El Atl¨¦tico saca un punto de una batalla centrocampista
El cuadro madrile?o resisti¨® la mayor ambici¨®n del Salamanca
Control, profesionalidad y amor al dibujo. Al dibujo t¨¢ctico, se entiende. Salamanca y Atl¨¦tico de Madrid se enfundaron el mono de guerrilleros especializados en la selva del centro del campo y cocieron el partido a fuego lento. Movilla y Nagore, las cabezas pensantes del Atl¨¦tico empezaron moviendo la pelota con paciencia envueltos en la superioridad num¨¦rica del Salamanca en el eje del campo, pero sin profundidad. Ejercieron el mando, pero result¨® un mando est¨¦ril, destinado a consumir minutos en la lejan¨ªa de las ¨¢reas. Alguna internada de Stankovic o Aguilera, muy intermitentes durante todo el choque, acab¨® con la cabeza de Diego Alonso atacando el bal¨®n sin punter¨ªa. Pero poco m¨¢s. Batalla y m¨¢s batalla. Y el 0-0 inevitable.
SALAMANCA 0| ATL?TICO 0
Salamanca: Aizpur¨²a; Ga?¨¢n, Quique medina, Christian D¨ªaz, Ismael ; Nan Ribera (Mutiu, m. 80), Mario, pedro, Pepe Domingo; Zegarra; y Makukula. Atl¨¦tico: Burgos; Armando, Hibic, Garc¨ªa Calvo, Carreras; Aguilera, Movilla (Roberto, m. 67), Nagore, Stankovic (Dani, m. 75); Diego Alonso y Correa (Fernando Torres, m. 56). ?rbitro: Teixeira. Amonest¨® a Carreras, Diego Alonso, Aguilera y Nagore. Unos 11.000 espectadores en el estadio Helm¨¢ntico de Salamanca.
El Salamanca mec¨ªa menos la pelota, pero cuando el bal¨®n pasaba por los pies de Mario o de Zegarra, se ol¨ªa el peligro sobre la porter¨ªa que ayer s¨ª defendi¨® con sobriedad Burgos. Makukula pudo cerrar el primer periodo poniendo en ventaja a su equipo pero dispar¨® flojo. Dos lanzamientos al larguero consecutivos de Zegarra y de Pepe Domingo con el cron¨®metro pr¨¢cticamente a cero demostraron que al Atl¨¦tico del presente curso es muy dif¨ªcil ganarle. Aunque s¨®lo sea porque cuando no puede confiar en su juego puede confiar en los palos, en la suerte.
El segundo tiempo multiplic¨® los problemas en el medio para los rojiblancos y otorg¨® algo de chispa a un Salamanca que, sin jugar con brillantez, s¨ª se transform¨® en un conjunto menos timorato que en el primer acto. La densidad de jugadores por la zona media ralentiz¨® el juego y oblig¨® al Atl¨¦tico a girar la vista hacia la red que le tend¨ªa el Salamanca. El resultado fue un carrusel de faltas t¨¢cticas que carg¨® de tarjetas a los rojiblancos y ensombreci¨® la claridad del juego. Y en esa zona de sombra, la velocidad de Pepe Domingo, un ex del Atl¨¦tico y la presencia de Mario, fueron derritiendo a un Atl¨¦tico incapaz de sentirse seguro. Y sin seguridad y sin Movilla en el campo, sustituido por Roberto, empez¨® a ceder terreno. Entonces surgi¨® Garc¨ªa Calvo. Un central elegante que nunca se escapa del partido.
Uno de los puntos m¨¢s d¨¦biles de los rojiblancos volvi¨® a ser el uruguayo Correa, que al principio del choque se mostr¨® batallador e incluso presion¨® la salida de la pelota del Salamanca, pero que se volvi¨® a perder en su indolencia. Su sustituto, el joven Torres. La gran promesa Torres. Pero ni por esas, el chaval tampoco encontr¨® el camino para reventar la caja fuerte que guardaba el meta Aizpur¨²a. Lo cierto, es que tampoco estaba ya a esas alturas del partido el Atl¨¦tico para pensar en nada m¨¢s que en esperar el pitido final y conformarse con un punto que le mantiene arriba de la clasificaci¨®n e invicto.
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