Basuras de alta tecnolog¨ªa
Cada a?o se generan en Andaluc¨ªa 120.000 toneladas de residuos el¨¦ctricos y electr¨®nicos
Los primeros ordenadores, all¨¢ por la d¨¦cada de los sesenta, ten¨ªan una vida media que rondaba los 10 a?os. Hoy este periodo se ha reducido a cuatro a?os, y en el caso de los productos electr¨®nicos m¨¢s modernos, como tel¨¦fonos m¨®viles, raramente son operativos m¨¢s all¨¢ de los dos a?os. En la Uni¨®n Europea los residuos procedentes de equipos el¨¦ctricos y electr¨®nicos suman alrededor de seis millones de toneladas al a?o. Aunque esta cifra apenas equivale al 4% de las basuras dom¨¦sticas, la tasa de crecimiento de estos desechos es tan elevada que su volumen se habr¨¢ duplicado en el horizonte del a?o 2010.
Desde Bruselas ya se anuncian algunas directivas encaminadas a resolver este problema antes de que alcance unas dimensiones que lo hagan ingobernable. Una de ellas regular¨¢ el contenido de sustancias peligrosas en este tipo de equipos, otra ordenar¨¢ la gesti¨®n de los mismos al final de su vida ¨²til y una tercera incorporar¨¢ condicionantes de tipo ambiental en los criterios de homologaci¨®n a los que tendr¨¢n que someterse estos bienes antes de ser comercializados.
En Andaluc¨ªa se estima que este tipo de residuos suponen unas 120.000 toneladas al a?o, que en su pr¨¢ctica totalidad se eliminan mezclados con las basuras dom¨¦sticas. Apenas se tienen datos precisos de algunos de los elementos que componen este tipo de residuos. Se sabe, por ejemplo, que los frigor¨ªficos que anualmente se desechan en la regi¨®n suman unas 7.000 toneladas de chatarra, entre las que se encuentran alrededor de 27 toneladas de clorofluorcarbonos (CFC), sustancias que deber¨ªan recogerse y reciclarse, ya que son particularmente da?inas para la capa de ozono.
Otros productos que van a parar al cubo de la basura, sin precauci¨®n alguna, son los tubos de ne¨®n y fluorescentes, que contienen metales pesados muy t¨®xicos, como plomo o mercurio. Estas mismas sustancias est¨¢n presentes en las pilas bot¨®n, para las que, desde hace algunos a?os, funciona un sistema de recogida en los mismos puntos de venta. En Andaluc¨ªa se consumen anualmente m¨¢s de 50 millones de pilas, aunque de esta cantidad el 96 % corresponde a unidades salinas sencillas, con escaso contenido en metales pesados. Las de tipo bot¨®n suman alrededor de 1.700.000 unidades, lo que convierte a la regi¨®n en la primera de Espa?a en cuanto a uso de este tipo de bater¨ªas, por delante de Catalu?a y Madrid.
Enrique Montero, profesor de Tecnolog¨ªa Electr¨®nica de la Universidad de C¨¢diz y promotor de los C¨ªrculos de Innovaci¨®n y Tecnolog¨ªa, es uno de los pocos especialistas que en Andaluc¨ªa est¨¢n trabajando en el campo de los residuos el¨¦ctricos y electr¨®nicos. A mediados de septiembre reuni¨® en El Puerto de Santa Mar¨ªa a una docena de expertos en esta materia para analizar las diferentes iniciativas de recuperaci¨®n y reciclaje que se llevan a cabo en Espa?a.
Montero, por encargo de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, est¨¢ analizando la dimensi¨®n que en Andaluc¨ªa adquiere este tipo de residuos. Por un lado, explica, 'debemos estimar el parque de productos el¨¦ctricos y electr¨®nicos que existe en la regi¨®n, el consumo de elementos contaminantes como pilas, bater¨ªas o tubos fluorescentes, y el volumen de elementos que son desechados por los usuarios'. A partir de estos datos 'habr¨¢ que analizar el mercado potencial para equipos el¨¦ctricos y electr¨®nicos de segunda mano, determinar la rentabilidad econ¨®mica del proceso de recuperaci¨®n y los beneficios sociales que podr¨ªan derivarse de la creaci¨®n de peque?as empresas dedicadas al reciclaje de este tipo de bienes'.
Toda esta informaci¨®n servir¨¢ para determinar cu¨¢l es la pol¨ªtica de gesti¨®n m¨¢s adecuada. En cualquier caso, lo prioritario es evitar que este tipo de basuras se mezclen con los residuos urbanos, y en tanto los fabricantes no dispongan de sistemas de recogida espec¨ªficos los ciudadanos m¨¢s concienciados deber¨ªan acudir a los denominados 'puntos verdes', centros de almacenamiento que ya est¨¢n disponibles en los municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes.
Asimismo, y en lo que se refiere a ordenadores obsoletos, est¨¢n proliferando los comercios en los que es posible adquirir equipos inform¨¢ticos de segunda mano, mucho m¨¢s baratos que las unidades m¨¢s modernas y a¨²n ¨²tiles para m¨²ltiples aplicaciones, sobre todo dom¨¦sticas. Aunque a peque?a escala, ¨¦sta es una v¨ªa que facilita la reutilizaci¨®n, alargando la vida de los art¨ªculos y evitando, por tanto, su eliminaci¨®n inadecuada.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
Llega el 'tragam¨®vil'
Hace s¨®lo 10 a?os no figuraban en el inventario de elementos que cualquier ciudadano puede arrojar a la basura y hoy, sin embargo, suman cerca de 1.000 toneladas al a?o en todo el pa¨ªs. Los tel¨¦fonos m¨®viles se han convertido en uno de los desechos electr¨®nicos que mayor crecimiento experimenta, con una tasa que roza el 200 % anual. La Asociaci¨®n de Empresas Espa?olas de Electr¨®nica y Comunicaciones (Asimelec) calcula que en Espa?a quedan en desuso cada a?o unos siete millones de m¨®viles, que, por un lado, contienen algunas sustancias peligrosas (sobre todo las asociadas a las bater¨ªas) y, por otro, elementos f¨¢cilmente reciclables (pl¨¢sticos, vidrio y metales). Como experiencia piloto, esta asociaci¨®n, con el apoyo de fabricantes y distribuidores, puso en marcha un plan de recogida y reciclaje en la Comunidad de Madrid. En los seis primeros meses de este a?o se retiraron m¨¢s de siete toneladas de residuos, equivalentes a unos 51.000 tel¨¦fonos m¨®viles. El ¨¦xito de la iniciativa ha hecho que se extienda a todo el pa¨ªs, para lo que ya se dispone de 300 puntos de recogida en municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes. Terminales, bater¨ªas y accesorios en desuso pueden entregarse en los diferentes servicios t¨¦cnicos de los fabricantes o bien en las tiendas que distribuyen estos equipos. Todos estos puntos est¨¢n identificados con la mascota tragam¨®vil, eje de la campa?a de comunicaci¨®n que se ha dise?ado para divulgar esta iniciativa. Los tel¨¦fonos recogidos se someten a un proceso de desmontaje, clasificaci¨®n y tratamiento en la planta de Indumetal Recycling en Bilbao, en donde consigue recuperarse un 90% de los materiales que los componen. Como se?alan los responsables de esta factor¨ªa, 'las basuras dom¨¦sticas son las minas del siglo XXI, en donde pueden obtenerse todo tipo de materiales valiosos'.
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