El Gobierno central invertir¨¢ el a?o pr¨®ximo el 40% m¨¢s en Madrid que en Catalu?a

Las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del Estado para 2002 en Catalu?a suman 2.063 millones de euros. Para Madrid, ascienden a 2.898 millones, el 40% m¨¢s de lo previsto para Catalu?a. Si la cifra se calcula por habitante, el desnivel es a¨²n mayor: los 329,6 euros que el Gobierno central invertir¨¢ por cada residente en Catalu?a se convierten en 556,9 euros en Madrid, lo que equivale a un 68% m¨¢s, seg¨²n el an¨¢lisis de los presupuestos hecho por Pasqual Maragall. Estos datos esgrimi¨® ayer el l¨ªder de los socialistas catalanes para pedir a los diputados de CiU que busquen una soluci¨®n que les permita votar contra unos presupuestos que, en su opini¨®n, colocan a Catalu?a en la cola de las inversiones.

Maragall present¨® ayer un an¨¢lisis global de las inversiones previstas en los presupuestos por comunidades aut¨®nomas, con especial atenci¨®n a Catalu?a. Pero el car¨¢cter global de la presentaci¨®n no dej¨® de lado algunos detalles que, en su opini¨®n, reflejan claramente la discriminaci¨®n a que ha sometido el PP a Catalu?a, siempre con los votos de Converg¨¨ncia i Uni¨®.

La inversi¨®n media en el aeropuerto de Barajas en el ¨²ltimo sexenio habr¨¢ sido de 530,4 millones de euros cada a?o. Al de Barcelona, inmerso en la ampliaci¨®n, le habr¨¢n correspondido 133,1 millones, tambi¨¦n de media anual. El periodo no es aleatorio: el de 1997 es el primer presupuesto elaborado ¨ªntegramente por el PP con el apoyo de CiU. Aquel a?o, las inversiones en Barajas ascendieron a 292 millones de euros; en El Prat se quedaron en 6,6 millones; al a?o siguiente, 1998, hubo un ligero descenso para Barajas (243,2 millones) y un ascenso en el Prat (17,2 millones), tendencia a la igualaci¨®n que se mantuvo en 1999, cuando el Gobierno central destin¨® a Barajas 178,2 millones, frente a los 54 millones que recibi¨® El Prat.

A partir de ah¨ª las partidas empezaron a crecer a diferente ritmo. En el 2000, Barajas obtuvo 406 millones, por 115,4 el aeropuerto barcelon¨¦s; en 2001, la inversi¨®n en Barajas sum¨® 828,2 millones; en El Prat, 226,3. Para el pr¨®ximo a?o, la previsi¨®n es de 1.234,8 millones para Madrid y 379,4 para Barcelona.

Las cifras globales son menos divergentes, pero Barcelona se mantiene siempre por detr¨¢s de Madrid. Si se cuenta la inversi¨®n total por comunidades (la directa m¨¢s sociedades estatales y Seguridad Social), Madrid recibe 556,9 euros por habitante, frente a los 329,6 presupuestados para Barcelona. La media espa?ola es de 351,3 euros. Si se atiende a la inversi¨®n de la Seguridad Social, a Catalu?a le tocan 3,9 euros por habitante; a Madrid, 21, 6; la media espa?ola es de 12,5.

El cap¨ªtulo de las inversiones de las diversas sociedades estatales (que incluyen el AVE) es el ¨²nico en el que Catalu?a queda por delante de la media estatal. La inversi¨®n por habitante en Catalu?a es de 275 euros; la media espa?ola, de 148,6 euros; la media de Madrid, de 335,6.

Maragall destac¨® que es en el apartado de inversiones directas del Estado donde peor parada sale Catalu?a. La proporci¨®n entre Catalu?a y Madrid es de uno a cinco: 50,7 euros de inversi¨®n en Catalu?a; 199,7 euros en Madrid; 148,6 euros para la media espa?ola.

Si las cifras globales son, en opini¨®n de Maragall, demoledoras, las particulares tampoco resisten las comparaciones. Uno de los ministerios cuya inversi¨®n tiene mayor peso es el de Fomento, en especial los cap¨ªtulos correspondientes carreteras y ferrocarril (excluido el AVE). La suma de las partidas de Fomento en el a?o 2000 ascend¨ªa a 330,1 millones de euros, cantidad que en el presente ejercicio se ha reducido a 260,3 millones, lo que supone un descenso del 30,8%. Para el presupuesto de 2002, la partida asciende a 228,4 millones de euros, es decir, un 12,3% menos que en este ejercicio, que ya es inferior al del a?o pasado.

La inversi¨®n espec¨ªfica de 2000 en carreteras sum¨® 260,8 millones de euros. Este a?o, la cifra se ha quedado en 200 millones; para el a?o 2002, se prev¨¦ invertir 170,3 millones. Esto supone una reducci¨®n del 34,7% entre 2000 y 2001, y una ca¨ªda del 14,9% entre este a?o y el que viene.

En materia de ferrocarril las cosas son menos graves, pero tambi¨¦n caen las inversiones. Las de 2000 eran de 63,8 millones de euros; las de 2001, de 54,3 millones de euros (21,9% menos); las de 2002 reflejadas en los presupuestos suponen una previsi¨®n de gasto de 49,8% (el 8,3% menos de lo previsto para este a?o).

Una de las subpartidas m¨¢s da?adas por esta ca¨ªda de la inversi¨®n es la que afecta a los servicios de Cercan¨ªas de Renfe. Los 15,4 millones de inversi¨®n presupuestados en 2001 se convierten en 13,1 millones en el pr¨®ximo a?o.

Maragall cree que estas ca¨ªdas de inversi¨®n en el transporte p¨²blico pagan la efectuada para las obras del AVE, pero como contrapunto acent¨²an los problemas de congesti¨®n del transporte en el ¨¢rea metropolitana. Al mismo tiempo, se echa en falta, explica el dirigente socialista, un proyecto de red que sirva para vertebrar el conjunto del pa¨ªs.

Entre las partidas que aumentan figura la de la vivienda. Los 3,9 millones de euros previstos para ayudas a este sector en 2000 se convierten en 4,3 y 6,2 en los dos a?os siguientes.

Tambi¨¦n suben las inversiones del Ministerio de Medio Ambiente. Este departamento ha dispuesto para este a?o de un total de 66 millones de euros, que se convierten en 68,4 (un aumento del 3,6%) en el presupuesto de 2002. La partida m¨¢s beneficiada es la de costas, que sube un 10,5%, aunque la correspondiente a obras hidr¨¢ulicas experimenta un descenso del 4,1%. A estos datos hay que a?adir el bajo nivel de ejecuci¨®n de las anualidades del presupuesto correspondientes a la inversi¨®n directa del Estado en Catalu?a. Seg¨²n datos del PSC, la ejecuci¨®n de lo presupuestado en el pasado ejercicio (a?o 2000) se qued¨® en el 52% de lo previsto.

El resultado es que el Gobierno central, con el apoyo de los votos de CiU, impulsa una pol¨ªtica de infraestructuras que promociona la Comunidad de Madrid y, subsidiariamente, favorece las comunicaciones del eje Madrid-Valencia, en detrimento del Barcelona-Madrid y del Barcelona-Valencia.