El 73% de las 292 familias rumanas de los campamentos los ha abandonado

El 73% de las 292 familias gitanas rumanas (917 personas) alojadas en campamentos tras su desalojo, en el verano de 1999, del barrio de La Malmea (Fuencarral) ha abandonado estos n¨²cleos. La mayor¨ªa (151) decidieron marcharse de forma voluntaria porque, seg¨²n explic¨® ayer la consejera de Servicios Sociales, Pilar Mart¨ªnez, 'debido a su movilidad y costumbres no estaban interesadas en el proyecto de integraci¨®n social que se les ofrec¨ªa'.

Otras 63 fueron expulsadas del programa por incumplir algunas de las condiciones exigidas: escolarizar a los hijos y no mendigar con ellos, tener normas de convivencia y formarse para encontrar un empleo estable en vez de vender La farola por las calles.

Pero tambi¨¦n ha habido 72 familias que han seguido el programa de inserci¨®n social, que consta de varias fases: una primera de acogimiento temporal (de tres a seis meses) en campamentos; una segunda, tambi¨¦n en estos barrios de prefabricados, con programas de inserci¨®n sociolaboral; una tercera en pisos tutelados, y una cuarta de autonom¨ªa pero con cierto seguimiento social.

S¨®lo cinco familias han llegado a la cuarta fase y dos han cumplido totalmente los objetivos de este programa desarrollado por Cruz Roja y la Comisi¨®n Cat¨®lica de Migraciones en dos campamentos de Fuencarral (San Roque, con 29 plazas, y Valdelatas, con 22) y uno de Vallecas Villa (75 plazas). El proyecto cuesta 278 millones al a?o, aportados por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

Mart¨ªnez se niega a hablar de fracaso. 'Hemos ofrecido un proyecto social a estos inmigrantes, pero no podemos obligar a nadie a integrarse si no quiere, sab¨ªamos que el trabajo iba a ser dif¨ªcil. Adem¨¢s, se han obtenido logros; por ejemplo, se ha conseguido que el 95% del colectivo tramite su cartilla sanitaria, se ha mejorado su nivel de castellano y sus h¨¢bitos higi¨¦nicos y sociales y tambi¨¦n se ha retirado a numerosos menores de la mendicidad y se les ha escolarizado', asegur¨®.

Las plazas que han quedado vac¨ªas en los campamentos se han cubierto con inmigrantes necesitados de diferentes pa¨ªses.