victoria de etapa estar¨ªa bien, pero no salvar¨ªa la Vuelta 2001 para m¨ª', asegura; 'necesito algo m¨¢s; siempre que se acabe la mala suerte, claro'.