El temor a ser visto como una vaca

Dos libros del estadounidense David Foster Wallace muestran su faceta como narrador de relatos y como gran practicante de ese h¨ªbrido de periodismo y literatura. El primero de ellos gira en torno a las relaciones entre hombres y mujeres y a la psique del var¨®n machista. En el segundo t¨ªtulo, el escritor hace una radiograf¨ªa desternillante sobre el concepto americano de felicidad y ofrece una definici¨®n cr¨ªtica sobre el turista de su pa¨ªs.

El temor a ser visto como una vaca, es decir, 'el miedo m¨®rbido a ser visto como un ser bovino' o boviscopofobia, es un s¨ªndrome que sufren algunos seres humanos, sobre todo en verano, cuando se ven de pronto a s¨ª mismos dentro de una multitud que avanza, con la lentitud y pesadez de un reba?o de lanosos ungulados, en direcci¨®n a alg¨²n tipo de atracci¨®n tur¨ªstica. David Foster Wallace lo sinti¨®, ay, en Cozumel, M¨¦xico, en una de las paradas del crucero de siete noches por el Caribe que pudo disfrutar (es un decir) gracias a un encargo de la revista Harper's que, por cierto, no debe confundirse con Harper's Bazaar. Lo cual nos provoca, inmediatamente, un sinf¨ªn de reflexiones. ?Qu¨¦ es m¨¢s interesante hoy d¨ªa, albores del siglo XXI, la realidad o la ficci¨®n? ?Por qu¨¦ le paga la revista Harper's a David Foster Wallace un crucero de siete noches por el Caribe? ?Se ha agotado la ficci¨®n posmoderna?

Algo supuestamente divertido que nunca volver¨¦ a hacer es un libro de 'ensayos y opiniones'. Entrevistas breves con hombres repulsivos es un libro de relatos. David Foster Wallace es autor de una inmensa novela que se llama Infinite Jest (Burla infinita) y tambi¨¦n de una magn¨ªfica colecci¨®n de relatos titulada La ni?a del pelo raro y publicada en espa?ol por Mondadori. Resulta curioso que de los dos libros que comentamos en esta rese?a sea el primero, el supuestamente 'no literario', el mejor escrito, el m¨¢s divertido y el m¨¢s profundo de los dos.

Hemos de comenzar diciendo

que Entrevistas breves con hombres repulsivos no tiene la variedad de registros, ni la abigarrada fauna de personajes improbables, ni, sobre todo, la contagiosa alegr¨ªa pop que exhib¨ªan los relatos de La ni?a del pelo raro. La mayor¨ªa de las piezas que componen el libro son demasiado largas, demasiado infladas, demasiado abstractas (normalmente los personajes ni siquiera alcanzan a tener un nombre propio: 'T¨²', 'la persona deprimida', 'el hombre', etc¨¦tera) y giran sobre todo en torno al tema de las relaciones entre hombres y mujeres, poniendo un particular ¨¦nfasis en lo repugnante que puede llegar a ser la psique del var¨®n machista de clase media.

Algo supuestamente divertido que nunca volver¨¦ a hacer es, por el contrario, un libro magn¨ªfico (y quiero dejar aqu¨ª constancia de mi titubeo, dos manos como dos alas de p¨¢jaro inm¨®viles en el aire sobre el teclado: ?'estupendo'? ?'maravilloso'?), uno de esos que se leen con placer y avidez y que uno desea recomendar a los amigos aficionados a las lecturas poco habituales y a los placeres inesperados.

La palabra 'ensayo' resulta inadecuada para describir el contenido de la mayor¨ªa de las piezas. Extraordinariamente exagerado es una cr¨ªtica del libro de H. L. Hix Morte d'Author: an Autopsy, que constituye una introducci¨®n muy clara y did¨¢ctica a algunos conceptos b¨¢sicos de la deconstrucci¨®n y 'E unibus pluram: televisi¨®n y narrativa americana', un interesant¨ªsimo ensayo (en sentido cl¨¢sico) sobre la influencia de la televisi¨®n en la narrativa americana reciente, donde se nos da noticia, tambi¨¦n, de una corriente literaria de ¨²ltima hora que Wallace llama 'narrativa de la imagen'. La tesis de Wallace es que la narrativa posmoderna quiso 'redimir' a la televisi¨®n y en general a la cultura popular, pero que la televisi¨®n se las arregl¨® para incorporar todos esos gui?os posmodernos y los asimil¨® a su discurso embrutecedor y masificado.

Sin embargo, los textos m¨¢s originales del volumen pertenecen a ese g¨¦nero sin nombre que est¨¢ entre el periodismo y la literatura y que s¨®lo puede definirse diciendo lo que no es: 'No ficci¨®n'. El 'nuevo periodismo' de Tom Wolfe, Truman Capote y Norman Mailer es s¨®lo uno de los aspectos, quiz¨¢ el m¨¢s notorio, de este vasto territorio de las letras americanas, equidistante entre la ciencia, el ensayo, la literatura y el periodismo, que ha dado obras tan interesantes e inclasificables como los art¨ªculos-relatos de Oliver Sacks y cuya historia est¨¢ inextricablemente unida a publicaciones como The New Yorker, donde se origin¨®, por ejemplo, A sangre fr¨ªa, de Truman Capote, o Harper's, que encarg¨® a Norman Mailer lo que luego ser¨ªa Los ej¨¦rcitos de la noche. Dos de los extensos, extens¨ªsimos art¨ªculos recogidos en el presente volumen, Dejar de estar de vuelta de todo y el que da t¨ªtulo al libro, que tiene m¨¢s de cien p¨¢ginas, son tambi¨¦n encargos de la revista Harper's.

La pasi¨®n, la brillantez y la riqueza documental con que est¨¢n escritos estos textos resultan adictivas. Debe de haber alg¨²n lugar en nuestro cerebro que se muere, literalmente, por ser alimentado con miles de datos y observaciones detalladas sobre cualquier cosa, no importa qu¨¦, no importa para qu¨¦, y se siente misteriosamente distendido, saciado y feliz cuando este tipo de alimento se le proporciona.

Perm¨ªtanme terminar con una peque?a muestra de lo ingenioso que puede llegar a ser David Foster Wallace. Quentin Tarantino se inspir¨® en la oreja cortada que aparece al principio de Terciopelo azul, de David Lynch, para la famosa escena de Reservoir Dogs en que Michael Madsen le corta una oreja a un polic¨ªa. ?Cu¨¢l es la diferencia entre ambos cineastas? Wallace la explica as¨ª: 'A Quentin Tarantino le interesa ver c¨®mo a alguien le cortan la oreja. A David Lynch le interesa la oreja'.