El duelo de los 25 segundos
La carrera vivir¨¢ entre la monta?a de El Escorial y la contrarreloj de Madrid uno de sus finales m¨¢s intensos
Aunque parezca incre¨ªble, no hay dudas. La noticia es buena. La Vuelta termina este fin de semana. Han pasado tantas cosas en la carretera que parece que fue en el siglo pasado, y no hace s¨®lo tres semanas, cuando comenz¨® en Salamanca. Por ejemplo, se ha volatilizado el tridente del ONCE-Eroski y los organizadores han conseguido su objetivo ¨²nico: que las dos etapas finales, la de hoy, por los montes de El Escorial, y la de ma?ana, por las calles de Madrid, sean las que decidan el ganador.
Dos corredores espa?oles, un escalador que ha aprendido a ser contrarrelojista, ?scar Sevilla, y un rodador que ha perdido culo y escala algo, ?ngel Casero, llegan al fin de semana madrile?o separados por s¨®lo 25 segundos, un margen m¨ªnimo e inimaginable para dos personajes que s¨®lo sal¨ªan como secundarios en la foto del comienzo de la carrera. Un final parad¨®jico para la Vuelta de los reventones.
Por si alguien no se acuerda, ya que ocurri¨® hace siglos, esta Vuelta comenz¨® con el incre¨ªble Botero, ?d¨®nde est¨¢?, asustando por su fortaleza. Continu¨® con Mercado, que algo aguanta, revel¨¢ndose en los lagos de Covadonga, all¨¢ por la quinta etapa, en la que se estableci¨® la primera jerarqu¨ªa algo s¨®lida con Sevilla, Beloki y Jim¨¦nez: todos, escaladores, porque, con tanta monta?a, ¨¦sta deb¨ªa ser la Vuelta de los escaladores. Despu¨¦s, aunque suene a prehist¨®rico, Beloki, ?d¨®nde est¨¢?, fue l¨ªder en la Demanda dos d¨ªas antes de reventar miserablemente en Andorra. Aquel terreno de los Pirineos encumbr¨® a Jim¨¦nez, ?d¨®nde est¨¢?, que fue la estrella antes de dejarse llevar miserablemente en la ascensi¨®n a Aitana.
Ese ¨²ltimo d¨ªa se consolid¨® definitivamente la jerarqu¨ªa m¨¢s s¨®lida, la que a¨²n se mantiene, entre dos corredores que no han brillado excesivamente, pero que tampoco han reventado nunca. La Vuelta, finalmente, de las laboriosas hormigas. Ninguno de los dos ha ganado una etapa. Ninguno ha destacado en ning¨²n terreno.
Cuando alguien a su lado afirme que unos segundos no son nada en una Vuelta, no lo crean. Mal que les pese, ni el escalador que ha aprendido a rodar ni el rodador que ha aprendido a escalar han logrado distanciar a su rival ni en medio minuto en todas las etapas de monta?a disputadas -seis llegadas en alto- ni en las contrarreloj llanas -56,2 kil¨®metros en total-. En la monta?a, Sevilla ha logrado superar a Casero en 27 segundos; en las contrarreloj, el alegre valenciano s¨®lo pudo conseguir 24 sobre el sonriente manchego. Tres segundos de diferencia en las etapas decisivas. Los otros 22, hasta llegar a los 25 actuales, son producto de la llegada a Le¨®n, la ca¨ªda que cort¨® al pelot¨®n y que penaliz¨® a Casero.
Estos datos desautorizan la teor¨ªa esquem¨¢tica que dec¨ªa, y dice, que a Casero, el contrarrelojista, le valdr¨¢ con resistir en la doble subida a Abantos de hoy para remachar ma?ana en su especialidad por las calles de Madrid. Y tambi¨¦n es falsa la apreciaci¨®n contraria: la que dice que a Sevilla, el escalador, le valdr¨¢ con sacar algo de Abantos, el dur¨ªsimo puerto que sale de El Escorial y, tras unos duros repechos de cemento en la zona de urbanizaciones, asciende por medio del bosque a los 1.850 metros. Mil metros de desnivel, 15 kil¨®metros. No est¨¢ mal. Y se sube dos veces, para solaz de los exclusivos invitados.
Las dos ocasiones en que se subi¨® a Abantos, en 1999 y 2000, la Vuelta ya llegaba decidida a sus pendientes, por lo que las actuaciones pasadas de Sevilla y Casero en la ascensi¨®n o las escasas diferencias que hubo entre ambos no valen de referencia en 2001. Los duelistas tambi¨¦n se muestran cautos en sus declaraciones, por lo que el ¨²nico ¨ªndice al que agarrarse a la hora de apostar por uno u otro debe ser la tendencia observada la ¨²ltima semana y el ascendente psicol¨®gico que parece haber adquirido Casero sobre Sevilla en las ¨²ltimas subidas.
El l¨ªder del Kelme, que intenta ganar la Vuelta despu¨¦s de terminar s¨¦ptimo y maillot blanco en un extraordinario Tour, lo que deber¨ªa propiciar su agotamiento, alcanz¨® una m¨¢xima ventaja sobre Casero de 48 segundos en la ascensi¨®n a los lagos. Despu¨¦s, el valenciano ha ido limando la diferencia y, de paso, la moral del chico de Ossa de Montiel: 9 segundos en la Demanda, igualdad en La Molina y Pal y, el golpe m¨¢s fuerte, 16 en Aitana.
El ¨²ltimo golpe de efecto de Casero, que, dicen en su equipo, tiene prisa por acabar con el suspense en la monta?a, se produjo el jueves, en el empedrado de Cuenca. Hubo un momento en que Sevilla y ¨¦l marchaban en paralelo y en cabeza, cada uno sobre su v¨ªa, durante la ascensi¨®n. Fue un pulso muy tenso. Lo gan¨® Casero: Sevilla debi¨® cruzar la calle y ponerse a su rueda. Quiz¨¢ fue s¨®lo una impresi¨®n.
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