Un festejo centenario

El delegado del ?rea de Cultura y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ortega, ha logrado recuperar, a¨²n ante la incredulidad de alguno de sus compa?eros de partido, una feria que en principio fue ganadera, qued¨® limitada desde 1971 a un par de corridas de toros, y ahora vuelve reconvertida en una muestra ecuestre y de flamenco, a cuyo alrededor se ha organizado, en unas 40 casetas, la t¨ªpica fiesta sevillana, como en abril.

El origen de los mercados ganaderos en Sevilla tiene precedentes en la ¨¦poca de la Reconquista y, m¨¢s tarde y m¨¢s concretos, en tiempos del rey Alfonso X el Sabio, que concedi¨® a la ciudad dos ferias anuales.

La Feria de Abril, fundada en 1846 por un empresario catal¨¢n y otro vasco, Bonaplata e Ybarra, y la de San Miguel, creada aproximadamente treinta a?os m¨¢s tarde para suplir la p¨¦rdida del car¨¢cter ganadero de la primera, pueden considerarse herederas directas de aquellos primeros mercados autorizados en el siglo XIII.

En concreto, la de San Miguel nace hacia 1870, cuando el Ayuntamiento crea un nuevo certamen con car¨¢cter exclusivamente ganadero, que comenz¨® a celebrarse a partir de 1875, en el Prado de San Sebasti¨¢n. Luego se traslad¨® a Tabladilla y, por ¨²ltimo, a Los Remedios.

Poco a poco, la feria ganadera empez¨® a incluir casetas, con los mismos objetivos feriales que las de Abril. Incluso se mont¨® una calle del infierno.

En los a?os 40 se prohibi¨® el contenido festivo del certamen, que quedo nuevamente reducido a un encuentro meramente profesional para ganaderos. El encuentro empez¨® a decaer por causas mercantiles, como la p¨¦rdida de importancia del sector agropecuario en la econom¨ªa de la ciudad y la provincia. La ¨²ltima edici¨®n oficial de la Feria de San Miguel se celebr¨® en 1970.

El Ayuntamiento pretende recuperar el festejo con el mismo esp¨ªritu de sus or¨ªgenes, su aspecto comercial ganadero, pero enriquecida con unos contenidos festivos que, inevitablemente, acaparan el protagonismo.