Un comit¨¦ m¨¦dico de ¨¦tica de EE UU aprueba la elecci¨®n del sexo de los hijos

En una carta que ha sorprendido a los especialistas en fertilidad, el comit¨¦ de ¨¦tica profesional de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (SAMR) dice que en algunos casos es aceptable que las parejas elijan el sexo de sus hijos mediante la selecci¨®n de embriones masculinos o femeninos y descartar el resto. El comit¨¦ se encarga de fijar posiciones en cuestiones ¨¦ticas cuyas pautas son seguidas por la mayor¨ªa de las cl¨ªnicas.

El especialista en fertilidad Norbert Gleicher que posee nueve centros de fertilizaci¨®n y fue quien plante¨® la cuesti¨®n al comit¨¦, ha declarado que su grupo ofrecer¨¢ de inmediato la posibilidad de elecci¨®n de sexo. 'Ya tenemos una lista de pacientes que nos lo han pedido', dijo. Las parejas sometidas a tratamiento por fertilizaci¨®n in vitro y sus embriones podr¨¢n ser examinadas en los primeros d¨ªas cuando han alcanzado las ocho c¨¦lulas.

Gleicher es presidente del Consejo de Reproduccion Humana y sus nueve centros de fertilizaci¨®n se encuentran repartidos en el ¨¢rea de Chicago y Nueva York.

El presidente del comit¨¦ de ¨¦tica de la SAMR, John Robertson, profesor de derecho y ¨¦tica en la Universidad de Tejas afirma que escribi¨® la carta a requerimiento de Gleicher para clarificar la posici¨®n de la SAMR. Robertson a?ade que su respuesta la escribi¨® tras consultar a otro miembros de la comisi¨®n y cree que en ella se refleja la posici¨®n del colectivo. El comit¨¦ deb¨ªa debatir la cuesti¨®n el mes pasado en una reuni¨®n que fue cancelada por los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre y trasladada hasta enero pr¨®ximo.

Robertson utiliza el t¨¦rmino la 'variedad de g¨¦nero' para explicar el uso aceptable de las t¨¦cnicas de selecci¨®n de sexo. ?En qu¨¦ condiciones? Cree que en casos en los que una pareja tenga un ni?o de determinado sexo puede ¨¦ticamente seleccionar los embriones que le garanticen embriones del sexo opuesto. Robertson escribe que la selecci¨®n sexual de embriones permite ofrecer variedad de g¨¦nero cuando existe una buena raz¨®n para pensar que una pareja est¨¢ suficientemente informada de los riesgos que entra?a el procedimiento.

En un informe previo de 1999 el comit¨¦ ¨¦tico de la SAMR descart¨® la posibilidad de elegir embriones para determinar el sexo de los ni?os. La nueva carta ha dejado impactados a los expertos en fertilizaci¨®n y les ha costado entender el mensaje.

'La seleccion de sexo es una discriminaci¨®n sexual y no creo que sea ¨¦tico', afirma James Grifo, presidente electo de la Sociedad de Tecnolog¨ªa de Reproducci¨®n Asistida, afiliada a la SAMR. 'no es ¨¦tico coger alguien de la calle y ayudarle a tener un hijo o una hija'.

Piel y ojos a la carta

Grifo, endocrin¨®logo de la Universidad de Nueva York a?ade que la publicidad de los centros que oferten selecci¨®n de sexo 'a la carta' har¨¢ imposible ayudar a las parejas que necesiten asistencia m¨¦dica de la tecnolog¨ªa reproductiva. '?Cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo paso?' se pregunta William Schoolcraft del centro de reproducci¨®n m¨¦dica en Englewood, Colorado. 'A medida que avancemos en el conocimiento de la gen¨¦tica, rechazaremos ni?os que no alcancen altos niveles de inteligencia o aquellos que no tengan la piel, el pelo o los ojos deseados'.

El m¨¦todo de selecci¨®n embrional, denominado diagnosis de preimplantaci¨®n gen¨¦tica, est¨¢ disponible desde hace una d¨¦cada, pero se ha reservado exclusivamente a las parejas con riesgo de tener ni?os con determinadas malformaciones gen¨¦ticas. Los m¨¦dicos pueden testar sus embriones para ver si contienen los genes enfermos antes de implantarlos en el ¨²tero de la mujer. Pero siempre hab¨ªa quedado claro que el m¨¦todo pod¨ªa utilizarse para la selecci¨®n de sexo. Para ello basta con ver si el embrion lleva los cromosomas X e Y. En ese caso es var¨®n y si los dos cromosomas son X ser¨¢ hembra.

La mayor¨ªa de los especialistas en reproducci¨®n admiten que los pacientes les suelen preguntar si pueden hacerles an¨¢lisis previos a la implantaci¨®n para elegir el sexo de los embriones, pero hasta ahora siempre se hab¨ªan negado a hacerlo.