El Pent¨¢gono lanzar¨¢ raciones de comida sobre Afganist¨¢n

'?sta no es una guerra de nuestro mundo contra su mundo; ¨¦sta es una guerra para salvar el mundo', dijo ayer George W. Bush. El presidente de Estados Unidos volvi¨® a lanzar mensajes de buena voluntad a los musulmanes y muy especialmente a la poblaci¨®n afgana. Bush anunci¨® que su Gobierno aportar¨ªa 320 millones de d¨®lares (58.000 millones de pesetas) para 'ayudar a que la gente inocente de Afganist¨¢n pueda enfrentarse con el invierno'.

'En este pa¨ªs no tenemos compasi¨®n con los terroristas, y no tendremos compasi¨®n con cualquier Estado que los apoye', dijo el presidente Bush, en un discurso pronunciado en la sede del Departamento de Estado, coraz¨®n de la diplomacia estadounidense. 'Oh, s¨ª, somos una naci¨®n compasiva', sigui¨®, 'pero nuestra compasi¨®n es limitada. Sentimos gran compasi¨®n, sin embargo, por los millones de personas en todo el mundo que son v¨ªctimas del odio y de Gobiernos opresivos, incluyendo a la gente que vive en Afganist¨¢n'.

La ayuda humanitaria anunciada ayer era, seg¨²n Bush, 'una forma de decir que, mientras nos oponemos con firmeza al r¨¦gimen talib¨¢n, somos amigos de la poblaci¨®n afgana'. Los 320 millones de d¨®lares se traducir¨¢n en comida, medicamentos, ropa y material para instalar campos de refugiados. La Casa Blanca estima que, si se efect¨²a alg¨²n tipo de ataque militar contra objetivos en Afganist¨¢n, el flujo de refugiados afganos que empieza a traspasar la frontera de Pakist¨¢n puede desbordarse por Ir¨¢n, Uzbekist¨¢n, Tayikist¨¢n y Turkmenist¨¢n, y desea tener previstos algunos recursos para paliar la crisis humana.

Sequ¨ªa y hambruna

Seg¨²n el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados, desde el 11 de septiembre unos 15.000 afganos han entrado en Pakist¨¢n, y otros 20.000 esperan la ocasi¨®n para cruzar la frontera. Un comunicado de la Casa Blanca indica que, 'despu¨¦s de 22 a?os de guerra, tres a?os de sequ¨ªa severa y cinco a?os de dominio por parte de los talib¨¢n, Afganist¨¢n se enfrenta ahora a una gran hambruna'.

La ayuda proporcionada por Washington ser¨¢ distribuida a trav¨¦s de los canales de Naciones Unidas y de diversas ONG. El Pent¨¢gono anunci¨® ayer que preparaba el lanzamiento en paraca¨ªdas de miles de raciones de comida sobre zonas de Afganist¨¢n donde se congregan grandes cantidades de la poblaci¨®n que han abandonado las ciudades por temor a los bombardeos. Las raciones 'est¨¢n estudiadas para alimentar a una persona durante todo un d¨ªa' y para 'resultar religiosa y culturalmente aceptables para sus destinatarios', seg¨²n un comunicado del Departamento de Defensa.

Los objetivos a largo plazo de George W. Bush en su 'guerra del bien contra el mal' siguen siendo muy ambiciosos: 'Veo la oportunidad', afirm¨®, 'de pacificar el mundo, de obtener una paz como nunca se ha visto'. 'Tenemos la oportunidad de defender la libertad, pero tambi¨¦n es una oportunidad de hacer del mundo un lugar m¨¢s pac¨ªfico y m¨¢s seguro', continu¨®. 'Para vencer al mal, la gran bondad de Am¨¦rica debe sobresalir y brillar. Una forma de que eso ocurra es ayudar a las pobres almas de Afganist¨¢n, y eso es lo que vamos a hacer'.

'Quiero recordar al mundo', dijo el presidente Bush, 'que ayudar a la gente necesitada es un elemento central no s¨®lo de la fe cristiana, sino tambi¨¦n del juda¨ªsmo y el hinduismo, y por supuesto un elemento central de las tradiciones isl¨¢micas. Por eso nuestra coalici¨®n servir¨¢ para algo m¨¢s que para erradicar el terrorismo; ser¨¢ una forma de unirnos'.

En su discurso de ayer, Bush volvi¨® a hablar de una campa?a antiterrorista larga y no necesariamente abundante en acciones b¨¦licas. 'Entiendo perfectamente que algunos se aburrir¨¢n y otros se cansar¨¢n, pero no esta Administraci¨®n', dijo. Bush anunci¨® tambi¨¦n una ayuda de 3.000 millones de d¨®lares (unos 540.000 millones de pesetas) en un programa de ayuda a los salarios afectados por los atentados.