Un virus azota a los refugiados afganos
Los m¨¦dicos de Pakist¨¢n no pueden afrontar la oleada de infectados por el mal de Crimea-Congo
Un conductor de 40 a?os se desangr¨® ayer hasta morir en la ciudad fronteriza de Quetta. Con ¨¦l, 34 personas han muerto en esta ciudad v¨ªctimas del brote de fiebre hemorr¨¢gica de Crimea-Congo, un mal con efectos similares a los del ¨¦bola, en los ¨²ltimos 16 meses.
Los casos de personas afectadas han despertado la alarma porque han sido localizados en pueblos que est¨¢n junto a la carretera que une Quetta (Pakist¨¢n) con Kandahar (Afganist¨¢n), los centros de poblaci¨®n m¨¢s importantes de la regi¨®n. Expertos m¨¦dicos advirtieron que los tratamientos contra la enfermedad de esta provincia fronteriza con Afganist¨¢n se pueden ver desbordados.
'Estamos muy asustados', afirm¨® el doctor Akhlaq Husain, director del hospital Fatima Jinnah, el ¨²nico centro de cura en una provincia con 4,4 millones de habitantes. 'Tenemos capacidad para atender a 10 pacientes', explic¨® el doctor. Los cuatro pacientes con la fiebre hemorr¨¢gica que tiene el hospital est¨¢n recluidos en una sala mal equipada y aislada, detr¨¢s de ventanas con barrotes y alambradas. Las ropas infectadas se queman en un tonel fuera del edificio porque el hospital no tiene un sistema propio de incineraci¨®n.
Los doctores s¨®lo llevan guantes de l¨¢tex, mascarillas quir¨²rgicas y calzado de pa?o. Ayer por la ma?ana, dentro de una de las l¨²gubres habitaciones, Muhammad Lal, un ni?o de nueve a?os, estaba tumbado en una cama blanca met¨¢lica. Sus fosas nasales estaban tapadas con algod¨®n para parar el derrame. El doctor Husain explic¨® que el chico ten¨ªa posiblidad de recuperarse porque hab¨ªa sido llevado al hospital a tiempo de recibir medicaci¨®n y transfusiones.
Muhammad Lal, el conductor de cami¨®n que tambi¨¦n hab¨ªa trabajado con ovejas y cabras, no tuvo tanta suerte. 'A menudo hay casos espor¨¢dicos, pero la epidemia que hay ahora no es habitual: ha habido 63 casos en los ¨²ltimos cuatro meses y 11 muertes', explic¨® el doctor Husain.
Entre las v¨ªctimas hab¨ªa dos hermanas de 6 y 7 a?os y trabajadores de sanidad que se infectaron por lo poco que les protegieron sus ropas. El virus, que causa sangrados y fallos en ¨®rganos vitales, amenaza con a?adir m¨¢s miseria en una regi¨®n que ya sufre por la sequ¨ªa y por los 22 a?os de guerra en Afganist¨¢n.
Los refugiados son particulamente susceptibles de la fiebre hemorr¨¢gica Crimea-Congo por sus rudimentarias condiciones de vida y porque casi no tienen acceso a los servicios m¨¦dicos, afirman los expertos.
La gente empez¨® a infectarse a trav¨¦s del contacto con la sangre u otros tejidos del ganado que, a su vez, se hab¨ªa infectado con picaduras de garrapatas. Cualquiera con un corte abierto o con la piel abrasada puede ser infectado por el contacto con la sangre, v¨®mitos, orina u otros l¨ªquidos de una persona o de un animal infectado.
'No hay un v¨ªnculo aparente entre los nuevos refugiados. Es una enfermedad end¨¦mica en la regi¨®n', declar¨® ayer el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Quetta, Rupert Colville, informa ?ngeles Espinosa. Colville sal¨ªa as¨ª al paso de las alarmantes informaciones sobre el brote de fiebre hemorr¨¢gica de Crimea-Congo.
Sin embargo, y a pesar de la alarma inicial del ACNUR, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha explicado que hace ocho a?os que se detect¨® en la zona y que desde entonces ha habido regularmente casos que se han ido controlando. La fiebre fue identificada por primera vez en 1944 entre los soldados sovi¨¦ticos en Crimea y un virus id¨¦ntico fue encontrado en ?frica en 1955.
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